Usted está aquí: viernes 1 de julio de 2005 Economía Empresarios, corresponsables del atraso tecnológico de México: Conacyt

En Japón, 73% de la inversión en ciencia la hace la IP; en México aporta sólo 33%

Empresarios, corresponsables del atraso tecnológico de México: Conacyt

Se han aumentado los estímulos fiscales, pero el efecto es marginal sobre la ciencia

DAVID ZUÑIGA

Los empresarios mexicanos están entre los que menos invierten en desarrollo tecnológico, a pesar de los incentivos que les ofrece el fisco, reconoció el director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Jaime Parada Avila.

El funcionario se reunió con la comisión ejecutiva del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) para tratar de ''entusiasmar'' a sus dirigentes sobre la necesidad de que las empresas apoyen más la innovación para que México salga del rezago y la dependencia tecnológica.

''En todos los países del mundo 70 por ciento de la inversión nacional en investigación y desarrollo tecnológico la hacen las empresas''; en México, reconoció Parada en entrevista, los recursos privados apenas llegan a 33 por ciento, y hasta antes de este sexenio la proporción apenas era de apenas 20 por ciento de la inversión total.

En Japón, 73 por ciento de la inversión en ciencia la hace el sector privado; en Corea del Sur es de 72 por ciento; en Estados Unidos, 67 por ciento, y en España, 47 por ciento.

En lo que va de esta administración, señaló el director del Conacyt, la inversión privada en investigación y desarrollo ha aumentado de 5 mil 278 millones de pesos en 2001 a casi 9 mil 500 millones el año pasado; sin embargo, las empresas ''deberían estar invirtiendo al menos 30 mil millones de pesos'' para que su participación llegara a 40 por ciento de la meta de inversión total, que es de uno por ciento del PIB.

La pérdida de competitividad es una queja constante de los organismos del sector privado; sin embargo, la inversión de los negocios mexicanos en innovación apenas llega a 0.12 por ciento del PIB.

La meta de la ''alianza público-privada'' promovida por el Conacyt era que para 2006 el sector privado participara con 40 por ciento de la inversión nacional en ciencia y tecnología, es decir, 30 mil 865 millones de pesos, y que el sector público aportara el 40 por ciento restante, es decir, 46 mil 296 millones de pesos para un total de 77 mil 161 millones de pesos.

Jaime Parada reconoció que invertir en innovación tecnológica implica riesgos, pero la nueva Ley de Ciencia y Tecnología, aprobada en 2002, le da a las empresas la posibilidad de trabajar muy de cerca con centros de investigación y universidades; además, por cada peso que inviertan los negocios el gobierno pone otro, lo que disminuye el riesgo.

En el Presupuesto de Egresos de este año, agregó, hay una partida de 3 mil millones de pesos para otorgar estímulos fiscales a las empresas que invierten en desarrollo de tecnología (una deducibilidad de hasta 30 por ciento de la inversión).

De acuerdo con datos del propio Conacyt, los recursos para estímulos fiscales se han incrementado, al igual que el número de empresas beneficiarias; sin embargo, su efecto aún es marginal: en 2001 se destinaron 415 millones de pesos para apoyar 548 proyectos de 150 empresas. Para 2004 de destinaron mil millones de pesos a mil 308 proyectos de 357 empresas. En total, en los primeros cuatro años de la administración de Vicente Fox los apoyos fiscales a las empresas innovadoras sumaron 2 mil 411 millones de pesos.

De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México ocupa el último lugar en inversión en ciencia y tecnología, pues no llega ni a uno por ciento del producto interno bruto (PIB).

El funcionario señaló que el desarrollo de nuevos productos, procesos, materiales y tecnologías es la base para aumentar la competitividad de las empresas.

Además, México es uno de los países que menos apoyo público otorga a la investigación y el desarrollo en las empresas, con menos de 0.05 por ciento del PIB, sólo ligeramente arriba de Turquía y Portugal.

''Tenemos que contar con la participación del sector privado para llegar por lo menos a la meta de uno por ciento (del PIB). Sin su participación va a ser muy difícil que el gobierno lo consiga con recursos federales'', advirtió Parada Avila.

 
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