El resultado quitó lo invicto de 16 juegos al equipo de Bruce Arena

México se cansó de fallar y debió conformarse con 2-1 sobre EU

El Tricolor quedó ubicado al frente del hexagonal rumbo a la Copa del Mundo Alemania 2006, con seis puntos

Borgetti y Sinha marcaron por la selección nacional; descontó Lewis

MARLENE SANTOS A.

Pudo haber sido una implacable goleada, esa tan anhelada que aliviara un poco las recientes afrentas... Pero los tricolores fallaron de manera desesperante en el tiro a gol y se conformaron con el ajustado y sufrido triunfo de 2-1 sobre Estados Unidos.

No obstante, el resultado acabó con la racha invicta de 16 juegos del equipo de Bruce Arena y dejó ubicado a México en la punta del hexagonal con seis puntos.

Las anotaciones del Tri fueron obra de Jared Borgetti, al minuto 30, y del brasileño naturalizado mexicano Antonio Naelson Sinha, al 32. Por el equipo de las barras y las estrellas descontó Eddie Lewis, al minuto 58.

En la eliminatoria rumbo a Alemania 2006, luego de dos fechas, los estadunidenses se rezagaron hasta el tercer sitio, con tres unidades, empatados con Costa Rica.

El partido arrancó con los vibrantes gritos de "¡México-México!", aunque en el graderío del estadio Azteca aún se veían algunos huecos que poco a poco se fueron poblando y, luego de la ceremonia de los himnos, los de casa se mostraron titubeantes, sin seguridad en su accionar, a pesar de los intentos por sorprender mediante incursiones por la derecha del capitán Rafael Márquez.

Los berrinches de Cuauhtémoc

El visitante adelantó líneas, lo que, combinado con las desatenciones de los jueces de línea y del propio Borgetti y del Kikín Fonseca, derivó en varios fuera de lugar.

Para colmo, el niño malcriado del futbol mexicano, Cuauhtémoc Blanco, empezó a protagonizar berrinches, a tener roces con los rivales y con el árbitro.

Regaló imágenes de lucha libre en su disputa con Gregg Berhalter y fue amonestado al minuto 27 tras una absurda barrida sobre Steve Cherundolo .

El panorama lucía complicado cuando llegó el primer tanto luego de una jugada fortuita en la que el Kikín Fonseca robó el esférico; Salvador Carmona centró a segundo poste y desde la izquierda Jaime Lozano recentró para la llegada por en medio de Borgetti, quien a bocajarro, con implacable cabezazo, decretó el 1-0 que dio confianza a los mexicanos.

A Cuauthémoc le gusta transitar de un polo a otro, de lo negro a lo blanco, de lo malo a lo bueno. Estaba siendo odiado y en un abrir y cerrar de ojos se ganó la aclamación con un genial envío que Borgetti recibió en gran forma; tocó el balón para Sinha, quien encaró a un atribulado Kasey Keller que salió a achicar, pero Sinha tuvo la suficiente calma para bombear la pelota que se estrelló en el poste izquierdo y penetró para el 2-0.

En la banca el técnico Ricardo La Volpe era un manojo de nervios, sus reclamos y manotazos hartaron al cuarto juez, el guatemalteco Carlos Batres, quien dio la queja al central, el salvadoreño Roberto Sibrián y fue expulsado al minuto 40.

El argentino se fue al vestidor entre aclamaciones y gritos para el nazareno de "¡...uuuulero, uuulero!"

En la recta final del primer tiempo los estadunidenses quisieron replicar, pero en una acción Carlos Salcido resolvió con un rompimiento y luego Rafa Márquez desarmó con maestría a un encarrerado Edward Johnson.

En el complemento ambos porteros tuvieron ocasión de lucir. Primero Keller, ante un disparo de Sinha de media distancia, y luego Oswaldo, frente a un obús de Eddie Lewis.

Los pupilos de Arena recortaron distancia por conducto de Lewis a pase de Landon Donovan, y entonces llegó el calvario para los tricolores, pues mientras ellos desperdiciaban avances, el rival tuvo destellos.

EU hilvanó pases con mejor idea, con buen toque, profundizó y se mostró creativo, lo que puso al borde del asiento a la afición, pues flotaba el fantasma del empate, de la frustración.

Desde algún rincón La Volpe ordenó el ingreso de Alberto Venado Medina, pero sacó a quien debía ser su receptor: Borgetti.

Luego entraron Ramón Morales, quien dio vida a los costados, y Luis Pérez, para contener por el centro y al mismo tiempo buscar avances.

Los alaridos de decepción se sucedieron: Pável Pardo prendió bien el balón pero Keller estuvo atento y evitó el gol. El Kikín no sabía ni dónde esperar ni qué hacer con los centros de Medina, a quien le faltó encarar.

Carmona pasó de lo sublime a lo ridículo al fallar una opción increíble, Morales hizo volar a Keller hacia su derecha en un tiro directo... y así se le esfumaron las últimas oportunidades a un Tri que esta tarde tuvo casi todo para golear.