Usted está aquí: sábado 30 de abril de 2005 Sociedad y Justicia Regresó el enviado vaticano en shock luego de conocer detalles del caso Marcial Maciel

Los niños vejados sufrieron lavado de cerebro por el sacerdote: Arturo Jurado

Regresó el enviado vaticano en shock luego de conocer detalles del caso Marcial Maciel

ALMA E. MUÑOZ

Charles J. Scicluna, nombrado por la Congregación para la Doctrina de la Fe fiscal encargado de investigar los abusos sexuales que cometió Marcial Maciel contra menores de edad a partir de los años 40, integró a su expediente testimonios por escrito de mujeres vinculadas a víctimas ya fallecidas y se espera que anexe los casos de 15 personas más que viven en España e Irlanda y se muestran dispuestos a declarar.

Antes de llegar a México, el sacerdote entrevistó sobre el caso a Juan José Vaca y Paul J. Lennon, en Manhattan, Estados Unidos, mientras se confirmó con copias de los testimonios de algunas de las víctimas que los encuentros se celebraron a principios de abril en la capital del país.

Los textos en cuestión tienen el sello de la Congregación para la Doctrina de la Fe, así como las firmas del fiscal y declarantes, y contienen recreaciones sobre lo que éstos últimos vivieron cuando eran menores de edad al lado de Maciel.

De acuerdo con lo que establece el Código de Derecho Canónico, si el sacerdote es encontrado culpable se le suspendería de su estado clerical, pero no necesariamente quedaría excomulgado. Si el juez de la causa le impone un castigo, el acusado puede contrademandar y presentar, a su vez, pruebas en su defensa.

La Nunciatura Apostólica en México manifestó que no tuvo conocimiento de las encuentros que sostuvieron víctimas y el fiscal, ante notario, en una casa de monjas de la ciudad de México, y por tanto se negó a dar más comentarios.

En entrevista vía telefónica desde Nueva York, donde reside, Juan José Vaca recordó que Charles J. Scicluna consideró las acciones de Maciel, en el contexto de las investigaciones que realiza, como "una corrupción intergeneracional en términos síquicos, siquiátricos", porque mencionó que en este caso estaban vinculados Maciel, sus hijos y sus nietos.

"Tengo entendido -dijo- que Scicluna regresó a Roma en shock, muy impresionado por lo que vivió. Confiamos que después de todo esto se haga algo. Sería muy demoniaco que no ocurriera nada".

Pese a que los cargos que se le imputan al líder moral de los Legionarios de Cristo son por absolución de cómplice, las víctimas no recibirían ningún castigo, en caso de que se demuestre la culpabilidad del sacerdote, por el hecho de ser los demandantes.

Arturo Jurado, por su parte, precisó -también en plática telefónica- que dentro del caso es necesario considerar "circunstancias adyacentes muy graves, como el hecho de que los niños abusados sufrieron lavado de cerebro por parte de su padre adoptivo (en el seminario que fundó en los años 1940), lo que los llevó a tenerle confianza ciega".

Agregó: "Si quieren excomulgarnos porque decimos la verdad que lo hagan. Hasta ahora no han hecho nada, pero el hecho de que el cardenal Joseph Ratzinger nombrara a un fiscal para investigar el caso nos da esperanzas, sobre todo porque lo hizo cuando aún no se sabía que él sería el sucesor del papa Juan Pablo II"

Charles J. Scicluna llegó a México el 3 de abril, un día después de que falleciera Juan Pablo II.

 
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