Usted está aquí: jueves 5 de mayo de 2005 Mundo Oposición a la guerra causa problemas a planes de reclutamiento en Estados Unidos

El ejército está 16% por debajo de su necesidad de nuevos reclutas: Washington Post

Oposición a la guerra causa problemas a planes de reclutamiento en Estados Unidos

DAVID BROOKS CORRESPONSAL

Ampliar la imagen El presidente Bush participa en Washington en un debate sobre seguridad social FOTO Reuters

Washington, 4 de mayo. Cada día menos ciudadanos están dispuestos a ser soldados en una guerra a la que se opone una mayoría de estadunidenses, lo que obliga a los reclutadores a medidas extremas, inclusive alistar a recién egresados de manicomios.

El apoyo popular a la decisión de ir a la guerra en Irak se ha desplomado a su nivel más bajo desde el inicio de la invasión, según la encuesta más reciente de USA Today/CNN/Gallup: 57 por ciento dice ahora que la guerra "no valió la pena" frente a solo 41 por ciento que opina que sí.

No extraña, por tanto, que los reclutadores militares estén enfrentando una tarea cada vez más difícil. El ejército estadunidense reportó esta semana que sus esfuerzos continúan siendo insatisfactorios y que sólo alcanzó 60 por ciento de su meta mensual de 6 mil 600 nuevos reclutas en abril, el tercer mes consecutivo que no logró la meta.

El Washington Post informó que el ejército está 16 por ciento por debajo del nivel de nuevos reclutas que debería tener para estas fechas del año fiscal, calculando que en las proyecciones para el año quedarán 10 por ciento por debajo de sus metas.

Así, se intensifican las campañas para atraer a más jóvenes a las filas militares y se piensa ofrecerles beneficios e incentivos. Pero, al parecer, la necesidad está obligando a algunos reclutadores a emplear medidas más extremas.

Un estudiante de 17 años decidió investigar hasta dónde llegarían los reclutadores para buscar nuevos soldados, e inventó un escenario: contactó a la oficina local de reclutamiento militar en Colorado y le informó que había dejado la preparatoria y no contaba con título (requisito mínimo para ingresar a las fuerzas armadas).

"No hay problema", le respondió el reclutador, quien le sugirió que inventara un título falso de una preparatoria inventada.

El joven, estudiante y periodista con altas calificaciones, grabó todo el intercambio telefónico. Hizo lo sugerido, fue al sitio de Internet indicado y por 200 dólares logró un título fabricado, con todo y el registro de calificaciones y el nombre inventado de la escuela sugerida por el propio reclutador.

No sólo eso: el joven hizo otra prueba, y le dijo al reclutador que tenía un problema de drogadicción (las fuerzas armadas rechazan a cualquiera que use drogas ilícitas). Otra vez el militar le dijo que no había problema, que fuera a comprar un "destoxificador" que ocultaría su uso de mariguana para pasar el examen de drogas, y ya.

Toda esta grabación fue entregada y trasmitida por CBS News, que enfrentó a los oficiales militares; éstos indicaron que sólo podían decir que fue "inaceptable" el comportamiento del reclutador.

También está el caso de un hombre recién egresado de una estancia de tres semanas en un manicomio por "desorden bipolar", quien fue reclutado a pesar de saberse su antecedente, y sólo cuando oficiales superiores se enteraron de su condición anularon su contrato antes de ser enviado posiblemente a Irak, informó el diario The New York Times.

Pero según este reportaje, varios reclutadores están evadiendo las normas al esconder historiales médicos o criminales para lograr cumplir con sus metas.

"El problema es que nadie quiere ingresar (a las fuerzas armadas)", declaró un reclutador al rotativo, y justificar así la violación de las reglas sobre requisitos y normas para potenciales nuevos soldados, y señaló que sus superiores alentan esto bajo la presión de intentar cumplir con las metas.

El Times entrevistó a un reclutador militar, veterano de combate en varios conflictos, quien indicó que uno de cada tres nuevos reclutas tenía un problema que se debía ocultar: "La única gente que desea ingresar al ejército ahora.... tiene algo mal, algún problema de salud, con la policía o de drogas".

Al parecer, luchar por la "libertad" en el mundo en la guerra del presidente George W. Bush no es lo más atractivo o heroico para los jóvenes, a menos que estén sufriendo algún problema personal.

Ni misiones aparentemente imposibles como "traer la cabeza de Osama Bin Laden sobre hielo" -la orden que tenía el agente de la CIA que encabezó la primera incursión estadunidense en Afganistán después del 11 de septiembre- parecen producir cada vez menos entusiasmo patriótico juvenil como para entrarle a esta aventura bélica.

 
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