Usted está aquí: viernes 4 de marzo de 2005 Política El PRI, en vías de eliminar de su programa la defensa de energéticos

De aprobarse, posibilitará la apertura de Pemex y la CFE al capital privado

El PRI, en vías de eliminar de su programa la defensa de energéticos

Sin discusión, también modifica la oposición a gravar con IVA alimentos y fármacos

ANDREA BECERRIL Y FRANCISCO RIVAS, Y LA JORNADA DE ORIENTE ENVIADA Y CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Delegadas pri�as tomaron la mesa de estatutos para exigir equidad de g�ro en las candidaturas; sin embargo, despu�retiraron su propuesta, en el sal�eforma de Puebla FOTO Jos�arlos Gonz�z

Tehuacan, Pue., 4 de marzo. Esta madrugada, todo indicaba que se impondría la decisión de la mayoría de los delegados a la 19 asamblea nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), de modificar el programa de acción para eliminar la defensa de los energéticos ante las intenciones privatizadoras.

Luego de 11 horas ininterrumpidas de trabajos, de la actuación de un grupo de delegados del norte y de Oaxaca, que iban con la consigna de Roberto Madrazo y de sus gobernadores de no dejar siquiera que se debatiera el tema, esta madrugada continuaba la votación para aprobar el capítulo en materia de energía, en el que los priístas posibilitan la apertura al capital privado tanto en Petróleos Mexicanos (Pemex) como en la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

El PRI eliminó de su nuevo programa de acción la oposición a que se graven medicinas y alimentos con el impuesto al valor agregado (IVA). Esto ni siquiera se debatió, porque la discusión fuerte se dio acerca del tema de energía, y dividió a los priístas, que casi llegaron a los golpes.

La intervención del senador Manuel Bartlett Díaz fue decisiva para que el tema se debatiera, pero no fue suficiente. La decisión se tomó de antemano, en la elección misma de los delegados, sobre todo del compacto grupo de Oaxaca, que hasta recibió con chiflidos al precandidato Enrique Jackson, además de gritarle a coro: "Madrazo, Madrazo".

En el predictamen propuesto se cambió por completo lo establecido en materia de energía, al eliminar el compromiso de los priístas de no permitir la privatización de las industrias eléctrica y petrolera. El nuevo texto sustituyó dos definiciones básicas: una, "el dominio directo de los recursos naturales y del subsuelo del país corresponden originaria, inalienable e imprescriptiblemente a la nación", y la otra, "el petróleo y la energía eléctrica, como industrias estratégicas, deben seguir siendo propiedad de la nación. Sostenemos la plena potestad de ésta sobre nuestros recursos naturales, sobre el agua y el espacio aéreo, y sobre nuestros mares territoriales".

También salió del predictamen el capítulo correspondiente a la soberanía, donde se establece que "los priístas encabezamos la defensa del pleno dominio de la nación sobre los recursos naturales y reclamamos del gobierno el cumplimiento de las disposiciones que se establecen en los artículos 25, 27 y 28 constitucionales, particularmente en relación con los hidrocarburos, así como de la respectiva ley reglamentaria y sus reglamentos".

El nuevo texto retoma el discurso foxista, que alude a la pésima situación financiera de Pemex, y establece que los priístas se pronuncian por una política integral en materia de energía, con visión de largo plazo, rectoría del Estado mexicano y fortalecimiento de las empresas paraestatales del sector.

Define que "tomar las decisiones que permitan que los recursos energéticos apuntalen al desarrollo nacional", supone "encontrar alternativas en el marco de la rectoría del Estado, del espíritu del constituyente plasmado en la Constitución de 1917".

Una vez que terminó la lectura del predictamen, de 176 cuartillas, lo que llevó cinco horas, éste se aprobó en lo general y comenzó el debate de los artículos reservados. Desde antes se veía que todo estaba preparado para no permitir siquiera que se debatiera este tema. Una parte de los delegados iba con la consigna de votar en contra de lo que propusieron tanto Bartlett como Laura Alicia Garza Galindo.

Cuando el senador Ricardo Aldana planteó eliminar el capítulo referente a energía y dejar lo aprobado por la 18 asamblea, comenzaron las rechiflas y los abucheos. "No rehuyamos el compromiso que nos señala nuestro programa de acción, de encabezar la defensa del pleno dominio de la nación sobre los recursos naturales y reclamar del gobierno el cumplimiento de las disposiciones que se establecen en los artículos 27 y 28 constitucionales, particularmente en relación con los hidrocarburos, así como de la respectiva ley reglamentaria y sus reglamentos."

