Usted está aquí: viernes 6 de mayo de 2005 Cultura Carlos Prieto conquistó con su música la vasta región de Siberia

Presentó la versión al ruso de su libro Aventuras de un violonchelo, en Moscú

Carlos Prieto conquistó con su música la vasta región de Siberia

Doble evocación de Revueltas al abrir exposición fotográfica e interpretar al compositor

Ofreció 14 conciertos a sala llena e impartió clases magistrales durante su intensa gira

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Ampliar la imagen El violonchelista mexicano Carlos Prieto; durante su visita a la capital rusa FOTO Juan Pablo Duch

Moscu, 5 de mayo. La vasta región de Siberia ocupa ya un lugar destacado en la larga trayectoria de éxitos internacionales del violonchelista mexicano Carlos Prieto, quien también presentó en esta capital la versión en ruso y actualizada de su libro Aventuras de un violonchelo, suma de profunda investigación y amenas anécdotas relacionadas con el Piatti, creado por Antonio Stradivari hace 285 años, su inseparable instrumento durante ya casi tres décadas.

La conquista de Siberia, musicalmente hablando, por parte del aclamado solista mexicano se concretó en 14 conciertos a sala llena, junto con clases magistrales en las escuelas superiores de música de Novosibirsk, Irkutsk, Chitá, Tomsk, Kémerovo, Mezhduriechinsk, Novoskusnetsk, Biisk, Akademgorodk, Ulán-Udé, por mencionar las principales etapas de esta gira.

''La reacción del público, en todos los sitios, fue muy calurosa. Me quedé entusiasmado de ver la afición y el interés que allá tiene la gente por la música clásica, algo realmente extraordinario", comparte Carlos Prieto sus impresiones con La Jornada.

La plática tiene como escenario el Hotel Nacional de Moscú, un lugar pleno de evocaciones para Prieto, porque ahí mismo, siendo él estudiante del idioma ruso, en el otoño de 1962, se reunía todos los días con el insigne compositor Igor Stravinsky, viejo amigo de su familia, durante la histórica visita que realizó, a invitación de las autoridades soviéticas, tras una ausencia de casi medio siglo.

''Siempre había querido conocer a fondo Siberia, desde la primera imagen que tuve de niño a través de la lectura de Miguel Strogoff, de Julio Verne, hasta la segunda imagen que me había formado, la Siberia del siglo XIX, la del exilio de grandes personajes, como los decembristas o Fiodr Dostoyevsky, y durante el siglo XX, para mí Siberia estaba relacionada más bien con los terribles campos de concentración de los prisioneros políticos", apunta.

Sonidos celestiales

El intenso recorrido -12 horas de vuelo, más de 50 horas de tren, cientos de kilómetros por carretera-, llevó a Prieto a la zona industrial en el oeste de Siberia y a la parte oriental, más allá del lago Baikal, en la taiga, sin faltar el montañoso territorio de Altai y la sureña república autónoma de Buriatia, colindante con Mongolia.

Con la colaboración de Mijail Arkadiev, al piano, el violonchelista mexicano ofreció un programa muy variado, con obras de Zoltán Kodály, Dmitri Shostakovich o Astor Piazzolla, que invariablemente incluyó también piezas de Silvestre Revueltas, Manuel Enríquez, Joaquín Gutiérrez Heras y otros compositores nacionales de renombre.

En Tomsk, en un acto enmarcado en el Festival Internacional de Música Edison Denisov, llamado así en honor del gran compositor originario de esa ciudad, Prieto tocó por primera vez en Rusia el Concierto para cello y orquesta, de Federico Ibarra. El director moscovita Serguei Kiss estuvo esa noche al frente de la Filarmónica de Tomsk.

''El virtuoso Prieto es capaz de extraer de las cuerdas sonidos celestiales que hacen que la música domine por completo los sentimientos del público", escribió la crítica siberiana Tatiana Tiurina, del diario Kusnteski rabochi, en una reseña que lleva por título todo un reconocimiento al músico mexicano: ''El violonchelo en manos de un genio".

Carlos Prieto, confía a La Jornada, vivió una curiosa experiencia en Novosibirsk, cuando las autoridades de esa ciudad, a falta de representantes del gobierno de México, le pidieron inaugurar una exposición de fotografías del Archivo Casasola.

''Ahí se dio el mismo día la presencia de Silvestre Revueltas en dos formas, en foto y en música, porque justo detrás del podio, donde no me quedó más remedio que decir un discurso y declarar abierta aquella exposición, estaba una foto del compositor y, unas horas después, di un recital que incluía una obra de él", comenta.

Volumen actualizado

Sin duda, esta gira no podía tener mejor colofón que la presentación en Moscú del libro Aventuras de un violonchelo, traducido al ruso y en versión actualizada, seguido de un recital de Carlos Prieto, en un emotivo acto que sirvió para inaugurar el Centro Cultural Tchaikovsky, la casa en que vivió en el compositor entre 1872 y 1875.

Aleksei Selezniov, profesor emérito de violonchelo del Conservatorio de Moscú, dijo, ante los numerosos asistentes, ''en cuanto a su calidad de intérprete, nadie tenía duda de que Carlos Prieto está entre los grandes en el mundo, pero resulta muy grato descubrir que también es un excelente escritor y voy a recomendar a todos mis alumnos que lean este libro. Es un texto imprescindible".

 
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