Usted está aquí: martes 10 de mayo de 2005 Deportes A pesar de mis 42 años sé que todavía puedo, dice la marchista Chela Mendoza

Con el pase al Mundial, regresó de Perú el equipo de caminata

A pesar de mis 42 años sé que todavía puedo, dice la marchista Chela Mendoza

ROSALIA A. VILLANUEVA

Con el trofeo de campeones Panamericanos, cuatro medallas ganadas y el boleto al Mundial de Atletismo, regresó de Perú el equipo varonil y femenil de marcha.

"A pesar de mis 42 años sé que todavía puedo", expresó sumamente emocionada Graciela Chela Mendoza, quien a su edad sumará sus quintos mundiales del orbe luego de registrar un tiempo de una hora 33 minutos y 4 segundos, en la prueba de 20 kilómetros, con lo que ganó el metal de bronce en la cita de Lima.

La michoacana trató de que las lágrimas no se percibieran ante las cámaras de televisión porque estaba contenta, aun cuando hubo gente que decía "que ya estaba acabada, fueron cuatro años en que no daba resultados, me ponían trabas, además de mi lesión, que duró como dos años. Pero poco a poco me he recuperado", explicó.

Para Chelita, quien dentro de su palmarés tiene tres juegos olímpicos, la última participación fue en Sydney 2000, el hecho de doblarle la edad a las rivales y sus propias compañeras, no significa de que se carezca de marchistas, sino que "a las muchachas les falta lo que me sobra a mí: coraje".

Agradeció a su entrenador, Juan Hernández, la confianza depositada en ella, quien como siempre la esperaba en el aeropuerto capitalino, así como al doctor Fernando Alarcón, ya que gracias a él ha podido dejar atras sus lesiones y lograr su actuación; sin embargo, la marchista aprovechó para elevar su voz al asegurar que si al estado de México, entidad a la que representa, no le da el apoyo para los tres meses que le faltan para encarar la justa filandesa, ella buscará lo necesario para que "a Juan (su entrenador) no le haga falta dinero en su bolsillo.

"Siempre he estado sola y me da mucha tristeza que a los varones se les de más apoyo. Espero que este resultado sensibilice a las autoridades", concluyó.

Por su parte, el mexiquense Mario Solís señaló que, además de la medalla de oro que ganó en los 50 kilómetros, con tres horas 54 minutos y 22 segundos, es un mérito personal y de su hermano, quien es su entrenador, porque "sin apoyos ni alimentos no se hace nada y se debe a que hay mucha crisis en el deporte".

Horacio, el más joven del grupo, indicó que le gustaría hacer un buen papel en este que será su primer mundial, pero sobre todo, destacó, que ahora sí se puede hablar de la nueva generación que hay en la prueba de 50 kilómetros.

Comentó que también le gustaría participar en la Universiada, pero como se empalma con el campeonato mundial, le dará prioridad al segundo.

 
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