Apenas se escuchaba su voz reclamando que no se aprobara ese texto "ambiguo, confuso y oscuro", porque los gritos continuaron, sobre todo de la delegación de Oaxaca, mientras el sobrino del ex gobernador José Murat, diputado Adolfo Murat, se unía al coro para acallar a Aldana.

La intervención de Beatriz Paredes, presidenta de la mesa, puso orden.

Ella misma leyó la propuesta de Aldana y puso el tema a debate, aunque el grupo de "porros", como lo calificó Bartlett, insistía en impedir la discusión, y aprovechando el cansancio de los demás delegados exigía votar en contra.

Entonces Bartlett remontó la situación con un discurso emotivo, que le ganó aplausos de gran parte de los delegados, sobre todo cuando habló del "enemigo que está dentro del propio PRI" y que se ha unido a las presiones de quienes quieren que se abra la Constitución para entregar el petróleo y la electricidad a extranjeros.

Quienes voten "por un texto deslavado y mañoso, como el que se presentó aquí, están en favor de los intereses extranjeros. No es cierto y mienten quienes dicen que Pemex no tiene recursos para seguirse desarrollando, es una gran mentira, porque hoy dicen que Pemex está en quiebra y las petroleras del mundo están nadando en dinero".

¡No es cierto que Pemex no tenga recursos! Los contratos de servicios múltiples, que defienden algunos priístas del norte, no aportan ningún recurso, se llevan los recursos de este país; están privatizando la energía eléctrica, violando la Constitución. El señor presidente Fox está violando la Constitución y hoy lo quieren apoyar aquí algunos supuestos priístas.

Justo cuando Bartlett Díaz hacía su exposición, un delegado intentó censurar la participación y, molesto, el otrora secretario de Gobernación le dijo: "¡usted cállese y escuche!"

Buena parte de los delegados presentes comenzaron a corear el nombre de "Bartlett, Bartlett". El político había logrado poner a debate el verdadero tema.

"Si hoy permitimos que las fuerzas incrustadas en este partido, de neoliberales y entreguistas, hagan que no aprobemos la defensa de la Constitución de la República, habremos entregado el partido y habremos perdido la defensa de la soberanía nacional. ¡No lo permitan!"

Consciente de que Roberto Madrazo había impuesto a los delegados, Bartlett advirtió que se discutía el futuro de la nación y no un asunto de candidaturas.

Su discurso fue rubricado con aplausos y con el grito de "duro, duro, duro". Pero el grupo contrario de inmediato se movilizó. En el salón comenzaron a aparecer jóvenes, algunos aparentemente alcoholizados, que exigían que se votara ya el tema.

Junto al gritón Adolfo Murat, el gobernador de Nuevo León, Natividad González Parás, y el diputado Francisco Suárez Dávila daban instrucciones. En contra de modificar el dictamen hablaron Enrique de la Madrid, al que le gritaban "júnior, júnior"; el delegado por Oaxaca, Moisés Molina, y Héctor Gutiérrez de la Garza. Los tres negaron que se pretenda impulsar la privatización de Pemex.

Hubo una segunda ronda de oradores. El senador Oscar Cantón Zetina también llamó a evitar que el PRI vaya contra sus principios y se ponga del lado de quienes quieren privatizar los energéticos. Su compañera de bancada, Silvia Hernández, en cambio, sostuvo que en la propuesta no hay nada de eso y hasta leyó sólo parte del contenido del predictamen. "¡Tendenciosa!", le gritó una delegada.

El ambiente subía de tono. Cada vez se veían a más extraños, a gente sin gafete, y por esta razón, cuando Beatriz Paredes puso a votación la propuesta de Aldana, es decir, eliminar el texto en materia de energía y dejar lo establecido durante la 18 asamblea, el resultado fue muy parejo.

Bartlett exigió entonces que la votación fuera nominal. Los que nunca dejaron de gritar se opusieron. Hubo altercados y algunos casi llegaron a las manos, pero Paredes se impuso y comenzó la votación por medio de una lista, que se prolongó hasta la madrugada.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.