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28 de marzo de 2005
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GARROTES Y ZANAHORIAS

EL DECIMO CIRCULO

Hay caminos seguros para perder el juicio. Uno de ellos es pensar en Hacienda. El fisco mexicano es muy eficiente para inventar trámites, retorcer caminos, hacer la vida difícil a quienes pagan impuestos. A pagar y callar, es el nombre del juego.

Poco se ha hecho para llevar la tributación por el camino del sentido común y, así, hacer que todos paguen y que lo hagan de manera sencilla. Peso gravado, peso ganado, esa debía ser la norma.

La evidencia muestra que en México es más fuerte la zanahoria (incentivo) para no pagar impuestos que el garrote (exigencia) para hacerlo. Así, hacemos muchos diagnósticos, pero muy pocos pagan y mucho evaden.

Un reciente informe de la Secretaría de Hacienda (Distribución del pago de impuestos y recepción del gasto público por deciles de hogares y personas, resultados para el año de 2002 (www.shcp.gob.mx), entregado al Congreso ­no se sabe con qué fin práctico­ puso números a lo que todo mundo sabe. Un dato refiere que solo una quinta parte de los mexicanos es responsable de pagar 75 de cada 100 pesos que recauda el fisco por todo tipo de conceptos.

La conclusión inducida por Hacienda salta por obvia: "la baja aportación fiscal obedece a la gran cantidad de personas que no paga impuestos".

Según el documento, entre 2000 y 2002 los asalariados aumentaron su participación en la recaudación total de 18 a 20 por ciento y, en cambio, las empresas la redujeron de 26 a 23 por ciento.

Desde mediados de la administración del ex presidente Ernesto Zedillo la idea de realizar una reforma fiscal integral ha estado en la agenda del poder Ejecutivo y del Congreso. Como en esencia los funcionarios de entonces son los mismos de hoy, y de mucho antes, las líneas generales del debate no han cambiado. Se trata de obtener la mayor parte de la recaudación por medio de gravar el consumo y reducir gradualmente las tasas cobradas a los ingresos, esto es, a los salarios y ganancias. Así, la propuesta se ha topado con un muro. El gobierno, de entonces y el de ahora, no ha logrado convencer de que habrá un beneficio colectivo por pagar más impuesto en la compra de todo tipo de bienes y servicios y de que será mejor si se acepta un gravamen a los alimentos y medicinas.

Hasta ahora no se ha planteado el tema de ampliar la base de la recaudación y cobrar bien los impuestos, es decir, fijar metas de eficiencia al Servicio de Administración Tributaria (SAT), la agencia encargada de recoger los tributos. Como para los diagnósticos Hacienda se pinta sola, ya sabemos que los montos no cobrados por evasión y elusión del IVA e ISR son tan importantes como los efectivamente cobrados. ¿Pero quién y como se actúa para superar esa situación? En el país están exentos de pagar ISR las personas que perciben hasta cinco salarios mínimos, pero en ese rango se hallan 95 por ciento de los trabajadores asalariados; Hacienda propone reducir el monto de ingreso no gravable aunque antes se debía actuar decisivamente para aumentar el empleo formal y el ingreso y así no aumentar la inequidad del sistema fiscal.

No hay que olvidar que la carga fiscal en México equivale solo a 13 puntos del PIB en el mejor de los casos y que es una de las más bajas del mundo. Un buen camino sería hacer que paguen los que no lo hacen como los empresarios que derivan su ingreso de las acciones cotizadas en bolsa y en aumentar el salario promedio. Hasta en tanto no se encuentren mecanismos más imaginativos, el peso estará siendo soportado por la clase media.

Dante identificó nueve círculos. Es claro que no podía saber entonces hasta donde llegarían los recaudadores de impuestos  §

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