Usted está aquí: viernes 29 de abril de 2005 Política Impotencia e ira panista en contra de Fox y Creel

''¡Atenco dos!'', gritaba Molinar en San Lázaro

Impotencia e ira panista en contra de Fox y Creel

''Hemos servido a la nación'', escribe Döring a Chuayffet

ROBERTO GARDUÑO Y ENRIQUE MENDEZ

La impotencia de los diputados de Acción Nacional, la ira que les produjo saber que el presidente Vicente Fox ordenó revisar el expediente de Andrés Manuel López Obrador para encontrar una salida política, se reflejaba en los gritos de Juan Molinar Horcasitas en los pasillos de San Lázaro. ''¡Atenco dos, Atenco dos!'', exclamaba mientras literalmente se jalaba los cabellos.

Eran los primeros signos de la rebelión que un grupo de diputados del PAN encabezó en contra de la Presidencia de la República y, sobre todo, del secretario de Gobernación, Santiago Creel, a quien atribuyeron falta de operación política.

En ese tono exigieron que ''el responsable de la política interior, quien finalmente debió haber evitado que este proceso político se saliera de cauce, asuma su responsabilidad y, del mismo modo que lo hizo el procurador, renuncie''.

Desde la noche del miércoles y la mañana de este jueves, antes de la sesión ordinaria, el ánimo en la bancada del PAN era de desconcierto y enojo, a tal grado que en la plenaria matutina el mismo Juan de Dios Castro que hace 22 días, vociferante, defendió desde tribuna el juicio de procedencia y argumentó que podía adivinar las ''intenciones criminales'' del jefe de Gobierno, ayer pidió a sus compañeros ''lealtad'' al partido y respaldar la decisión del presidente Fox.

Antes de solicitar licencia para regresar a la consejería jurídica de Los Pinos, el mismo Castro que ante párvulos vio cuatro colores (agregó el azul) en la bandera nacional, ayer afirmó que algunos panistas impulsados por la furia contra Fox, tal vez tuvieran la idea de renunciar al partido, pero, ''¿y cuántos meses van a durar en las primeras planas de los periódicos? ¿Dos meses, quizá?''

En el salón de sesiones, luego de que la mayoría presente aprobó la solicitud de licencia de Castro, el presidente en turno de la mesa directiva, Francisco Arroyo Vieyra, afirmó que el panista, quien ''ha sido un guerrero vehemente'', concluía ''un ciclo brillante de su vida parlamentaria''. Hasta ahí se acercó el coordinador del PRI, Emilio Chuayffet, quien felicitó equivocadamente a Castro Lozano, porque creyó que la licencia era un acto de rechazo a Fox.

La perturbación se extendió hasta otro de los panistas que con más denuedo defendió el desafuero, Federico Döring, quien envió una misiva a Chuayffet en la que le expresó que, como al priísta, a él ''el desenlace que se ha buscado a una crisis política que no provocamos, sino tuvimos que resolver en su justa dimensión jurídica, imparcial e impersonal, me ha tomado por sorpresa. Por mi parte, tengo la conciencia tranquila y caminaré como tú por la vida, con la frente en alto. Hemos servido a la nación y la historia lo juzgará en su momento''.

 
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