Usted está aquí: lunes 28 de marzo de 2005 Mundo Sin problemas marchan en La Habana las esposas de presos disidentes

Las damas de blanco sostienen que no cejarán en su empeño por liberar a sus maridos

Sin problemas marchan en La Habana las esposas de presos disidentes

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Las damas de blanco, esposas de disidentes cubanos encarcelados, marcharon ayer en La Habana en demanda de una amnist�para sus maridos, llevaron flores que dijeron repartir� entre quienes las ofendieran a su paso FOTO AFP

La Habana, 27 de marzo. Lejos de la crispación del domingo pasado y después de que la suerte de los opositores presos se abordó en reuniones de alto nivel en los últimos días, las esposas de los activistas encarcelados, conocidas como damas de blanco, marcharon hoy en silencio y sin incidentes por la Quinta Avenida del residencial barrio de Miramar.

La manifestación se realizó, como ha ocurrido desde hace dos años, al final de la misa matutina de la parroquia de Santa Rita. Esta vez 36 mujeres vestidas de blanco se agruparon en la esquina de Quinta y 30, y por el camellón de la avenida caminaron nueve cuadras, con flores en la mano, en lo que han adoptado como muda protesta por la suerte de sus maridos y en demanda de una amnistía.

Llegaron a la esquina de Quinta y 12, a la base de un reloj de torre y dieron media vuelta para regresar por el mismo camino otras siete cuadras, hasta quedar frente al templo.

Decenas de reporteros, camarógrafos y fotógrafos extranjeros siguieron la caminata. El tránsito no se interrumpió, pero hubo constantes frenazos de choferes que querían saber de qué se trataba el tumulto.

De un auto con matrícula de una empresa estatal alguien gritó algo inaudible que remató con una frase muy clara: "...¡hijos de puta!"

Una patrulla policial y dos motociclistas de tránsito dieron vueltas en torno a la marcha, sin acercarse. Junto a las mujeres caminaron un camarógrafo desconocido para los periodistas y sin acreditación visible y varios civiles, aparentemente agentes de seguridad.

Antes de que se iniciara la caminata, una mujer desde un auto con placa de extranjero residente en Cuba alentó a las damas de blanco con gritos de "¡bien!... ¡bien!" y el pulgar hacia arriba.

Al concluir el recorrido de un total de 16 cuadras, menos de dos kilómetros, en algo más de media hora y bajo el sol picante del mediodía caribeño, las mujeres tomadas de la mano rezaron frente a Santa Rita.

"Nuestra actitud es pacífica y así seguiremos", dijo Laura Pollán, una de las damas, una semana después de que su marcha fue hostilizada por otra de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), en un episodio de gran tensión pero sin violencia desatada.

"No importa quién venga, tenemos flores para darles a aquellos que nos ofenden", dijo Pollán, tras aludir a versiones de que este domingo serían estudiantes los que acosarían la marcha de las esposas.

"Lo que no vamos a hacer es cejar en nuestro empeño, la libertad de nuestros presos", dijo la mujer.

Después del choque de marchas el Domingo de Ramos, el canciller Felipe Pérez Roque justificó la acción de la FMC diciendo que "las calles son de los revolucionarios", mientras que las damas de blanco protestaron en una carta entregada a instituciones oficiales.

El fin de semana el comisario Louis Michel y un grupo de solidaridad con Cuba del Parlamento Europeo pidieron a las autoridades cubanas la liberación de los presos políticos.

En la carta "pedimos tolerancia para nuestras actividades, porque esto es un acto pacífico y constitucional", dijo Pollán.

 
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