MEXICO SA
La caída de la economía dará más trabajo a los jilgueros del cambio
La maravillosa flexibilidad de la ''ley''
MUY MOLESTO QUEDO EL inquilino de Los Pinos con el reporte del Fondo Monetario Internacional sobre el rezago que muestra la economía mexicana y su caída (cinco escalones) en el ranking mundial.
ES DE SUPONER QUE EL equipo económico del presidente Vicente Fox conocía dicho reporte y el efecto que ocasionaría. De hecho, el coordinador de Políticas Públicas, Eduardo Sojo, intentó adelantarse al informe del FMI y días atrás cuestionó la validez de otras proyecciones divulgadas por el organismo, referentes a la probable evolución (menor que la reportada en 2004) del producto interno bruto mexicano en 2005 y 2006.
POR LO VISTO, LOS JILGUEROS del gobierno del "cambio" tendrán que dedicar mayor tiempo y esfuerzo en su intento por desmentir o "matizar" (Fox dixit) las no muy gratas estimaciones que sobre el futuro de la economía mexicana han hecho, hacen y harán los organismos financieros internacionales, porque la coincidencia es plena.
AL PRESIDENTE FOX le molestó que el FMI no incluyera a la mexicana entre las diez primeras economías del mundo, y registró un ataque hepático cuando se enteró que durante su gobierno -como él le llama- cayera hasta la décimo cuarta posición.
SEMANAS ATRAS, LA COMISION Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) objetó la consistencia de los "datos duros" que utiliza el inquilino de Los Pinos para "sustentar" que todo va de maravilla, entre ellos de manera destacada el comportamiento del producto interno bruto por habitante. De acuerdo con la versión oficial, este indicador ha crecido en términos reales a lo largo de los cuatro años recientes.
SIN EMBARGO, LA CEPAL sostiene que tras casi dos décadas de "reformas estructurales" la economía mexicana parece entrampada en un escenario de bajo crecimiento económico y por primera vez en la historia moderna del país el PIB por habitante registró una caída en términos reales durante tres años consecutivos, es decir, entre 2001 y 2003.
MÉXICO, PRECISA EL organismo, "aún no logra insertarse en una senda de crecimiento elevado y sostenido. La experiencia de la última liberalización económica ha sido muy desalentadora para quienes esperaban una amplia, dolorosa, pero favorable reasignación de los recursos a favor de los bienes exportables tradicionales, que hacen uso extensivo de mano de obra y de recursos naturales".
REFIERE QUE TRAS LA CAIDA de 6.2 por ciento del producto interno bruto real en 1995, la mayor en más de 50 años, el crecimiento económico se reanudó en el periodo 1996-2000. Sin embargo, esta expansión se interrumpió súbitamente en los años 2001-2002 y el producto interno bruto per cápita se redujo en términos reales. En promedio, entre 1985 y 2002 este indicador aumentó a una tasa de 2.2 por ciento anual, es decir, apenas medio punto porcentual por encima de la tasa de crecimiento de la población. Medido en dólares de valor constante, para entonces fue equivalente a poco más de 20 por ciento del PIB por habitante correspondiente a Estados Unidos. La diferencia sería casi 10 puntos porcentuales mayor que en 1981 y similar a la registrada 50 años antes. En otras palabras, durante esos cinco decenios el PIB per cápita real de México no ha logrado aproximarse de manera significativa al de su vecino del norte.
LA VALIDEZ DE LA versión oficial sobre el incremento del PIB por habitante ya fue cuestionada; también la supuesta aceleración de la economía mexicana y sus mayores tasas de crecimiento. No es para celebrarlo, pero ¿qué otro "dato duro" se le desmoronará en las manos al inquilino de Los Pinos? No se pierda el próximo informe de los organismos financieros internacionales.
EN MATERIA DE CRECIMIENTO económico -por limitarnos a un solo renglón-, los resultados del "cambio" son verdaderamente deprimentes. Para recordar momentos más felices que el actual, hay que señalar que las mayores tasas de incremento anual del PIB se registraron en 1905 con Porfirio Díaz y sus científicos en el gobierno (10.34 por ciento); 1933 con Abelardo L. Rodríguez (10.95) y 1964, último año de la administración de Adolfo López Mateos (11.01) Desde 1983, la economía mexicana va a paso de tortuga.
EN OTRO TIPO DE TELENOVELA, el precio de las acciones de Tv Azteca orden recuperó una pequeña porción del terreno perdido tras la más reciente pataleta de Ricardo Salinas Pliego. En la jornada bursátil de ayer, dichos papeles llegaron a reportar un alza superior a 5 por ciento, aunque al término de la misma el avance rozó el 3 por ciento.
AUN ASI, EL PRECIO DE LAS acciones de la televisora del Ajusco se encuentra en niveles similares al reportado un año atrás, cuando aparentemente se había recuperado de la sacudida que implicó el anuncio público -enero de 2004- de la Comisión de Valores de Estados Unidos, en sentido de presentar querella por fraude en contra del empresario regiomontano, dos de sus directivos y tres de sus empresas.
ANALISTAS BURSATILES COMENTAN que la influencia de las empresas de Salinas Pliego que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores es en extremo limitada (1.96 por ciento), aunque el sainete ha provocado un "efecto psicológico" contrario a los intereses del mercado bursátil nacional.
POR SU PARTE, EL INEGI divulgó los resultados del Sistema de Indicadores Compuestos: el coincidente registró un índice de 115.9 en febrero del presente pasado, que refleja una reducción de -0.1 por ciento con relación a enero, mientras el adelantado presentó un incremento mensual de 0.3 por ciento en términos desestacionalizados.
Las rebanadas del pastel:
CUANDO PROMOVIO EL desafuero de Andrés Manuel López Obrador, la Procuraduría General de la República dijo estar "ciento por ciento dentro de la ley" y refrendaba su "compromiso con el estado de derecho y el fortalecimiento de las instituciones de la República"... Ayer, la PGR informó que "por falta de claridad en la sanción por los delitos equiparables al abuso de autoridad no consignará el expediente del caso El Encino" y asegura estar "ciento por ciento dentro de la ley" y etcétera, etcétera. Qué maravillosa es la flexibilidad de la "ley".