Usted está aquí: jueves 5 de mayo de 2005 Espectáculos En Cruzada vemos un estado de paz que hoy no hemos logrado: Scott

La cinta se estrena simultáneamente en México y en Estados Unidos

En Cruzada vemos un estado de paz que hoy no hemos logrado: Scott

Es un periodo muy rico, que tiene muchos paralelismos con el tiempo actual, dice el director

La cinta usa los sucesos reales como telón de fondo para mostrar un profundo drama humano

JORGE CABALLERO

Ampliar la imagen Orlando Bloom y Liam Neeson, en una escena de la cinta

Del director británico Ridley Scott (Gladiador, Blade runner y La caída del halcón negro), hoy se estrena su más reciente filme Cruzada, esa colisión entre Europa y el Oriente que durante 200 años conformó al mundo, todo esto visto a través de la perspectiva de un joven francés quien descubre que su destino está en convertirse en caballero para vivir la gloria de defender al pueblo cristiano. Una enorme cinta con la cual se inician los estrenos hollywoodenses de verano.

En Cruzada, Ridley Scott narra la arrebatadora historia de las Cruzadas. Utilizando hechos históricos como telón de fondo para un drama humano íntimo, imprimiéndole a la añeja mística del caballero errante para traer a la vida la lucha de dimensiones titánicas entre moros y cristianos por la Tierra Santa, que se desarrolló hace ya un milenio y que aún hoy en día tiene repercusiones.

Orlando Bloom protagoniza Cruzada como Balian, un herrero quien ha perdido a su familia y está a punto de perder la fe, pero su padre Godfrey de Ibelin (Liam Neeson) lo lleva a las guerras religiosas en Tierra Santa y le otorga el título de barón, el destino lo conduce hacia Jerusalén, donde se enamora de la princesa Sibylla (Eva Green), se convierte en líder, para finalmente utilizar todo su valor y pericia para defender la Ciudad Santa contra un enemigo avasallante, entre la Segunda y la Tercera Cruzadas.

Scott menciona: "Siempre quise hacer una película acerca de los caballeros y los tiempos del medievo, en especial acerca de las Cruzadas. De manera histórica, el caballero, como el vaquero o el policía, representa a la persona que vive a las orillas de su cultura en algún tiempo en particular. Estas figuras siempre nos han dado grandes oportunidades para contar historias que conllevan los atributos del héroe. Y uno de los más importantes de estos atributos es que el personaje lleva consigo su propia dimensión de la equidad, lealtad y conducta caballeresca".

Con la consigna de "¡Así lo quiere Dios!", el papa Urbano II en 1095 llevó a la Europa cristina a un frenesí para reclamar la Ciudad Santa de Jerusalén, conquistada por los ejércitos moros cuando arrasaron con el Medio Oriente en el siglo VII. Miles acudieron al llamado, desde reyes hasta campesinos, y oleadas sucesivas de cruzados se pusieron en camino hacia el Oriente en los siguientes 200 años, poniendo sitio a ciudades antiguas, fundando reinos, y sembrando la semilla del conflicto religioso para los siglos venideros.

Jerusalén fue retomada en la Primera Cruzada (en total hubo ocho), y varias generaciones de príncipes cristianos ahí gobernaron. Pero para el año 1186, el reino está repleto de conflictos internos y el creciente poder de Saladino amenazaba su existencia, la cual sólo es posible con la renovación de la guarnición con las fuerzas frescas que llegan provenientes de Europa. Un vasallo del rey, como Godfrey, podría regresar a su patria a reclutar nuevos guerreros para la Tierra Santa. Godfrey, desde luego, tiene otra misión.

Ridley Scott había estado desarrollando un proyecto llamado Trípoli con el guionista William Monahan cuando empezaron a cavilar el hacer una película acerca de algún aspecto de las Cruzadas. "Es un tiempo muy rico en historia. Si examinamos estos 200 años históricamente, podemos ver cada tonalidad posible del comportamiento humano. Uno puede entrar y casi con precisión quirúrgica, seleccionar el momento que quiera explorar", menciona Scott.

La sensibilidad y la percepción del guión de Monahan en las manos de un cineasta admirado como Ridley Scott atrajo mucho del talento que poblaría y crearía la cinta. "Es una era que tiene muchos paralelos con el mundo contemporáneo: cómo los cristianos tratan a los musulmanes y cómo éstos tratan a los cristianos, cómo se valen el uno del otro, y cuáles son sus objetivos reales", nos comenta Jeremy Irons. "Esta historia tiene reverberaciones en el mundo de hoy."

Scott hace énfasis en el hecho de que está creando una cinta basada en la historia, no un documental. Cruzada usa los sucesos históricos como un lienzo en el cual se pinta un drama humano muy profundo. "Hemos seleccionado un punto en la historia en donde vemos un estado de paz que no hemos sido capaces de lograr hoy en día. Eso es lo que lo hace fascinante. Tratamos de mostrar ambos lados en un entorno balanceado", menciona Scott.

 
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