Usted está aquí: sábado 19 de marzo de 2005 Sociedad y Justicia Contienen en San Lázaro pugnas entre feministas y conservadoras

El Parlamento de Mujeres transcurrió sin sobresaltos; el formato impidió el debate

Contienen en San Lázaro pugnas entre feministas y conservadoras

Prevaleció la desorganización; unas 100 delegadas se quedaron fuera del salón de plenos por varios minutos

Legisladoras instan a bandos a zanjar diferencias y trabajar por objetivos comunes

ANGELES CRUZ Y ROBERTO GARDUÑO

Ampliar la imagen Delegadas de Chiapas corean consignas por el cumplimiento de los acuerdos de San Andr� en San L�ro FOTO Guillermo Sologuren

Los desacuerdos de los foros regionales llegaron a San Lázaro. Desde la tribuna, las legisladoras fueron las primeras en reconocer que en los cinco encuentros que precedieron al Parlamento de Mujeres sólo se agudizaron las diferencias entre feministas y conservadoras, y aunque exhortaron a las participantes al diálogo y a avanzar sobre los temas que las unen, lo cierto es que prevalecieron las posturas irreconciliables.

Desde las curules, las mujeres integrantes de las diversas ideologías externaron su molestia con pancartas en las que se leía: ''Puebla no fue escuchada'', o "Comisión Bicameral intolerante", mientras las de Chiapas mantenían con letreros y a gritos una sola consigna: "Ni un paso atrás".

Las feministas llegaron ayer a la Cámara de Diputados con el acuerdo de no responder a ninguna provocación, y así lo hicieron. Debido a que el diseño del orden del día no permitió ningún debate, la reunión transcurrió casi sin sobresaltos.

A las posturas de las legisladoras de las distintas fracciones parlamentarias le siguieron la participación de la directora del Instituto Nacional de las Mujeres, Patricia Espinosa, y dos conferencias magistrales, a cargo de la diputada chilena Isabel Allende y la dominicana Minerva Josefina Tavares Mirabal, hija de Minerva Mirabal, una de las hermanas asesinadas durante la dictadura de Rafael Trujillo, y en memoria de las cuales se instituyó el Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres.

Luego se leyó la declaración política del parlamento y se dio paso a la ceremonia de clausura.

Desde temprana hora, la diputada del PRD Malú Micher previó que la sesión sería "muy tranquila y bonita", aunque en las primeras horas estuvo caracterizada por la desorganización, que ocasionó la saturación del salón de plenos y que unas 100 mujeres no pudiera ingresar al recinto durante varios minutos.

Al encontrarse con las puertas cerradas, las mujeres de diferentes estados de la República empezaron a gritar y a escribir con sus lápices labiales leyendas de protesta sobre las puertas de cristal que dan acceso al salón de plenos.

En la tribuna, mientras tanto, la diputada del PRD Angélica de la Peña insistía en que a nadie se le había negado la entrada. El conflicto se solucionó cuando el personal de seguridad de San Lázaro permitió la entrada a las mujeres en grupos de 10, apenas unos minutos antes de que se decretara el receso.

Las organizaciones civiles pudieron expresar algunas opiniones en voz de dos mujeres indígenas de Chiapas, donde las diferencias se reducen, porque allá, dijo Isabel Gómez, "queremos que se plasme en la ley, y se respete, el derecho de los pueblos indígenas". En tanto, Claudia Rosas se manifestó en contra de las agendas "generistas" que confrontan a hombres y mujeres, y en las cuales prevalecen posturas ideológicas.

Al presentar la postura del PAN, la senadora Rita Esquivel Reyes señaló que el Parlamento de Mujeres es un movimiento que busca verdaderas reformas culturales y legales en las políticas públicas para incluir la perspectiva de género transversal. ''Un país sin sensibilidad de género no es completamente democrático'', dijo.

Fue la primera en llamar a las mujeres a sumar esfuerzos para las necesidades comunes, sustantivivas: "seamos una sola voz donde nuestras propuestas convergen" y "no nos perdamos en discusiones o pugnas intestinas".

Tocó el turno a la diputada del Partido Verde, María Avila Serna, quien hizo un recuento de las iniciativas de ley pendientes, entre otras las que prohíben el maltrato a las mujeres y las que eviten la discriminación en el ámbito laboral y en los servicios de salud.

La perredista Malú Micher recalcó que uno de los logros del Parlamento 2005 fue "defender el derecho de todas ustedes a presentar su agenda", aunque ello significó que las contradicciones se agudizaran.

No obstante, el parlamento debe seguir siendo un espacio de diálogo respetuoso y tolerante para avanzar en el combate a los abortos inseguros y las muertes maternas, así como en la lucha por los derechos de las mujeres migrantes e indígenas, apuntó.

En su turno, la panista Blanca Eppen destacó que las diputadas no pueden seguir esperando a que llegue al marco jurídico una reforma integral, porque mientras las mujeres siguen siendo objeto de violencia, se les exige que no estén embarazadas para ser contratadas y se fomenta una guerra de sexos que en nada beneficia a la sociedad.

Antes de que Manlio Fabio Beltrones, presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, inaugurara oficialmente el Parlamento de Mujeres, la diputada priísta Margarita Martínez aseguró que su partido "es y será siempre progresista y continuará pugnando por el avance pleno e irrestricto de las mujeres" en el país, y subrayó que los derechos de la población femenina no tienen ni deben tener filiación partidista o ideológica.

Las delegadas procedentes de diversos estados de la República se mantuvieron en sus lugares durante la jornada y sólo en ocasiones las portadoras de los carteles se ponían de pie para que sus improvisadas pancartas fueran vistas por el auditorio.

 
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