Usted está aquí: viernes 17 de junio de 2005 Economía El gobierno hace mal uso del secreto bancario: IFAI

Hacienda es más hermética que la Defensa, afirma

El gobierno hace mal uso del secreto bancario: IFAI

REUTERS

El organismo encargado de vigilar la transparencia en México busca que se abran los archivos de un rescate bancario por 100 mil millones de dólares que podría convertirse en un importante tema en los comicios presidenciales de 2006, aunque el gobierno insiste en que está maniatado por la ley.

El comisionado del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI), Juan Pablo Guerrero, sostiene que el gobierno está haciendo mal uso de la legislación dirigida a proteger la privacidad de los clientes bancarios a fin de mantener fuera del dominio público los detalles del rescate de 1995 y otros gastos del gobierno.

El funcionario dijo que la Secretaría de Hacienda es incluso más opaca que las reservadas fuerzas armadas de México.

"El militar en México ha constituido para el IFAI menos dificultad en términos de acceso que el sector financiero", dijo Guerrero en una reciente entrevista con Reuters.

Guerrero tiene acceso a información secreta, revisa información en disputa y decide si debe hacerse pública.

La crisis económica de 1994-95 devastó al sector financiero mexicano, llevó a la quiebra a varios bancos y dejó al sistema financiero al borde del colapso, lo que llevó al gobierno a inyectar 100 mil millones de dólares a las entidades para mantenerlas solventes.

Los críticos del rescate dicen que los fondos que se destinaron a los bancos fueron mayores a los que realmente necesitaban y aseguran que algunos de los créditos bancarios impagados fueron resultado de fraudes y que nunca debieron haber sido incluidos en el paquete de rescate.

La apertura de los libros podría avergonzar a empresarios que se beneficiaron con el rescate y a funcionarios de alto rango que lo concibieron, y que aún podrían estar en funciones.

México aprobó en 2003 una legislación para obligar al gobierno a hacer más pública la información, pero Guerrero dijo que la Secretaría de Hacienda se ha quedado corta.

Entre la espada y la pared

El gobierno del presidente Vicente Fox se ha negado a publicar detalles de los créditos no pagados cubiertos por el rescate, diciendo que es ilegal divulgar información financiera relacionada con terceros. Funcionarios sostienen que pueden enfrentar cargos criminales si entregan los documentos.

"Estamos entre la espada y la pared. Estamos en contra de la situación en que se nos pone," dijo Rodrigo Brand, portavoz del Instituto de Protección al Ahorro Bancario, que administra los costos del rescate de la banca.

"Estaríamos violando el secreto bancario y podríamos ser sujetos a un procedimiento penal", agregó.

Después de que el efecto tequila de México se mitigó, la mayor parte de los grandes bancos se vendieron a firmas extranjeras como Citigroup y BBVA, y el peso de la deuda actual del rescate sobre los bolsillos de los ciudadanos que pagan sus impuestos se volvió un reclamo de los políticos de izquierda.

El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, es el favorito en las encuestas para ganar la Presidencia en 2006. El político tabasqueño busca abrir los libros del rescate y podría insistir en renegociar las deudas del gobierno derivadas del rescate en caso de llegar a la grande.

"Claro que habría una comisión de la verdad" si López Obrador gana, dijo Alfonso Ramírez Cuéllar, diputado del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Guerrero dice que su comisión respeta la importancia de las reglas que garanticen la privacidad financiera y la disputa se centra en la interpretación de la Ley del Secreto Bancario.

Tras la aprobación de la Ley de Transparencia, la comisión y un departamento de defensa alcanzaron un acuerdo que permite mantener secretos sobre estrategia militar, pero la comisión insistió en la publicación de gran parte de otros registros.

"Muy pronto planteamos un terreno seguro. Eso no ha podido ocurrir con (la Secretaría de) Hacienda," dijo Juan Pablo Guerrero.

 
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