Usted está aquí: jueves 12 de mayo de 2005 Política Grupos civiles apoyan a campesinos ecologistas de la sierra de Petatlán

Hombres y mujeres trabajan en forma voluntaria para conservar los bosques

Grupos civiles apoyan a campesinos ecologistas de la sierra de Petatlán

Reforzarán la defensa de Felipe Arreaga, preso en Zihuatanejo desde hace más de 6 meses

ROSA ROJAS/I ENVIADA

Ampliar la imagen Mediante el cuidado de los bosques, las familias del ejido La Botella, del poblado Zapotillal, municipio de Petatl� Guerrero, ahora viven mejor FOTO Rosa Rojas

Zapotillal, Municipio de Petatlan, Gro. Representantes de Greenpeace México, del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) y del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan (CDHMT) se comprometieron a reforzar la lucha de los campesinos ecologistas de la sierra de Petatlán por la conservación de los bosques, la justicia y el desarrollo sustentable.

En diferentes momentos, durante un recorrido de dos días con integrantes de las organizaciones Mujeres Ecologistas de la Sierra de Petatlán (OMESP) y Ecologista de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán (OESP) por diversos poblados de la zona, Abel Barrera, de Tlachinollan; Héctor Magallón, de Greenpeace México, y Priscila Rodríguez, del Cemda, manifestaron su admiración por el trabajo que realizan, a pesar de las autoridades (municipales, estatales y federales), hombres y mujeres sin ninguna instrucción pero con gran valentía, amor a la naturaleza, conocimiento de los ciclos de la vida silvestre y extraordinaria capacidad de organización y entrega.

Rodríguez, Barrera y Magallón expresaron a sus anfitriones su repudio al acoso policiaco y militar de que han sido objeto los principales dirigentes ecologistas de la sierra, y manifestaron su solidaridad con Felipe Arreaga, quien participó en la fundación y la lucha de ambas organizaciones, recluido desde hace más de seis meses en el penal de Zihuatanejo acusado de homicidio, y a quien Amnistía Internacional considera "preso de conciencia". Asimismo ofrecieron continuar con las denuncias, a escala nacional e internacional, sobre las injusticias que enfrentan y las difíciles condiciones en que viven.

Fabricación de delitos

Barrera informó que además de la defensa de Arreaga, que lleva el abogado Mario Patrón, de Tlachinollan, el CDHMT procederá a estudiar los expedientes de las averiguaciones previas levantadas contra quienes han encabezado la lucha para frenar la tala inmoderada, con el propósito de ver qué se puede hacer para su defensa legal.

Es indignante, agregó, ver cómo "se fabrican delitos en su contra, y hasta el Ejército se está prestando a este trabajo sucio, que es impedir que el bosque sea para la gente que vive aquí". A su vez, el representante de Greenpeace México consideró "histórico" que por primera vez los campesinos se hayan denominado ecologistas, y comentó: "a alguien le estorba lo que ustedes hacen, que se organicen y adopten acciones para lograr lo que quieren".

Rodríguez propuso la realización de talleres de capacitación en materia de defensa ambiental. Ella y Magallón enfatizaron la necesidad de que se pague a los campesinos ecologistas por los servicios ambientales que prestan a la sociedad, tanto a escala local como planetaria, y ofrecieron asesorarlos para el trámite de dicho pago ante las autoridades competentes.

Durante el recorrido por los poblados de Cuajinicuilar, El Parasal, Arcelia, La Botella, Canalejas, Zapotillal y Banco Nuevo se visitaron áreas de reforestación con cedro rojo, realizada por integrantes en la OMESP. Ahí, la presidenta de la organización, Celsa Valdovinos Ríos, esposa de Felipe Arreaga, comentó que muchos arbolitos se han secado porque los ha atacado una plaga de gusano. Señaló que solicitaron que asistiera una bióloga de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), quien les dijo que "no hay manera de combatir la plaga, porque se necesitan líquidos muy fuertes y el organismo no tiene dinero", y les propuso que los campesinos "sólo le trocen al arbolito la parte donde le caiga la plaga".

En Cuajinicuilar, Maximimo Calderón informó que en 2004, once campesinos formaron un grupo de protección civil y entre todos sembraron 14 mil árboles. Hacen guardarrayas y combaten incendios forestales en forma voluntaria, pero nadie les paga salarios ni les da capacitación.

"Tenemos 10 años trabajando con el hermano Felipe (Arreaga). Yo fui testigo de él (en el juicio), porque el delito del que lo acusan es por la ecología. El dice que cuidemos el bosque no para él, sino para nosotros, para nuestros hijos, porque él ya se va a morir. Les dice a los muchachos que él cuida los árboles para que ellos sepan mañana qué es un bosque, que hay que cuidarlo para que tengamos agua. En eso nos ha concientizado, porque en aquellos tiempos, para cruzar el río, uno tenía que quitarse los pantalones, y ahora, con tanta tala, cruzamos con el agua hasta la espinilla."

Don Maximino es uno de los campesinos que han empezado a recolectar semillas de cedro y otros árboles nativos. Apenas acaba de venderle a la Conafor 15 kilogramos de semilla de esta especie a 800 pesos el kilo. De un kilo se obtienen 7 mil árboles. "También queremos poner acá un vivero para ya no acarrear las plantas desde Petatlán", comentó.

