Usted está aquí: sábado 19 de marzo de 2005 Ciencias Se emitirán bonos de carbono para promover baja de emisión de gases

México puede participar en el Mecanismo de Desarrollo Limpio: Fernando Tudela

Se emitirán bonos de carbono para promover baja de emisión de gases

Mediante su compra, los países industrializados se comprometen a reducir sus niveles contaminantes

Se pondrá en marcha programas alternativos de generación de energía, dice el funcionario ambiental

ANGELICA ENCISO L.

Tras los festejos y diagnósticos pesimistas que se hicieron el 16 de febrero, cuando entró en vigor el Protocolo de Kyoto, y para cumplir con los plazos establecidos, los gobiernos de los países industrializados están obligados a activar un nuevo financiamiento internacional, mediante los bonos de carbono.

El acuerdo internacional negociado durante toda la década de los 90 es considerado por los especialistas como el más ambicioso en materia ambiental y tiene como fin que las naciones desarrolladas reduzcan sus emisiones de gases que provocan el cambio climático. El convenio define metas para la reducción de emisiones en 5 por ciento y una serie de acciones que son sujetas de medición para los países en desarrollo, como el caso de México.

El país genera el 2 por ciento de las emisiones de gases con efecto invernadero que provocan el cambio climático; por quema de combustibles fósiles cada habitante genera al año alrededor de 4 toneladas de bióxido de carbono. Sumado el rubro forestal, se generan alrededor de 700 millones de toneladas anualmente, precisa Fernando Tudela, subsecretario de Planeación y Política Ambiental de la Semarnat.

Como firmante del Protocolo y de acuerdo con el artículo 12 del documento, México puede participar en el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) con el fin de alcanzar el desarrollo sustentable y ayudar a que los países industrializados cumplan con sus metas, señala la Segunda Comunicación Nacional ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

El MDL implica que un proyecto que mitigue el cambio climático, establecido en un país en desarrollo, puede ser contabilizado para el cumplimiento de las obligaciones contraídas por las naciones industrializadas, que están ubicadas en el anexo 1 del protocolo; este proyecto tendría que garantizar la reducción de un determinado porcentaje de emisiones y sería manejado como un bono o certificado de carbono que puede venderse o subastarse.

Mercado incipiente

México ha venido perfilando proyectos de mitigación de gases con efecto invernadero y no hay un cambio radical con la entrada en vigor del protocolo, además de que en 2004 se estableció un comité intersecretarial para llevar adelante procesos de mitigación y de MDL, explica Fernando Tudela.

Asegura que hay una cartera de proyectos de distinto tipo -hay 21 en evaluación-, que pueden entrar al MDL y consideró que los forestales por el momento están excluidos. La captura de carbono con los bosques consiste en utilizar estos ecosistemas para la transformación del bióxido de carbono -principal causante del calentamiento global- en oxígeno.

En entrevista, Tudela menciona que entre los diferentes programas que pueden entrar al MDL está la minihidráulica, que consiste en aprovechar el paso continuo del agua de un río para generar electricidad; también está la generación de energía eólica, que se obtiene con el viento, y también el uso del gas metano que se produce en los rellenos sanitarios y que, por ejemplo, abastece de alumbrado público a Monterrey. La idea, precisa, es que cada vez que se mejora la eficiencia energética, se emite menos contaminación y en este momento "la energía menos contaminante es la que no se utiliza".

Si se pone en marcha el conjunto de proyectos que hay hasta ahora se dejarían de emitir 6 millones de toneladas de bióxido de carbono al año y cada uno de ellos podría emitir bonos de carbono, los cuales deben contener la información certificada de la cantidad de emisiones de gases que se dejaron de emitir; los países industrializados pueden comprar esos documentos para comprobar que apoyaron la reducción de gases a la atmósfera y así sumarlos a sus metas de disminución de emisiones.

Tudela indica que el precio por tonelada de bióxido de carbono oscila entre los 6 y 9 dólares, cantidad que tendría que ser pagada por las naciones industrializadas que deben cumplir las metas de reducción. La Unión Europea estableció el mercado en enero y hay interés de países como Japón y España por la mitigación de gases que en México se pueda registrar; en España hay preocupación porque rebasa los limites establecidos en la región y por eso quiere comprar los certificados de carbono.

México puede crecer rápido en proyectos de MDL en la medida que haya señales más claras, pero la limitante es poder desarrollarlos porque se trata de un proceso difícil. Lo más complejo es la medición, ya que debe haber seguridad de que se trata de reducciones adicionales a las que se darían en caso de que el programa MDL no se hubiera puesto en marcha, porque de no ser así se estaría dando permiso para que otro contamine sin un beneficio ambiental a nivel global.

"Por eso es que las precauciones para asegurar de que son proyectos adicionales implican un costo de transacción elevado, no puede ser un contrato privado con poca supervisión sino que tienen que estar validados y monitoreados en forma independiente. El gobierno lo único que hace es fomentar que se den y establecer un mecanismo claro en el funcionamiento del comité de evaluación", indica.

Detalla que durante el periodo del protocolo, que será de 2008 a 2012, se harán evaluaciones anuales y se contabilizaran las emisiones. Los países industrializados deberán demostrar que cumplieron con la reducción de emisiones y para llegar a su meta podrán recurrir a los bonos o certificados de MDL de las naciones en desarrollo, con lo que estarían favoreciendo la disminución de gases a nivel global.

"El MDL implica que un proyecto que mitigue cambio climático en un país que no forme parte del anexo 1, puede ser contabilizado para el cumplimiento de las obligaciones contraídas por los países industrializados en el marco del protocolo. Si como país desarrollado me resulta oneroso mitigar contaminación y si veo que en un país en desarrollo un proyecto me resulta más económico, se pueden comprar los bonos, porque el efecto en la atmósfera es el mismo, no importa donde se haga. De esta forma es que los países industrializados promueven proyectos en países en desarrollo", explica.

En México no hay porque esperar a que un inversionista de una nación industrializada venga a diseñar el programa, aquí "podemos adelantarnos y prepararlos para después ponerlo a disposición de quien sea, ya sea para venderlo o subastarlo", asevera Tudela. "Entramos a una etapa de la economía internacional donde lo que antes no se valoraba ahora sí; hace falta llevar una contabilidad de emisiones porque implica un nuevo cálculo económico para las empresas, autoridades locales y para el propio país. Hay alrededor de cinco proyectos que ya tienen la aprobación del gobierno", refiere.

Estima que la medición de las emisiones no es fácil y para facilitar el trabajo a la industria se firmó un convenio con el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sustentable y el Instituto de Recursos Mundiales, los cuales pusieron a disposición de las empresas un modelo de medición. Y entre las que ya miden sus emisiones está Pemex, en 25 de sus plantas, y pronto participarán compañías cementeras.

Anunció que en breve concluirá la tercera comunicación nacional, con lo que México será el primer país en desarrollo que presente ese documento, con información actualizada hasta 2003 y con esto se podrá exigir a otras naciones que cumplan con sus compromisos.

 
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