Usted está aquí: miércoles 8 de junio de 2005 Estados Comuneros de Silao exigen impedir que hoteleros los despojen de manantial y predio

Abastece a 2 mil familias, dicen; en protesta derriban una barda y 500 árboles

Comuneros de Silao exigen impedir que hoteleros los despojen de manantial y predio

MARTIN DIEGO RODRIGUEZ CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Mujeres de la comunidad Ba�e Agua Caliente, municipio de Silao, advirtieron que defender�ka fuente que los abastece de agua FOTO Mart�Diego Rodr�ez

Silao, Gto., 7 de junio. Habitantes de la comunidad Baño de Agua Caliente denunciaron que los propietarios del exclusivo hotel Refugio de Comanjilla pretenden despojarlos de un manantial de agua tibia mineral, que nace a un costado del predio en el cual se ubica el citado establecimiento, así como de 170 hectáreas con una arboleda de al menos 500 mezquites.

Con intención de presionar para impedir el despojo, los campesinos derribaron una barda que levantaron los propietarios del hotel, cuyos empleados de seguridad dispararon armas de fuego al aire "para espantarlos", dio a conocer Casimiro Valadez Ornelas, delegado rural en Baño de Agua Caliente.

El titular del comisariado ejidal de este poblado, Francisco Zarco, recordó en entrevista que el empresario Harold Gabriel construyó el hotel hace más de 60 años, pero el lugar cambió de administración en 2003, "entonces empezaron los problemas". Añadió que en marzo pasado, los dueños cercaron el acceso al manantial que da origen al nombre de la comunidad, además "taparon el paso a las tierras de agostadero que son propiedad del rancho, y también nos prohibieron que pasáramos para el cerro, donde mucha gente tiene sus tierras", de tal forma que para llegar a las parcelas, los agricultores deben recorrer hasta "cinco horas de camino".

Según Zarco, el manantial abastece de agua a unas 2 mil familias de los poblados Baño de Agua Caliente, Comanjilla, Albarradones, La Colorada y Duarte. "Hace muchos años hicieron unos lavaderos comunitarios para las mujeres, la gente acude a bañarse, pasea a familias y todos son bienvenidos, nadie tiene que pagar como en el hotel", dijo la vecina Ramona Gómez, quien advirtió que "por más policías que nos avienten, no vamos a dejar que nos quiten lo que es nuestro".

El fin de semana anterior, los pobladores se organizaron y derribaron una barda, para presionar a los dueños del hotel a que desistan del despojo. Durante su labor los inconformes derribaron varios mezquites, árboles protegidos por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales debido a que se hallan en peligro de extinción. "Dimos aviso a la presidencia municipal (de Silao), pero no hicieron caso, ni porque tumbaron los mezquites", comentó el delegado rural Valadez Ornelas.

Casimiro Valadez acusó asimismo a las autoridades de no atender el llamado de los comuneros para lograr el diálogo y la conciliación. "De esto ya saben las autoridades desde hace dos años, la semana pasada se puso caliente la cosa y nomás mandaron dos patrullas, pero lo que queremos es que nos apoyen para que se dialogue con la gente del hotel, que no sabemos quiénes son, para que no vaya a pasar a mayores."

De acuerdo con el delegado rural, "el único responsable de cualquier gota de sangre que salga es el municipio de Silao, la gente no se va a dejar porque (el manantial) es nuestra única fuente de agua".

El hotel cuenta con 116 habitaciones, cuyos precios oscilan entre mil 580 y mil 890 pesos por persona. "Ahí adentro tienen un manantial, ése es de ellos, pero el que está afuera es de la comunidad y nadie lo va a quitar" dijeron los lugareños.

La corresponsalía de La Jornada en Guanajuato buscó la versión de los dueños actuales, miembros del Grupo Turístico Refugio, sobre el presunto despojo que denunciaron habitantes de Baño de Agua Caliente. No se logró que concedieran una entrevista, y un empleado del hotel se limitó a informar: "está en revisión una denuncia penal por daños a propiedad privada, contra quien resulte responsable".

La administración municipal panista de Silao tampoco ofreció su versión del conflicto. Según una funcionaria, en la Dirección de Comunicación Social los servidores públicos "no están y nadie puede darle una entrevista".

Los pobladores de Baño de Agua Caliente "están intranquilos, ya no pueden pasear porque la gente de seguridad tira balazos al aire para espantar a la gente, no podemos vivir tranquilos hasta que se arregle esta situación, pero el agua, los terrenos y el paso pertenecen a la comunidad; lo del hotel, ya lo tienen ahí y nosotros ni nos metemos", afirmó el delegado Casimiro Valadez.

 
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