El gobierno capitalino insiste en que pronto se verán los beneficios del sistema
Balance negativo a una semana de operaciones del Metrobús
En los días siguientes se instalarán los módulos de prepago y las máquinas expendedoras
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Vista a�a de la estaci�erminal Indios Verdes del sistema de transporte confinado Metrob�TO Roberto Garc�Ortiz
Foto: Roberto Garc�Ortiz
En su primera semana de operación el Metrobús sólo ha dejado un saldo negativo: la renuncia de su directora, dos choques, cinco lesionados, una decena de vehículos retirados de circuito por fallas en su sistema de cierre de puertas o transmisión, saturación del servicio, una estación que permanece aún cerrada -Deportivo 18 de Marzo-, instalación parcial de torniquetes, un confinamiento dañado y, principalmente, descontento entre los usuarios.
Las autoridades capitalinas se defienden: el sistema se encuentra en confección y en breve se verán los beneficios en tiempos de recorrido, seguridad, confort y reducción de emisión de contaminantes, aunque la experiencia diaria al utilizarlo demuestra que viajar a lo largo de sus 19.4 kilómetros es un "martirio y no queda más que soportarlo pues no existe otro sistema de transporte paralelo".
Para estudiantes, trabajadores y amas de casa, que recorren desde hace años esta vialidad, "el sueño de tener un servicio de primer mundo se disipó rápidamente al sufrir retrasos en las llegadas de los autobuses, recorridos de 90 minutos de Indios Verdes a Doctor Gálvez y saturación de las unidades, con el riesgo de que se atore un pie y caer, como ya sucedió, durante las horas pico, porque no hay personal suficiente que te auxilie".
En un recorrido realizado ayer se constató que "los avances" observados entre miércoles y jueves en la frecuencia de paso de los autobuses articulados de tres minutos en promedio casi se duplicó, con su consecuente saturación, además no se respetó la separación de hombres y mujeres, no se enviaron unidades a puntos intermedios, y la colocación de torniquetes aún es parcial en la red, a ocho días de que entre en vigor la tarifa de 3.50 pesos.
La sustitución de fantasmas por los bloques de plástico amarillo de confinamiento de Alvaro Obregón a Reforma y en la Glorieta de Insurgentes tampoco se concluyó, al igual que la sustitución de aquellas estructuras dañadas, como se había anunciado el fin de semana; y la gente tiene que seguir "toreando" a los automovilistas, por la falta de semáforos peatonales a lo largo de la vialidad.
Además del desconocimiento del programa de contingencias ante marchas y bloqueos por parte de los conductores de la empresa Corredor Insurgentes y de la Red de Transporte de Pasajeros, para realizar cortes de circuito, lo cual generó el sábado anterior "caos y malestar entre los usuarios", quienes caminaron de la estación Insurgentes a Tabacalera, ubicada a unos metros del Monumento a la Revolución.
La lluvia, reconocieron algunos operadores entrevistados, se convierte en otro "enemigo a vencer", porque se dificulta la entrada a las estaciones por la falta de visibilidad, la velocidad se reduce de 19 a 15 kilómetros, aumenta el tiempo de recorrido y los usuarios "literalmente salen mojados", porque las estructuras metálicas colocadas en puertas y techos no impiden la filtración del agua.
Para esta semana se contempla la colocación de los 40 módulos de adquisición de tarjetas de prepago, la ubicación de máquinas expendedoras en estaciones y torniquetes -aún cuando la primera fase de pago será manual-, la colocación de carteles de seguridad y de ubicación de los usuarios, así como iluminación y barandales de seguridad en la entrada de las estaciones.
"Se trata de un buen esfuerzo, pero hubiera sido mejor que todos los detalles los resolvieran antes de ponerlo en marcha y no fuéramos sus conejillos de indias. Ojalá que las cosas mejoren en estos días y los 3.50 pesos que vamos a pagar valgan la pena, de lo contrario, el gobierno capitalino habrá apostado por un transporte de primer mundo y habrá perdido", coincidieron en señalar varios usuarios entrevistados.