Usted está aquí: sábado 28 de mayo de 2005 Cultura Javier Cercas publica nueva novela para librarse ''de la catástrofe del éxito''

El autor de Soldados de Salamina promueve La velocidad de la luz

Javier Cercas publica nueva novela para librarse ''de la catástrofe del éxito''

El autor español retoma la temática de la guerra, ''porque ésta es fascinante''

Uno escribe para no tener que pensar más en las cosas que le obsesionan, señala

FABIOLA PALAPA QUIJAS

En su reciente libro La velocidad de la luz, que trata sobre la vocación del escritor, la guerra en Vietnam y el fenómeno del éxito, Javier Cercas se libra de una obstinación, porque en cierto modo ''uno escribe para eso, para no tener que pensar más en las cosas que le obsesionan.

''Esta novela es como una especie de exorcismo -y ojalá no me ocurra lo que le sucede al narrador- para librarme de la catástrofe del éxito y gozar de las cosas de bendición. Estoy curado, digamos."

En entrevista, el autor de Soldados de Salamina señala que en 1989, cuando regresó de Estados Unidos, pensó en esta historia, y para olvidarse de esa obsesión terminó por escribir la obra.

Cercas, quien trabajó durante dos años en la Universidad de Illinois, explica que el tema de la guerra se debe a una casualidad, pues ''un escritor no elige los temas, sino que en parte éstos lo escogen a él''.

En sus obras, la guerra aparece de forma un poco lateral, al igual que el éxito y el fracaso, pero el escritor siempre delimita su territorio para moverse.

En el caso de La velocidad de la luz (Tusquets) ''retomo el tema de la guerra, porque conocí a una persona que había estado en Vietnam y me interesó mucho la situación, al igual que algunas anécdotas vinculadas con ella, las cuales me persiguieron desde hace muchos años".

La narración se centra en la amistad del protagonista con Rodney Falk, ex combatiente de Vietnam, al que conoce en la Universidad de Urbana, Illinois.

''No es que me proponga escribir una novela sobre Vietnam -aclara el autor-, tampoco me propuse escribir sobre la guerra civil, sino que para entender y olvidarme de esa obsesión debo abordar esa cuestión fascinante, porque la guerra es fascinante.''

Enfrentarse a la realidad del éxito que surge de improviso es tema de discusión que Javier Cercas plasma en la obra: ''A lo mejor nadie está vacunado contra el éxito; a lo mejor basta tener suficiente aguante con el fracaso para que te atrape el éxito. Y entonces ya no hay escapatoria. Se acabó".

Sobre su propia experiencia comenta que ha manejado el éxito en su vida lo mejor que ha podido.

''Por fortuna no lo he manejado como el narrador de la novela, el protagonista. Lo he vivido bien y felizmente. El éxito es una cosa muy buena. Me puedo dedicar a escribir; ahora, por ejemplo, tengo más lectores de los que tenía."

Imposible, no jugar con la realidad

Sin embargo, para Javier Cercas en gran parte el éxito pertenece al azar de una serie de circunstancias que no se pueden controlar. ''Un escritor es escritor sólo cuando está delante de la computadora, no cuando está de promoción ni haciendo entrevistas. Cuando hace eso a menudo es un farsante que está hablando como un escritor cuando ya no lo es".

El también autor de El móvil afirma que una persona es escritor porque le interesa poner una palabra detrás de otra. ''Crear un mundo con esas palabras e intentar ser más inteligente de lo que es".

Al escritor, quien nació en Ibahernando, Cáceres, en 1962, le gusta jugar con las palabras, pues es jugar en cierto modo con la realidad; ''porque las palabras en gran medida crean la realidad. No concibo un escritor que no juega con la realidad, es imposible para mí".

Respecto de su oficio, manifiesta que si no escribiese sería un peligro público probablemente. ''Escribo porque es una necesidad para mí. Al principio era un sueño de pequeño, después se convirtió en un ejercicio, en una especie de juego, y finalmente es un vicio que de momento no puedo abandonar".

Reflexiona y añade: ''Bueno, puedo concebirme sin escribir, pero no sin leer. Además escribir sirve para leer de forma más honda, más placentera.

''A lo mejor todo es una excusa para poder leer, que es lo que más me gustó antes que escribir."

No obstante que en La velocidad de la luz hace referencias personales, Cercas asegura que no se trata de una novela autobiográfica y no escribiría sus memorias, pues parte de su vida es material de sus obras.

''Yo parto de mi experiencia como todos los escritores, y a partir de ello invento las historias y escribo mis libros."

Quizá cuando tenga 60 años de edad, Javier Cercas podría contar qué hay de verdad rigurosa en todo lo que ha escrito ''sin tener en cuenta que inclusive las memorias tienen una parte inevitable de ficción, porque son literatura, si no, no serían memorias".

 
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