Un hecho que llama la atención en estos pueblos es que no hay basura en calles ni en ríos. Aunque en ellos, como en todas partes, proliferan en las tienditas la comida chatarra y los refrescos en botellas de plástico y latas, pero ni las bolsas ni los envases quedan regados en calles y lotes baldíos. La población se organiza para hacer la limpieza y, más aún, hay educación ambiental para no tirar basura dondequiera.

Los campesinos ecologistas también realizan tareas de vigilancia para que no haya sobrexplotación de langostinos, camarones, truchas y carpas -éstas cultivadas- que existen en los ríos de la sierra.

Don Maximino mencionó que se requiere asesoría para poner "viveros de camarón", y apoyo con maquinaria para hacer las pozas. "Uno ya está cansado de ir a las dependencias, pierde dinero y sólo le hacen caso a sus allegados". Explicó que para las camaroneras se requieren pozos de 25 metros de ancho por 50 de largo, lejos del río. Se llenan de agua y se les pone una malla para que no se salgan los camarones, "porque los de acá son muy andariegos".

Comentó que, "según nuestro gobierno, se acabó la pobreza, pero sólo para Vicente Fox y sus funcionarios. Aquí nadie recibe apoyos. Dijeron que la carretera de Petatlán al Rincón ya estaba pavimentada y ahí está la brecha. Pensamos que a lo mejor sí pueden cambiar las cosas con el nuevo gobierno estatal (del perredista Zeferino Torreblanca); cuando menos que no nos siga estropeando y que no nos falte al respeto como humanos, con eso salimos ganando, que deje trabajar a la gente como ha estado trabajando".

En Canalejas, Julia Gómez Bautista -de 51 años y con 15 hijos, de los cuales 10 viven con ella- mostró su hortaliza en el patio de su casa. Como otras cinco que se visitaron, está cercada con malla de gallinero. La OMESP consiguió recursos económicos con algunas fundaciones, como Misereor, para la cerca y las semillas. Sembraron tomate verde, jitomate, jícama, cilantro, pepino, lechuga, sandía jamaica, rabanitos y col. "Ya casi todo rindió", comentaron las orgullosas mujeres al mostrar sus huertos, donde lo único que va quedando son grandes coles y algunos pepinos y sandías.

Julia informó que Celsa Valdovinos les recomendó sembrar cercos vivos alrededor del huerto, y ella puso cedros, palos de nanche y de limón. Dijo que ahora la familia come mejor, pues antes no tenían dinero para ir hasta Petatlán a comprar verduras, ya que además de lo que cuestan, se ahorra cuatro horas de viaje en microbús y 140 pesos que cuesta el pasaje de ida y vuelta.

Un río limpio y con más agua

En Zapotillal -donde tiene su casa Celsa, que dejo a cargo de una sobrina para irse a vivir a Petatlán desde que metieron a la cárcel a Felipe Arreaga- se realizó la asamblea de la OMESP en el auditorio del pueblo, un claro en medio del bosque, con bancos de madera, adonde acudieron 35 de las socias de la organización. El resto no llegó porque el día de la reunión coincidió con una visita del obispo de Acapulco a la región y muchas mujeres acudieron a verlo.

En la asamblea unas 15 mujeres tomaron la palabra para ponderar las ventajas de cuidar el bosque: "eso es bien para nosotros y para los de abajo (de Petatlán y Zihuatanejo)", dijeron. Comentaron la labor que han realizado Felipe Arreaga y Celsa en favor del bienestar de las comunidades, así como los obstáculos que han ido venciendo, inclusive con sus propios esposos, que se resistían a permitirles participar en la organización.

"No es fácil organizarse, pero poco a poco, como compañeras, lo hemos ido logrando. Las familias se alimentan mejor. El río tiene más agua y está más limpio. Celsa fue la valiente, porque no es fácil enfrentarse a los problemas. Nos ha afectado mucho que agarraran a Felipe, porque él nos apoyaba, nos asesoraba y nos daba aliento", señalaron.

Varias socias manifestaron que necesitan asesoría técnica para no tener que usar químicos en sus hortalizas y combatir las plagas con métodos orgánicos, porque ahora los tomates crecen bien, "pero luego se charrascan, como que se queman y se mueren". Celsa informó que este año iban a empezar a producir abono orgánico, "pero como agarraron a Felipe se nos vinieron abajo todos los planes".

En el paraje El Otate, de Banco Nuevo, Eva Alarcón, asesora de la OESP, informó que los campesinos de la organización no realizan labores de reforestación y dejan que el bosque se regenere solo. Unicamente cuidan que no se queme y no se tale, además de que no haya cacería. Con estas acciones han logrado que crezca la población de animales silvestres, como venados, jabalíes, tejones, armadillos y víboras de cascabel. Hasta un jaguar se apareció desde hace dos años.

Explicó que llamaron a Vida Silvestre, de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, para que viniera a la zona y documentara que el jaguar existe, así como para que se tomaran medidas, porque hace año y medio mataron uno, pero sólo contestaron que carecían de presupuesto para hacerlo.

 
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