Usted está aquí: viernes 1 de abril de 2005 Cultura Una historia de 6 mil años

Una historia de 6 mil años

Con una historia constante como comunidad libre y nómada, los orígenes del pueblo kiliwa, o koléew, como se autodenominan, se ubican hace 6 mil años.

En el prólogo del Diccionario práctico de la lengua kiliwa, aún inédito e investigado por Leonor Farldow Espinoza y Arnulfo Estrada Ramírez, se lee:

''Las lenguas indígenas que se hablan en Baja California y sur de California (Estados Unidos), proceden de una sociedad del filum lingüístico hokano que dio origen a la supra familia yumano-cochimí. Una separación en ese grupo lingüístico originó la familia materna del yumano y el cohimí, hace aproximadamente 5 mil años."

Ese diccionario incluye un extenso vocabulario de más de 2 mil términos en español y kiliwa. Algunas palabras en kiliwa y español son: chiin, reír; j'naa kach, sapo; mugau, harina; msig, uno; ha', boca; 'haa, sí; ja', agua; msí', estrella.

''El kiliwa es un idioma muy rico en tonos y variado en expresiones gramaticales. Por ejemplo, hay más de cinco afijos diferentes para expresarse en plural y al menos dos para expresar las formas declarativa e imperativa."

Acerca de la época de la Colonia, en ese texto se apunta que los kiliwa nunca aceptaron el estilo de vida que los misioneros dominicos les quisieron imponer.

''Ante la insistencia de los misioneros de llevarlos a las diferentes misiones establecidas en sitios como San Pedro Mártir, Santa Catarina y el Valle de Guadalupe, los indígenas kiliwa, paipai, kumiai y cucapá llevaron a cabo varios levantamientos de inconformidad."

En 1840 indígenas de varias etnias se unieron y destruyeron la estratégica misión de Santa Catarina.

Con fines anexionistas, en 1911 el norte de Baja California fue invadido por un grupo de filibusteros, en su mayoría estadunidenses. Varios kiliwas y paipai fueron reclutados por los invasores y asesinados en Jamau. Aún se recuerdan escaramuzas en El Picacho y Arroyo de León.

En esos primeros momentos del siglo XX los kiliwa aprovechan las primeras vías de comunicación para desplazarse fuera de su región. ''Se empieza a desmembrar la comunidad y, en consecuencia, a perder muchos de sus valores culturales como la lengua y la herbolaria tradicional".

Es el tiempo de las más férreas defensas contra el despojo de sus mejores tierras y los conflictos por su posesión legal. No querían perder sus últimos reductos.

''Después de varios años de luchar, el último capitán kiliwa, Cruz Ochurte Espinoza, logra conseguir 26 mil 910 hectáreas vía dotación ejidal el 16 de febrero de 1970. El problema no terminó ahí debido a que los terrenos cedidos son muy irregulares, con lomeríos rocosos y agostadero de mala calidad."

Cabe recordar que Ochurte Espinoza, junto con su hermano Trinidad, ya fallecidos, también fueron una de las principales fuentes informativas del mencionado diccionario.

Hoy, la pérdida de sus tierras es una ''amarga realidad" para los kiliwas, pues la mayoría de ellos ha cedido todos sus derechos a personas no indígenas como consecuencia de la reforma salinista al artículo 27 constitucional.

Los pocos kiliwas que quedan en el centro y las rancherías de Arroyo de León viven en parte del corte y venta de palmilla, recurso de uso tradicional que abunda en sus tierras, y de la cría de pequeños rebaños de cabras y un poco de ganado vacuno.

ARTURO JIMENEZ

 
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