Usted está aquí: lunes 2 de mayo de 2005 Mundo Cientos de miles de trabajadores exigen mejoras salariales en AL

Una vergüenza, el desempleo en el mandato de un sindicalista: trabajadores de Sao Paulo

Cientos de miles de trabajadores exigen mejoras salariales en AL

Hugo Chávez convoca en Venezuela a marchar por la vía del "socialismo del nuevo siglo"

Centrales de Uruguay y Bolivia exigen restatización de servicios de agua y yacimientos de gas

AFP, DPA Y REUTERS

Ampliar la imagen M�de un mill�e trabajadores marcharon ayer por el centro financiero de Sao Paulo para celebrar el D�del Trabajo FOTO Ap

Sao Paulo, 1º de mayo. Cientos de miles de personas salieron a las calles este Primero de Mayo en América Latina para reiterar sus reclamos de mejores salarios, derechos laborales y políticas económicas, pero también para manifestar su apoyo o rechazo a las gobiernos en las coyunturas nacionales, muchas de ellas de crisis política o de agitación social.

En Caracas, miles de opositores y simpatizantes del presidente Hugo Chávez marcharon divididos, pero coincidieron en exigir mejoras en sus condiciones salariales y laborales.

En una masiva convocatoria pro gubernamental, Chávez fustigó al capitalismo porque "chupa la sangre (...) es peor que el conde Drácula, que Frankestein, Jack el Destripador se quedó corto ante las consecuencias que hace el capitalismo en la sociedad.

"Es imposible por el capitalismo lograr nuestras metas, tampoco es posible buscar una vía intermedia. Invito a Venezuela toda a que marechemos por la vía del socialismo del nuevo siglo", dijo Chávez, pero aclaró que no pretende copiar el modelo de Cuba, ante miles de partidarios que vestían playeras rojas, convocados por la Unión de Trabajadores de Venezuela.

Los opositores se sumaron a la Confederación de Trabajadores de Venezuela, cuya concentración estuvo menos concurrida que en ocasiones anteriores.

Las dos principales centrales sindicales de Brasil consiguieron reunir algo más de 2.6 millones de personas en dos actos masivos, para lo que ayudaron sorteos y shows de famosos durante todo el día.

En Plaza Campos de Bagatelle, en Santa Ana, zona norte de Sao Paulo, cerca de 1.5 millones de personas se concentraron convocadas por Fuerza Sindical, que criticó al presidente Luiz Inacio Lula da Silva porque el "desempleo aumenta y el salario está a la baja. Es una vergüenza que esto ocurra en el mandato de un presidente sindicalista".

En tanto, en Avenida Paulista, la Central Unica de Trabajadores reunió a poco más de un millón de personas. Ahí, el jefe de gabinete del gobierno, José Dirceu, dijo sobre el desempleo (10.8 por ciento) que "lo ideal es reducirlo a la mitad". La CUT, por su lado, aseguró que Brasil "precisa de otra lógica para controlar la inflación, que no es el mero mantenimiento de altas tasas de interés".

Por su parte, el presidente de la Confederación Nacional de Obispos de Brasil, Geraldo Majella Agenlo, dijo que el gobierno "está lejos" de conformar a los trabajadores, y que los aciertos de Lula fueron "en general en economía, pero en detrimento del trabajador", mientras la desigualdad social "vicia" todo crecimiento económico.

En Chile, al menos 50 mil personas asistieron al acto convocado por la Central Unitaria de Trabajadores, cuyo presidente Antonio Martínez amenazó con un paro de 48 horas, en caso de que el Congreso apruebe un proyecto de ley sobre flexibilidad laboral, reportó el corresponsal Enrique Gutiérrez. Martínez anunció además una querella contra el ex dictador Augusto Pinochet y su ministro del Interior, Onofre Jafra, por el asesinato de 26 personas durante una protesta sindical de 1983.

Los trabajadores argentinos -sin la participación de la central obrera más importante del país, la oficialista CGT- reclamaron una mejor distribución de la riqueza para superar el atraso salarial, la flexibilización laboral y el desempleo que afecta a 3 millones de personas.

Organizaciones sindicales, estudiantiles, políticas y piqueteras (que aglutinan a pobres y desocupados), algunas afines al gobierno de Néstor Kirchner, denunciaron que casi la mitad de la masa laboral trabaja "en condiciones de sobreexplotación, privada de cobertura provisional de salud y hasta de representación sindical".

La central sindical PIT-CNT de Uruguay, de su lado, reclamó la restatización de los servicios de agua y saneamiento, frente al presidente izquierdista Tabaré Vázquez, quien se convirtió en el principal protagonista del Día de los Trabajadores al asistir al acto obrero.

Vázquez, quien asumió el cargo hace dos meses, concurrió acompañado de casi todo su gabinete y declaró que tiene puntos de coincidencia con las reivindicaciones, pero advirtió que otras, que no especificó, no "estaban dentro del programa del gobierno".

En Bolivia, que atraviesa una de sus peores crisis con un índice de desempleo de 15.3 por ciento, los sindicatos exigieron la nacionalización de los yacimientos de gas, en manos de trasnacionales, en momentos en que el Congreso se apresta a aprobar una ley de hidrocarburos que mantiene 18 por ciento de regalías en favor de las regiones y agrega un impuesto de 32 por ciento.

Los colombianos, por su lado, marcharon en las principales ciudades del país contra la política económica del presidente derechista Alvaro Uribe, que incluye un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, así como contra su eventual relección, en una jornada que, según los sindicatos, convocó a unos 2 millones de trabajadores.

El líder sindical Julio Roberto Gómez aseguró que sólo en 2004 fueron asesinados 92 sindicalistas en el país, y señaló que "la política neoliberal de Uribe tiene sumidos en la pobreza a más de 30 millones" de los 44 millones de colombianos.

Marchan pocos ecuatorianos

En Ecuador, donde se esperaba una movilización multitudinaria después del levantamiento social que provocó la caída del gobierno de Lucio Gutiérrez, la tradicional marcha tuvo escasa convocatoria.

Los dirigentes sindicales anunciaron que vigilarán de cerca al gobierno del presidente Alfredo Palacio, a quien pidieron que respete el derecho de contratación y organización y derogue un reglamento de trabajo por horas que consideran "dictatorial".

Centroamérica se unió para condenar el Tratado de Libre Comercio (TLC) regional con Estados Unidos. Decenas de miles se manifestaron en El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Guatemala y Honduras contra el TLC y las políticas neoliberales.

En Managua, que esta semana volvió a la calma tras 22 días de agitación social por un ajuste salarial menor al esperado, unas 4 mil personas salieron a las calles en dos manifestaciones separadas, una oficialista y otra afín al opositor Frente Sandinista.

 
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