Usted está aquí: viernes 24 de junio de 2005 Mundo Castigo a culpables de corrupción, "sean aliados o no", ofrece Lula

Hay sectores que buscan interrumpir el mandato presidencial: jefa de gabinete brasileño

Castigo a culpables de corrupción, "sean aliados o no", ofrece Lula

Suspende el gobernante viaje a Venezuela y Colombia para atender la crisis política

EFE, AFP Y DPA

Ampliar la imagen Brasile�escuchan el mensaje del presidente Luiz Inacio Lula da Silva sobre las acusaciones de corrupci�ontra su gobierno FOTO Ap Foto: Ap

Brasilia, 23 de junio. En medio de una crisis generada por denuncias de corrupción en su gobierno y el Partido de los Trabajadores (PT), que varios movimientos sociales consideran en cambio un intento golpista, el presidente Luiz Inacio Lula da Silva dijo esta noche que Brasil vive "momentos críticos", prometió que investigará las denuncias hasta sus últimas consecuencias, y que castigará a los eventuales culpables, sean "aliados o no".

"En momentos críticos como el actual, parece que todo se nivela por abajo. Parece que todas las personas son iguales. Pero eso son apenas apariencias", declaró Lula en un mensaje de 10 minutos difundido por radio y televisión.

"Una investigación profunda (...) sabrá separar el trigo de la paja, el bien del mal, la verdad de la mentira. Y lo garantizo: si hubiera personas cometiendo desvíos de conducta, usaré toda la fuerza de la ley", aseguró.

Lula insistió en que nunca en Brasil hubo un gobierno que haya luchado con tanta firmeza como el suyo contra la corrupción, y a esa batalla atribuyó el hecho de que aparición de las denuncias.

"Nunca Brasil tuvo tanta gente presa por corrupción y fraude", afirmó, citando casos de empresarios, jueces, policías, políticos y funcionarios públicos, quienes actuaron "impunemente durante décadas".

Esto "puede dar la falsa idea de que aumentó la corrupción, cuando lo que aumentó es el combate y las prisiones", afirmó el mandatario, quien asumió hace dos años y medio.

"Hay mucha basura acumulada desde hace tiempo y cuando se empieza a limpiar lo que más aparece es basura, pero este gobierno no dejará que la basura se siga escondiendo abajo de la alfombra", declaró.

Poco antes del mensaje, fuentes oficiales confirmaron que el presidente suspendió las visitas de la próxima semana a Venezuela y Colombia debido a la crisis y a la reforma ministerial que tiene en marcha para dar mayor cabida a partidos de centro y derecha aliados del gobierno.

Desde hace un mes, el país vive al ritmo de denuncias que empezaron con la divulgación de un video en que se ve a un alto funcionario de Correos recibiendo sobornos de empresarios, a quienes asegura que cuenta con el aval de Roberto Jefferson, líder de un partido aliado de Lula.

Pero la más grave se refiere a presuntos sobornos por parte del PT a legisladores a fin de garantizar la mayoría parlamentaria que necesita, denuncia hecha por el propio Jefferson luego de haber sido acusado.

Aunque no presentó pruebas, Jefferson aprovechó para atacar al jefe de gabinete José Dirceu, un ex guerrillero, asegurando que éste estaba enterado de los presuntos sobornos. Dirceu renunció y retomó su escaño como diputado.

Movimientos sociales que apoyaron la llegada de Lula recordaron en estos días sus denuncias de que la oposición orquestaba una campaña para debilitar a Lula con vistas a las presidenciales del año próximo.

Esta postura pareció ser respaldada por Dilma Rousseff, remplazo de Dirceu, quien advirtió sobre sectores que buscan "interrumpir" el mandato de Lula y adelantar las elecciones. "Hay que tener cuidado para que esto no se convierta en una tentativa de transformar una crisis localizada en una crisis institucional", añadió.

Además, Rousseff, y el ministro de Hacienda, Antonio Palocci, disintieron este jueves sobre el grado de ajuste económico. "Creo que estamos en una época en que la agenda (económica) va a tener que empezar a ser menos árida, para ir más allá de la estabilidad", dijo la primera.

Pero Palocci sostuvo que "debemos perseverar en el camino que adoptamos", y desestimó los reclamos de movimientos tradicionalmente cercanos al oficialista al PT, para que se atienda la agenda social.

"Nunca podremos adoptar en el campo económico medidas que resuelvan dificultades en otros campos. Eso no funciona. Los problemas políticos se resuelven en el campo político", declaró.

En medio de la crisis, Lula recibió hoy el apoyo de la Iglesia católica local, que pidió que todas las denuncias se investiguen a fondo, pero reiteró su "confianza" en el jefe de Estado y consideró la actual crisis como un "rebrote de la corrupción".

 
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