Usted está aquí: lunes 16 de mayo de 2005 Política Nace mezcal zacatecano con sello de migrantes

Nace mezcal zacatecano con sello de migrantes

ALFREDO VALADEZ RODRIGUEZ CORRESPONSAL

Ampliar la imagen En la futura planta mezcalera en Moyahua, algunos de los 21 trabajadores zacatecanos que invirtieron lo que ganaron como migrantes FOTO Alfredo Valadez

Moyahua, Zacatecas, 15 de mayo. No es tequila, pero se produce exactamente con la misma materia prima -agave azul, cuyo nombre científico es Tequilana weberi-, bajo procedimientos y estándares de calidad similares a los de la bebida nacional por excelencia.

No es jalisciense ni oaxaqueña, sino ciento por ciento zacatecana. Si bien aún no se produce en cantidades industriales, empresarios de Francia, China, Hong Kong, Japón, Estados Unidos y algunos países de Latinoamérica ya firmaron cartas de intención para adquirir la bebida.

Es el mezcal El Migrante, proyecto y sueño de 21 zacatecanos que en algunos momomento salieron de la entidad para laborar de jardineros, meseros, panaderos, en la industria de la construcción, así como en la pizca de algodón y tomate en California, Texas e Illinois, muchos como trabajadores indocumentados. Ahora, con sus ahorros, decidieron apostarle a construir una fábrica de mezcal en el sureste de Zacatecas.

Las condiciones existen: geográfica y climatológicamente el sureste del estado cumple con condiciones suficientes para la siembra del agave azul. Sin embargo, en 1996, por una supuesta falta de acuerdos políticos entre el ex gobernador Arturo Romo Gutiérrez y el entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, se dejó a esta localidad fuera de la denominación de origen del tequila.

No obstante, las cualidades naturales de la región han permitido, desde entonces, que cientos de productores hayan dejado los poco rentables cultivos de maíz y frijol para dedicarlos a sembrar agave, el cual vendieron durante muchos años a fabricantes jaliscienses de tequila, sobre todo a finales de la década de los noventa y principios de 2000, cuando los cultivos de la materia prima en Jalisco sufrieron enfermedades como ''el sida del maguey".

Pero eso quedó atrás. Las grandes firmas tequileras de Jalisco aplicaron un plan masivo de siembra de agave y control fitosanitario, y hoy tienen sobreproducción. El precio de la piña de agave ha descendido dramáticamente de unos 25 pesos a sólo dos o tres pesos por kilogramo.

Eso ha cerrado el mercado a centenares de productores zacatecanos, quienes ahora cultivan casi 6 mil hectáreas de agave azul, con un estimado de 450 mil toneladas que están listas para una cosecha cíclica de corte, la llamada jima, y su procesamiento de aquí hasta 2010. Si para agosto entrante no comienza la cosecha se perderá una inversión multimillonaria sólo en los cultivos.

Buscando salidas

Muchos migrantes zacatecanos se volvieron empresarios agrícolas al invertir "sus dolaritos" en la compra de tierras para cultivo de agave azul. Algunos lograron contratos con grandes casas tequileras de Jalisco, como Sauza, Cuervo y Orendáin. Pero se toparon con la realidad de un mercado contraído y la falta de compradores para sus cosechas.

Si no podían exportar más su materia prima a Jalisco, entonces tendrían que procesarla aquí mismo. Hace año y medio decidieron construir una fábrica de mezcal, porque "tequila" es un término prohibido por estas latitudes, aunque la bebida sea exactamente la misma en azúcares y graduación alcohólica.

Encabezados por el ex migrante Rafael Sánchez, Márgaro Zamora y Alejandro Ramírez de Santiago, se agruparon en la sociedad de producción rural La Alteña hasta completar 21 socios (tres de ellos mujeres), de los cuales diez aún trabajan en Estados Unidos. "O sea, van y vienen", dijo a La Jornada Rafael Sánchez, presidente del consejo de administración.

Su ideal es producir un mezcal que cumpla con estándares de calidad internacionales. El proyecto fue aprobado por la Secretaría de Agricultura Ganadería, Pesca y Alimentación, y además obtuvo el difícil registro del Consejo Mexicano Regulador de la Calidad del Mezcal (Comercam).

Los empresarios comentaron que el principal problema al que se han enfrentado es "la canija burocracia de nuestro gobierno de México", pues sólo para gestionar apoyos del Fideicomiso de Riesgo Compartido (Firco) tardaron diez meses.

El proyecto costará al menos 17.8 millones de pesos. Arrancaron con 11 millones, pero varios de los socios se han retrasado en sus aportaciones, pues cuentan con empresas de construcción y perforación de pozos, pero la recesión económica nacional y local les "pegó" y no han podido reunir el dinero restante para la conclusión de la planta mezcalera.

"Necesitamos urgentemente apoyo del gobierno estatal, financiamiento, un crédito blando; no queremos nada regalado, sólo apoyo. Nosotros pagaremos peso por peso, dólares si quieren. Pero con la gobernadora (Amalia García) no hemos podido hablar, ni siquiera nos dejan acercar a ella", reclamó Alejandro Gutiérrez.

El 14 diciembre de 2004, después de dos cancelaciones, los 21 empresarios migrantes colocaron por fin la primera piedra de la nave industrial donde se ubicará su planta mezcalera en este municipio del sureste zacatecano, que limita con Jalisco. "La gobernadora nos dejó colgados. Prometió que venía y no lo hizo. Ella nos retrasó con sus cancelaciones, que porque quería venir y luego nomás mandó a uno de sus empleados", añadieron.

Rafael Sescosse Soto, secretario de Desarrollo Agropecuario estatal, fue el encargado de acudir a dar el espaldarazo a los nuevos empresarios. La piedra conmemorativa de cantera, con el nombre grabado de la gobernadora, se quedó arrumbada en un rincón.

Hoy la nave industrial presenta un avance mayor a 40 por ciento. A pesar de los incrementos en el precio del acero, los dueños de El Migrante pretenden tener lista la planta en julio próximo y en agosto totalmente completo el equipamiento de la misma, con laboratorios, tanques de fermentación, patios de carga, bodegas de añejamiento y reposado. También pretenden construir una planta de tratamiento de aguas residuales y un parque botánico contiguos.

Pero están atorados con los recursos. Les va a faltar algo de dinero. Cosa de unos 6 millones de pesos. Por eso, señaló Rafael Sánchez, los socios de El Migrante "sólo queremos que nos digan si nos pueden apoyar. Les estamos pidiendo un préstamo porque sentimos que tenemos derecho, somos mexicanos que pagamos puntualmente nuestros impuestos. Pero si no pueden, que nos digan, ya veremos cómo le hacemos, aunque vendamos nuestras casas".

El Banco Mexicano de Comercio Exterior (Bancomext) los asesora "y nos echa porras", pero otros, como el presidente de la Asociación de Productores de Agave de la región de Pinos, José Luis Medina Rodríguez, los critica y los ha acusado "hasta de ser narcos".

Sánchez afirmó que "el problema de ese señor, que por cierto no es reconocido por el Comercam, es que estamos afectando los intereses de unos cuantos caciques del sureste de Zacatecas, aliados de toda la vida con el PRI y luego con el PRD.

"Nosotros no estamos interesados en eso; aquí somos apolíticos. No estamos comprados ni vendidos ni casados con nadie. Lo que queremos es trabajar, aquí, en nuestra tierra", señaló.

Una vez que inicie operaciones, la planta de mezcal El Migrante dará empleo directo a 150 personas. Posteriormente se instalarán en la misma zona centros para el aprovechamiento de los derivados del agave.

 
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