Usted está aquí: jueves 5 de mayo de 2005 Mundo Blair, claro favorito para la elección de hoy en Gran Bretaña según sondeos

Un regreso de los conservadores pondría en peligro la estabilidad económica, dice

Blair, claro favorito para la elección de hoy en Gran Bretaña según sondeos

Sería el primer dirigente del Partido Laborista en ganar tres comicios consecutivos

AFP, DPA, REUTERS Y THE INDEPENDENT

Ampliar la imagen Un caza aut�fos se apost� el centro de la ciudad de Dumfries con una foto del primer ministro brit�co Tony Blair, que ayer cerr�mpa�n busca de una tercera elecci�OTO Reuters

Londres, 4 de mayo. Pese a las críticas por la invasión a Irak, el primer ministro laborista Tony Blair se encamina a obtener un tercer mandato en las elecciones de mañana jueves en Gran Bretaña, según los últimos sondeos que le dan 14 puntos de ventaja sobre su rival más próximo.

En el último día de campaña, Blair, quien el viernes cumplirá 52 años, continuó pregonando a los electores los "éxitos económicos" del laborismo, y advirtiendo del "peligro" de una victoria conservadora.

Acompañado de su ministro de Finanzas, Gordon Brown, y del gabinete en pleno, Blair resumió: "Sólo hay una opción: un gobierno laborista o uno conservador".

Advirtió entonces que un voto de protesta por Irak podría significar el regreso de los conservadores, lo que haría, dijo, "peligrar" la estabilidad económica y "pondría en riesgo las cosas que la gente valora más".

La víspera, familiares de soldados británicos fallecidos en Irak exigieron una investigación independiente sobre la legalidad de la invasión a Irak, que Blair justificó diciendo que el gobierno de Saddam Hussein era una amenaza y que tenía armas de exterminio masivo listas para atacar al país en pocos minutos.

"No importa lo que digan los sondeos: en los distritos claves algunos centenares de votos o algunos miles de votos pueden ser determinantes", señaló por otro lado Blair, cuando los indecisos constituyen una tercera parte de los 44 millones de electores inscritos.

También Gordon Brown -que se ha convertido en uno de los principales apoyos para Blair, acorralado por embarcar al país en la guerra, sin el aval de Naciones Unidas- defendió los logros del laborismo.

El titular de Finanzas, que se prevé remplazará a Blair en la jefatura del gobierno, quizá a mediados del mandato, insistió también en que mañana "los británicos harán frente a una decisión fundamental", pues una vuelta de los conservadores "sería perjudicial" para los logros económicos.

La principal arma electoral de Tony Blair en esta búsqueda de votos ha sido el crecimiento sostenido de la economía británica, aunque la firma SPSL dijo recientemente que el número de consumidores en las tiendas minoristas cayó 5.3 por ciento comparado con abril de 2004.

Sin embargo, el PIB británico registró un alza de 3.1 por ciento en 2004, y la tasa de desempleo se situó en 4.8 por ciento, mucho menor que en los países de la zona euro.

Por lo pronto, los sondeos muestran que Blair parece indemne a la tormenta provocada por el debate sobre la legalidad de la guerra en Irak, y a las protestas de millones de británicos para tratar de detener la invasión del país árabe ocurrida en marzo de 2003.

Según un sondeo publicado este miércoles por el periódico conservador The Times, los laboristas obtendrían 41 por ciento de los votos, mientras que los conservadores, con Michael Howard, descienden hasta 27 por ciento, la cifra más baja registrada en la actual campaña electoral por ese partido, que propuso un programa basado en el control de la inmigración y más policías.

Los liberales demócratas de Charles Kennedy, tercera fuerza política, han logrado el mejor porcentaje desde la apertura de la campaña, alcanzando 23 por ciento de los votos.

Si el jueves se confirman esas cifras, los laboristas llegarán nuevamente al poder con una amplia mayoría en el Parlamento, y Blair se convertirá en el primer dirigente de la historia de su partido en imponerse en tres elecciones consecutivas.

Mientras, en un intento por ganar votos de los indecisos, el líder conservador Michael Howard, quien apoyó la guerra contra Irak, recorría también el país llamando a poner fin a "ocho años de promesas rotas".

El líder tory afirmó que son las mentiras de Blair, y no los ataques de los conservadores sobre la integridad del primer ministro, la causa de la caída de la confianza de los británicos en los políticos.

A su vez, el dirigente liberal demócrata Kennedy -cuya campaña es la única que ha sido calificada de "positiva" por los electores- planteó que el primer ministro no merece una mayoría.

"En víspera de las elecciones subsiste una pregunta: Si Tony Blair no podía confiar en el Parlamento, dándole un informe completo sobre Irak, por qué, el 5 de mayo, el país debería confiar en él", señaló.

En el contexto de la campaña, por otro lado, Blair y su esposa Cherie dieron su primera entrevista conjunta al diario más leído de Gran Bretaña, The Sun, propiedad del magnate derechista Rupert Murdoch, quien llamó a sus lectores a dar al primer ministro una "gran mayoría".

El fotógrafo del diario sensacionalista desafió a Blair a quitarse la camisa ante su cámara para comprobar que estaba en buena forma física. El primer ministro bromeó entonces que podía hacer el amor "cinco veces en una noche". Cherie, una abogada de derechos civiles, dijo a su vez que su marido es un "galán romántico" y "fiel".

Los principales tabloides, que antes apoyaban a los conservadores, han llamado a votar por el laborismo, un partido que bajo el liderazgo de Blair se ha orientado hacia una economía liberal. Sin que haya una norma, las elecciones se realizan en jueves, al parecer por una tradición que proviene del hecho de que a los trabajadores se les solía pagar el viernes. Los jueves ya no les quedaba dinero, por lo que no se podían emborrachar, y estaban sobrios.

 
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