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QUÉ VERDE ERA MI VALLE 6 de junio de 2005
La industria electrónica no crece como se esperaba. El Valle del Silicio jalisciense no se consolida como área de atracción de las inversiones en este sector y pierde terreno frente a otros destinos.

Juliana Fregoso, Guadalajara

El 1° de marzo la primavera llegó adelantada para muchas empresas. Con bombo y platillo, el secretario de Economía, Fernando Canales, inauguró en San José, California, la aceleradora binacional de negocios México-Silicon Valley, integrada por una veintena de compañías mexicanas de alta tecnología, con aspiraciones a convertirse en incubadora para la creación de más firmas de capital nacional.

IBM1 P6El hecho podría entenderse como un estímulo a las empresas de alta tecnología en el país, el problema es que en México existe en El Salto, Jalisco, una especie del Valle del Silicón, en alusión al original de San José, California, que podría alojarlas y que por falta de apoyos y coordinación entre instancias de gobierno se ha ido secando sin ser atractivo para los inversionistas.

En los últimos tres años importantes empresas, como Sumida, NEC, VTech, On Semiconductor, NatSteel, Celestica y Multek, cerraron sus operaciones en Jalisco, para migrar a zonas de producción más económicas.

Hewlett Packard cerrará también su Centro Mundial de Diseño de Copiadoras Digitales Multifuncionales, del que salen todos los modelos que la compañía vende en el globo.

La falta de infraestructura adecuada redunda en un mayor costo de operación, que en el caso de la logística se eleva hasta 15 por ciento, a lo cual hay que sumar la vigilancia para cuidar sus tráileres, los pocos incentivos fiscales y el alto costo de los energéticos. Las dificultades en el registro de patentes son otra piedra en el zapato, pues se trata de trámites largos y complejos.

Este sector lo integran 429 empresas y ocupa a unos 60 mil empleados.

De acuerdo con las estadísticas de la Secretaría de Promoción Económica de Jalisco, el Valle del Silicio mexicano atrajo en 2004 proyectos por 62 millones 747 mil dólares, monto muy inferior a los alcanzados en años anteriores. Hasta ahora el peor había sido 2002, cuando los proyectos de la industria fueron de 158 millones 500 mil dólares.

Pedro Avalos, presidente de la sede occidente de la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones e Informática (Canieti), opina que tras la caída sufrida por las empresas de alta tecnología a principios de la década, en el sector hay más cautela al invertir, esto sin contar con que México aún no tiene un proyecto atractivo para captar los capitales. "Estamos enfrentado a otros países donde la oferta en infraestructura y en estrategias de competitividad es muy fuerte", comentó.

Del auge al declive

La industria electrónica en Jalisco inició su crecimiento en los años 1960. De 1994 a 2000 vivió su mayor desarrollo, en 1999 participó con casi 30 por ciento de la inversión total. Pero, a partir de la desaceleración económica al inicio del actual decenio, la inversión ha bajado. En 2003 parecía que iniciaba el repunte, pero no se sostuvo.

Las empresas buscaron dónde producir con menores costos y comenzó la salida de líneas de producción y plantas completas rumbo a China.

"Jalisco debería ser uno de los estados con condiciones más atractivas para las empresas, tanto en infraestructura como en incentivos", insistió Avalos. A principios de 2005, el gobernador Francisco Ramírez Acuña fijó un plazo de 15 años para que esta zona recuperara su esplendor, sin embargo, los buenos tiempos podrían tardar más en llegar.

"La industria electrónica cayó también porque en Estados Unidos bajó la demanda, pero si en México hubieran existido las condiciones adecuadas, como logística y mejores transportes, estas empresas no se habrían retirado", afirma Angelina Hernández investigadora de la Universidad de Guadalajara.

Actualmente está en marcha la reconversión de la industria para pasar de plantas de ensamble de productos de telecomunicaciones y computadoras a la aglomeración de empresas dedicadas al diseño de productos en los rubros electrónico, automotor y militar.

Los empresarios locales confían en la reconversión; por ejemplo, la producción de teléfonos celulares que se había ido a China está de regreso, también la fabricación de ruteadores de telecomunicaciones y de juegos electrónicos.

La Canieti y la Cadena Productiva de la Electrónica trabajan en los detalles de una campaña para promover a escalas nacional e internacional las ventajas y características de la industria jalisciense.

La Canieti en la región occidente es optimista y confía en que este año llegue al sector una inversión de 120 millones de dólares y que la recuperación no tarde más de 15 años. En 2004 las exportaciones del sector rebasaron 10 mil 250 millones de dólares, más de 3 mil millones que el año anterior.

No obstante, Hernández advierte que si no colaboran los gobiernos estatal y federal con los empresarios de la electrónica los 15 años de los que se habla pueden extenderse a 30.

Allá en el norte

Los dolores de cabeza no terminan para el pretendido Valle del Silicón mexicano, la competencia está ya en puerta. En junio, comenzará a construirse en Mexicali el parque industrial Silicon Border, que costará 500 millones de dólares.

El acuerdo entre el gobierno de Baja California y la empresa Silicon Border Development, de San Diego, determina la creación de un parque industrial de unas 16 hectáreas.

Se pretende construir un centro internacional de alta tecnología que compita en el mercado norteamericano y mundial de microchips.

México ofrecerá 10 años libres de impuestos a las compañías fabricantes de semiconductores, nacionales y extranjeras interesadas en invertir en el país.

Según datos de la Secretaría de Economía, en los próximos tres años, se espera atraer por lo menos una de las 50 nuevas plantas de semiconductores que habrá en el mundo. Actualmente 60 por ciento de las fábricas están en China. La industria de los semiconductores produce discos de silicio, en los que está grabada la información de cientos de chips, que a su vez permiten el funcionamiento de teléfonos, computadoras, televisores y hasta automóviles §


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