Anuncia contrato a 20 años en materia de gas
Apoya México el ingreso de Rusia a la OMC: Fox
Pernoctar en el Kremlin, la cereza del pastel del viaje, dice
Moscú, 21 de junio. A cambio de vagas promesas de cooperación energética, México otorgó su apoyo sin cortapisas a la adhesión de Rusia a la Organización Mundial de Comercio (OMC), una meta buscada con tenacidad por la diplomacia de este país.
El propio presidente ruso, Vladimir Putin, hizo el anuncio al término de las conversaciones que tuvo hoy con su homólogo mexicano, Vicente Fox, quien agradeció al anfitrión el haberlo invitado "a pernoctar durante la noche" en el Kremlin.
Para el mandatario mexicano, ser hospedado en el Kremlin, "un lugar extraordinario", con "maravillas en cada salón, cada corredor y cada rincón", es "ciertamente la cereza del pastel" de su visita oficial a Rusia.
Ante el entusiasmo desbordado de su huésped, Putin apuntó: "me alegra mucho que los espectros de Stalin y Trotsky no hayan perturbado su sueño esta noche".
Al hacer un balance de la relación bilateral, Fox reiteró que existe interés recíproco en las más variadas áreas. Pero ninguno de los presidentes pudo ofrecer información sobre cuándo iniciaría alguno de los proyectos, aun de aquellos anunciados con bombo y platillo durante la visita de Putin a México, en junio de 2004.
"Hablamos de muchos temas en materia de energía que tienen que ver con gas natural, con gas líquido y gasificación; del interés de Rusia de participar en desarrollo y proceso de energía en México, tanto en gas como en generación de energía eléctrica y de energía hidroeléctrica", dijo Fox, y mencionó de nuevo su interés de que Rusia participe con tecnología en perforaciones profundas y expertos en el Golfo de México.
El plato fuerte fue la referencia a un contrato a 20 años -todavía por firmar- de abasto de gas líquido a México, que sería procesado en cuatro plantas gasificadoras que, en la versión de Fox, "pronto tendrá nuestro país para asegurar abasto oportuno y buenos precios".
Sin embargo, la viabilidad de este proyecto depende de que Rusia consiga multimillonarias inversiones foráneas en la región de Sajalín para empezar a construir, no antes de 2007, una red de complejas instalaciones industriales. Por ahora todo sigue en proyecto, porque no está listo el gas ruso ni las plantas regasificadoras en México.
Por lo pronto, sin dar como hechos consumados lo que aún son sólo posibilidades, tendría sentido, como reconoció el propio Fox, que Pemex y (el consorcio ruso) Gazprom "reinstalen sus contactos" para "seguir avanzando con rapidez en todo el tema de energía".
Los presidentes, contrariamente a la conveniencia de intercambiar experiencias en política social que había adelantado Fox, no abordaron en sus conversaciones el combate a la pobreza.
La única referencia al tema la hizo Putin ante la prensa al afirmar que los altos precios del petróleo "ayudan a resolver el problema de la pobreza, en la medida en que contribuyen a llenar las arcas del Estado".
Pero, agregó, "la afluencia de petrodólares provoca cierta dificultad para el banco central y repercute negativamente en la inflación, aparte de que ese flujo de divisas refuerza la moneda nacional, lo cual tampoco conviene a nuestros exportadores y a las industrias procesadoras".
Cabe destacar que el intérprete oficial de Putin se encargó de ajustar las preguntas de la prensa mexicana. ¿Cómo vería el arribo de un presidente de izquierda a un país interlocutor y, sobre todo, cuando esta izquierda defiende programas sociales que usted ha retirado, como el apoyo a gente de la tercera edad, por ejemplo?, se le preguntó.
Esa alusión a la asistencia eliminada durante su gestión ya no apareció en la traducción al ruso y Putin se limitó a decir que el pueblo mexicano sabrá elegir "e independientemente de quién resulte electo como próximo presidente seguiremos cooperando con su país, sean cual sean las convicciones políticas".
Los mandatarios difundieron una declaración conjunta que recoge las coincidencias de México y Rusia en materia de política internacional, y reiteraron su respaldo a una reforma integral de la Organización de las Naciones Unidas que se base en el consenso de sus miembros.
Poco antes, ante estudiantes y académicos del Instituto de Relaciones Internacionales de Moscú, Fox Quesada dijo estar "totalmente en desacuerdo con el bloqueo a Cuba; esa no es la solución. México, afortunadamente, sostiene una buena relación con Cuba; a pesar de que hemos tenido nuestras diferencias la relación es intensa, incluye el comercio y la inversión entre nuestros países".
Fox y Putin asistieron como testigos de honor a la firma de cuatro documentos: un acuerdo de normas aéreas, una carta de intención en materia de cooperación energética, otro acuerdo de cooperación en salud y un tratado de asistencia legal y recíproca en materia penal.
En su programa de actividades privadas, Fox almorzó con un grupo de personalidades de los ámbitos político, cultural y económico. Fueron convocados Yuri Luzhkov, alcalde de Moscú; Guennadi Selezniov, ex presidente de la cámara baja del Parlamento ruso; Yegor Gaidar, ex primer ministro de Rusia; Mijail Piotrovsky, director del Museo Ermitage, y Zurab Tsereteli, director del Museo de Arte Contemporáneo, entre otros.
Por la tarde, antes de la cena oficial ofrecida por Putin, Fox visitó el Consejo de la Federación, cámara alta del Parlamento local, donde platicó con su presidente, Serguei Mironov, y otros senadores.
Satisfecho, el mandatario mexicano ha incorporado en sus mensajes alusiones a personajes de la cultura rusa. Uno de ellos, el cineasta Serguei Eisenstein, quedó en su lectura con el apellido del genio creador de la teoría de la relatividad. Apenas algunos lo notaron y su oficina de Comunicación Social se apresuró a aclarar que fue un lapsus.
Luego de salir de su encuentro con Putin, el presidente Fox caminó por la Plaza Roja para conocer este lugar histórico.