Usted está aquí: viernes 29 de abril de 2005 Mundo Berlusconi rechazará informe del asesinato del agente italiano por soldados de EU

Blair hace público documento que cuestionaba la legalidad de la guerra contra Irak

Berlusconi rechazará informe del asesinato del agente italiano por soldados de EU

AFP Y DPA

Ampliar la imagen Nicola Calipari, el agente italiano asesinado, y la periodista Giuliana Sgrena, en fotos de archivo FOTOS Reuters

Roma, 28 de abril. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dijo hoy que rechazará el informe de Estados Unidos sobre la muerte del agente italiano a manos de soldados estadunidenses, quienes fueron exculpados a principios de esta semana.

De otro lado, el primer ministro británico, Tony Blair, se vio obligado a publicar íntegra la asesoría que le hizo el procurador general Peter Goldsmith, quien abogó por dejar que la Organización de Naciones Unidas (ONU) emitiera una segunda resolución sobre la invasión a Irak para que la acción militar fuera legal.

Berlusconi advirtió que rechazará las conclusiones de la investigación sobre la muerte en Irak del agente italiano Nicola Calipari en el caso que no sea convincente la versión de Estados Unidos.

"No aprobaremos las conclusiones del informe del Pentágono si ellas no son convincentes. Queremos saber la verdad. Nuestros investigadores han indagado y ahora tenemos informaciones precisas. Si hay discrepancias, ellas aparecerán", afirmó.

Italia exigió que se aclaren varios puntos del informe elaborado por Estados Unidos , que absuelve a soldados de ese país de la muerte, el 4 de marzo, de Calipari, jefe de los servicios secretos italianos en el exterior.

El agente, considerado héroe nacional, murió cuando intentaba proteger a la reportera del diario de izquierda Il Manifesto, Giuliana Sgrena, recién liberada tras un mes de secuestro. El ejército estadunidense alegó que el vehículo circulaba a gran velocidad y podía tratarse de un coche bomba.

Pero Sgrena afirmó que la camioneta iba a velocidad normal y consideró improbable que las fuerzas de Estados Unidos no estuvieran enteradas de que era el vehículo en que ella viajaba pues las autoridades estadunidenses sabían de su liberación.

A una semana de las elecciones generales británicas, Blair se vio obligado este jueves a publicar el informe del asesor del gobierno que cuestiona la legalidad de la guerra en Irak, emitido el 7 de marzo de 2003.

Blair, quien aspira a obtener un tercer mandato, se había negado a publicar esa advertencia sobre la legalidad de la guerra en Irak, pese reclamos de diputados opositores e inclusive laboristas. Pero medios de comunicación publicaron extractos de ese documento jurídico, que fue transmitido al gobierno menos de dos semanas antes de que se iniciara la invasión de Irak.

El texto de Goldsmith plantea dudas sobre la legalidad de la guerra en ausencia de una nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que autorizara explícitamente el uso de la fuerza.

Goldsmith inclusive advierte que los opositores a la guerra podrían llevar al gobierno a los tribunales, al señalar que no era a Blair sino la ONU a quien correspondía decidir si Irak violaba o no sus resoluciones.

El entonces inspector de armas de la ONU para Irak, Hans Blix, en declaraciones hechas la víspera dejó claro que la ONU no hubiera considerado que los iraquíes violaron sus resoluciones, puesto que el equipo de inspección no encontró armas de destrucción masiva ni indicio alguno de que hubiera medios para construirlas.

Goldsmith señaló además que la intervención armada no podía tener como objetivo un cambio de régimen en Irak, según reveló el documento publicado hoy. El 17 de marzo, el asesor respaldó en el Parlamento que era legal la guerra contra el régimen de Saddam Hussein. Seis días después Estados Unidos y Gran Bretaña invadieron Irak.

Blair afirmó siempre que Goldsmith aprobó claramente la legalidad de la guerra, pese a que el documento dice expresamente que la resolución 1441 de la ONU, que reclamaba a Bagdad eliminar su armas de destrucción masiva o hacer frente a "serias consecuencias", no constituía una autorización a una operación militar.

El asesor advirtió también eran necesarias "pruebas sólidas" que demostrasen que Irak violaba dicha resolución.

Finalmente, la fiscalía federal suiza comenzó una investigación sobre presunto fraude y lavado de dinero relacionados con el programa petróleo por alimentos de la ONU en Irak, anunció su oficina.

La fiscalía informó que se han congelado importantes sumas de dinero en cuentas bancarias. La investigación tiene por objetivo tres personas, cuyos nombres no fueron revelados, y puede ser ampliada a medida que surjan nuevas pruebas.

Una investigación solicitada por la ONU sobre ese programa, de 64 mil millones de dólares, que controló las ventas de crudo por el régimen iraquí de Hussein entre 1996 y 2003, ha puesto hasta ahora de manifiesto muchas irregularidades.

 
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