Usted está aquí: miércoles 8 de junio de 2005 Estados Acoso de Fonatur contra los opositores a Punta Maguey

Ofreció a los Da Jandra quedarse como un atractivo más

Acoso de Fonatur contra los opositores a Punta Maguey

El escritor y la pintora viven ahí desde hace 21 años, pero les reconoce nueve para desalojarlos; piden investigar a funcionarios

MIREYA CUELLAR /III Y ULTIMA ENVIADA

Bahías de Huatulco, Oax., 7 de junio. El sendero que conduce a la casa de Agar y Leonardo da Jandra es tan estrecho que al pasar las varas secas rasguñan las piernas y los brazos. En esta temporada, la selva baja caducifolia es un paisaje de varas, tierra agrietada y una que otra hoja, todas secas. Nadie diría que cuando caigan las primeras lluvias de julio se convertirá en un bosque vigoroso de matorrales y enredaderas que lo cubren todo.

La casa del escritor y la pintora se ubica en los límites de Punta Maguey, a dos kilómetros de la carretera más cercana, en medio de la selva. Llegaron ahí en 1979, y en 1981 -tres años antes de la expropiación- la asamblea de comuneros los reconoció como avecindados. Desde ahí se aprecia la bahía de Cacaluta, considerada una de las más bellas de la región, pero no apta para los bañistas. Es una bahía para mirarla.

Cuando en 1984 el gobierno decidió que las bahías de Huatulco se convertirían en un centro turístico de primer orden y expropió 51 mil hectáreas a la comunidad de Santa María Huatulco -quitó al municipio casi toda la costa-, los Da Jandra siguieron viviendo ahí. Nadie les pidió que salieran, platica Leonardo. Muchos de los terrenos expropiados no fueron requeridos por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) -porque los ansiados inversionistas nunca llegaron -y otros permanecen en manos de los comuneros que nunca estuvieron de acuerdo con la decisión gubernamental.

Así, entre 1990 y 1996 Agar y Leonardo organizaron en este paraíso diversos encuentros sobre ecología, cultura y turismo -"eculturismo", le llamaron-, a los que asistieron escritores, pintores, músicos y toda una gama de artistas deseosos de un "refugio" lejos de todo. Fueron las experiencias que se conocieron como Taller Estético y Ecológico del Trópico.

Pero las cosas cambiaron cuando el Fonatur y el empresario Agustín Pumarejo empezaron a planear Punta Maguey -dice Agar-, porque inicialmente les propusieron integrarse al proyecto como un atractivo más del parque (un escritor y una pintora viviendo en la selva desde hace 20 años sería otro elemento exótico), dado que su casa se ubica precisamente a 200 metros de los terrenos del proyecto turístico.

Sin embargo, como se opusieron al desarrollo, el 9 de mayo del año pasado les llegó una orden de desalojo. El Fonatur los acusó de invasores y en el expediente judicial que se les abrió se dice que llegaron ahí hace nueve años, cálculo del tiempo que no es arbitrario, porque la ley dice que quien ha vivido pacíficamente en un predio durante 10 años tiene derechos de posesión sobre él y puede acceder a la propiedad.

El empresario Agustín Pumarejo -inversionista de Punta Maguey- ofreció a los Da Jandra que tendrían luz, agua y acceso a la carretera que se construirá para el desarrollo turístico. Actualmente, se abastecen de agua en un pozo que se encuentra a 600 metros de su vivienda y no tienen luz eléctrica. El terreno de que disponen es de 900 metros cuadrados, con una cocina al aire libre, estudio, una recámara y un espacio para visitantes, todo totalmente rústico en el sentido estricto de la palabra.

La casa está hecha de ladrillos que fueron llevados a lomo de burro y fue construida personalmente por Leonardo. "La hice con mis propias manos, y ahora el Fonatur no sólo pretende sacarnos de ella, sino tirarla", se duele. Pero más que apabullado por los desplantes del organismo, el escritor está indignado. En el litigio que sostienen en este momento con dicho fondo, el ofrecimiento es que les darán un lote de 200 metros en la zona de Copalita y 130 mil pesos para que construyan una casa de interés social, como las que se entregaron a cientos de comuneros después de la expropiación. El matrimonio platea que se les debe reubicar, en todo caso, en un espacio propicio para que sigan desarrollando sus actividades artísticas y se les entreguen cuando menos 250 mil pesos para poder construirse una nueva vivienda. Desean seguir mirando el mar.

Da Jandra apela a la intervención del presidente municipal de Santa María Huatulco, José Humberto Cruz, quien en otro momento les ofreció que la casa se convierta en museo "para no tirarla". Y demanda que se "investigue" a los funcionarios del Fonatur, porque nadie sabe cómo fue que decidieron entregar Punta Maguey al empresario: "se trata de terrenos propiedad de la nación, no de Mc Carthy, y tendría que haber una licitación y bases sobre las cuales construir un proyecto realmente ecológico en la zona, si eso es lo que se pretende".

 
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