Usted está aquí: viernes 1 de julio de 2005 Cultura Creciente demanda para comprar el timbre de Memín

Palacio Postal

Creciente demanda para comprar el timbre de Memín

CARLOS PAUL

Una gran demanda fue la que tuvo la estampilla de Memín Pinguín en lo que fue el primer día de venta al público en el Palacio Postal, cuyo tiraje fue de 750 mil timbres.

Por momentos, frente a las ventanillas se engrosaban las filas para adquirir el sello que sería adherido ya a una carta, una postal o un paquete de mediano tamaño.

Hasta las 18 horas del jueves los encargados de la venta directa calcularon que se habían vendido, en una de las ventanillas donde se puede comprar la estampilla de manera unitaria, ''más de mil timbres", mientras que en otra, donde se puede comprar un paquete integrado por una planilla (con cien estampillas), un sobre con cinco timbres ya adheridos y una hojilla filatélica, con datos técnicos del timbre, se vendieron ''más de 600 planillas, cada una de ellas con cien timbres. En total, en la primera jornada se vendieron más de 7 mil timbres, tan sólo en el Palacio Postal, ubicado en el Centro Histórico de la ciudad de México.

Un dato enmarcado en dicho sobre, informa que la historieta Memín Pinguín tuvo también presencia internacional y que era ya conocida en Estados Unidos desde hace dos décadas. Esta historieta, se apunta, ''fue editada y publicada en Irán, Estados Unidos y Japón, en 1985; en Italia e Indonesia, en 1986, y en Colombia, en 1981".

Aquí en México, se añade, ''se hacía la traducción y todo lo demás lo realizaban en cada uno de esos países donde se iba a vender".

Personas de todas las edades, desde jóvenes hasta personas mayores llegaron al Palacio Postal para comprar más de un timbre, el cual coincidieron en señalar que su impresión no es una ofensa ni es racista; algunos consideraron el timbre como de colección.

Estas estampillas ''están muy bien diseñadas artísticamente y es lamentable que en Estados Unidos aún no conozcan la cultura mexicana, pues desde hace más de 50 años este personaje pertenece a la cultura popular de nuestro país", comentó Víctor A. Sienra Alba, presidente de la Sociedad Filatélica de México (SFM), quien frente a una de las ventanillas adquirió más de cien timbres.

''Es muy desagradable la actitud de quienes piensan (que el timbre) es racista. Ya sólo falta que nos quieran decir qué figuras debemos poner en la filatelia mexicana. Es una reacción desmedida de parte de la Casa Blanca. Por qué, entonces, no pedirle al gobierno estadunidense que deje de imprimir timbres con sus héroes nacionales, cuando la invasión a México en 1847. Nosotros no hacemos este tipo de faramallas.

''La tradición filatélica en nuestro país es extraordinaria y data de 1856, cuando el gobierno mexicano empezó a emitir timbres desde personajes históricos, hasta culturales y ecológicos. Ninguna estampilla antes había causado algún conflicto."

Las más de 100 estampillas compradas, dijo Sienra Alba, ''serán para los socios de la SFM y para algunos filatelistas estadunidenses, inclusive negros, quienes las han solicitado con urgencia y gusto, y no se sienten ofendidos, al contrario, están admirados, extrañados de que se haya desatado esta polémica, que más parece un show manipulado con tintes políticos por la Casa Blanca".

 
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