Usted está aquí: jueves 24 de marzo de 2005 Opinión ¿Santiago Creel quiere también ser halcón?

Martí Batres G.

¿Santiago Creel quiere también ser halcón?

Santiago Creel va de mal en peor. El demócrata, el liberal, quedó atrás, en el olvido. Hoy Creel quiere ser el duro, el castigador, y hasta el verdugo. Y es en los hechos el operador del espionaje, el censor de medios y el impulsor del desafuero.

Santiago Creel, además, habla ahora como los halcones de los años 60 y 70. ¿Qué es eso de que en la movilización contra el desafuero de jefe de Gobierno del Distrito Federal puede haber violencia? ¿Qué es eso de que el jefe de Gobierno será el responsable de dicha violencia?

Así hablaban Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, Alfonso Martínez Domínguez y otros. "No se movilicen, porque puede haber violencia", le decían a los estudiantes, y luego se encargaban de generar la violencia.

Para reprimir la movilización estudiantil de 1971 el gobierno preparó un grupo paramilitar dotado de armas de fuego y largas varas de bambú, cuyos integrantes se enfrentaron y asesinaron a estudiantes que se movilizaron pacíficamente. Más tarde el gobierno dijo que la violencia había venido de adentro, que se trataba de un enfrentamiento interno. Así funcionó también el gobierno de Carlos Salinas.

Ahora bien, ya situándonos en el presente, cabe preguntarse: ¿por qué habría de desbordarse la protesta contra el desafuero del jefe de Gobierno? Toda la protesta ha sido pacífica. La marcha de las 100 horas, la cadena humana, la gran movilización del 29 de agosto del Angel de la Independencia al Zócalo. Todas esas movilizaciones han mostrado un elevado espíritu cívico de la población. Lo que dice Creel no tiene lógica ni sentido. La gente ha luchado en México contra esta injusticia de manera totalmente pacífica. Es más, hasta el Ejército Zapatista de Liberación Nacional ha rechazado el desafuero y convocado a la resistencia pacífica en su contra.

Por otra parte, si convocáramos a movilizaciones, especialmente a grandes movilizaciones, puede ser peligroso, porque Santiago Creel llamaba con tanto denuedo a la movilización del 27 de junio del año pasado en contra de la inseguridad.

Precisamente la violencia se evita convocando a la movilización. Si no hubiera convocatoria podría haber desbordamiento, pero hay una conducción de este movimiento, y eso evita cualquier desbordamiento.

No veo cómo pueda haber violencia de la gente. Es profunda la convicción de que el cambio debe ser pacífico. Y está extendida la responsabilidad de un pueblo que quiere cuidar sus instituciones y la incipiente democracia que ha conquistado. Si hay un hecho de violencia política ése es el desafuero.

Sin embargo, es un acto verdaderamente irónico que sea el propio secretario de Gobernación el que haga este tipo de afirmaciones. Es precisamente la Secretaría de Gobernación la que debe garantizar a los mexicanos las condiciones para el ejercicio libre de sus derechos, como el de manifestación.

El único que puede provocar y desea provocar violencia es el propio gobierno federal. Santiago Creel ya le entró al espionaje, también a la persecución de los que disienten del gobierno federal, y a la búsqueda de la inhabilitación política de su principal contendiente por la Presidencia de la República. La pregunta es: ¿también le va a entrar a los halconazos?

 
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