Usted está aquí: viernes 1 de abril de 2005 Sociedad y Justicia Veracruzano se libra en Cuba de la elefantiasis

Cirujanos de la isla le practicaron dos exitosas operaciones, infrecuentes en México

Veracruzano se libra en Cuba de la elefantiasis

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 31 de marzo. Un joven cañero veracruzano logró en Cuba salir del martirio de la elefantiasis, tras dos cirugías exitosas que lo han dejado caminando y con las piernas de tamaño normal.

''Era un caso de linfedema extraordinario'', dijo a La Jornada el director de la clínica para extranjeros Cira García, el doctor Ramón Prado. "Era una cosa realmente monstruosa.''

Randú Contreras Guerrero, de 30 años, vivía desde la adolescencia angustiado por el crecimiento desmesurado de sus piernas, debido a una enfermedad hereditaria.

Originario del puerto de Veracruz, hijo de una familia cañera, dejó la secundaria en el segundo año y se puso a trabajar. Ahora es chofer en el ingenio La Gloria, del municipio Ursulo Galván.

Aunque consultó médicos en Veracruz y en la ciudad de México, nadie le dio esperanzas. Estaba en tratamiento en el Centro Médico Siglo XXI de la capital, cuando en marzo de 2004 le dijeron que no había nada que hacer.

Decidió explorar la opción de que le habló el médico cubano Alejandro Hernández: en la isla lo podían operar.

''Era mi única esperanza, porque ya me costaba mucho trabajo caminar y trabajar'', recordó ahora un sonriente Randú, mientras preparaba sus maletas para regresar a Veracruz.

Las operaciones se realizaron el 10 de diciembre y el 18 de febrero últimos. Primero una pierna y luego otra. Intervino un equipo del Instituto de Angiología encabezado por los doctores Miguel Angel Martínez Griñán y Luis Rodríguez Villalonga.

''Ya se han hecho otras operaciones de éstas, pero no son muy frecuentes'', dijo el director de la clínica. "Los resultados fueron muy exitosos.''

-¿Cómo describiría en términos sencillos la operación? -se le preguntó al doctor Prado.

-Es una verdadera reconstrucción de la pierna, en la que se extrae el sobrante y se aplican injertos.

El origen de la enfermedad es la falta de irrigación sanguínea en la zona, que provoca la aglomeración de grasa y tejido hasta formar una masa, que en el caso de Randú pesaba unos 18 kilos en cada lado.

Mostrando las impactantes fotografías de entonces, el joven recordó que llegó a La Habana caminando con mucho esfuerzo. "Venía con mucha tristeza porque ya no podía con esa vida. Me decían que la enfermedad estaba muy avanzada. Ahora me voy contento y muy agradecido con todos los que me apoyaron.''

La lista de apoyos es larga. La operación normalmente le habría costado 38 mil dólares.

El primer respaldo fue de su sindicato, la Confederación Nacional de Productores Rurales (CNPR), que comisionó a una de sus enlaces con el Seguro Social, Inés Barradas, para acompañar a Randú y realizar las gestiones necesarias.

Una fue conseguir, a través de la entonces embajadora Roberta Lajous y el cónsul Víctor Arriaga, que el Ministerio de Salud Pública de Cuba condonara la mitad del costo.

Lo que pagaron se reunió entre la CNPR, el gobernador Fidel Herrera, los propietarios de La Gloria y otras asociaciones de cañeros.

El diagnóstico inicial en el Cira García fue de un linfedema de cuarto grado, avanzado y muy voluminoso. La operación, llamada linfagiectomía, se realizó en los dos casos sin contratiempos y el paciente salió este jueves caminando, con recomendación de reposo y medicamentos.

''Es un nuevo Randú", dijo Inés Barradas. ''Sin sus piernas voluminosas y con un pantalón normal.''

 
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