Usted está aquí: viernes 4 de marzo de 2005 Opinión MEXICO SA

MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Buenas noticias de los dirigentes de los banqueros... para pocos

Los pagos por el rescate bancario seguirán hasta 2030

Las rebanadas del pastel:

AUNQUE UNO CONCLUYE el mandato y otro apenas lo inicia, ambos presidentes tienen muy buenas noticias para los mexicanos, aunque no necesariamente para todos; de hecho, para muy pocos.

COMO PRESIDENTE SALIENTE de la Asociación de Bancos en México, Manuel Medina Mora, informó que las instituciones por él representadas están "echadas para adelante y es un excelente momento para que la gente, las familias y las empresas se acerquen y aprovechen los beneficios que la reactivación crediticia ofrece... Tenemos la banca más sólida y fuerte de la historia de México".

COMO PRESIDENTE ENTRANTE de la misma organización gremial, Marcos Martínez Gavica difundió que la etapa de "saneamiento" de las instituciones bancarias (ese chiquero llamado Fobaproa) "se encuentra concluida".

DOS GRANDES NOTICIAS, sin duda, divulgadas justo al inicio de la 68 convención anual de los banqueros, aunque lamentablemente es necesario matizar para el entendimiento cabal de los logros de los barones del dinero: la primera buena nueva ni siquiera roza al grueso de los mexicanos; la segunda, por el contrario, involucra -quiéranlo o no- a los poco más de 104 millones de personas que habitan este país, y a las que se acumulen de aquí al año 2030, cuando menos.

MANUEL MEDINA MORA, también presidente y director general de Banamex, explicó que en un país que, como México, tiene de 25 a 26 millones de hogares, "ocho millones de nuevos créditos que las familias han tomado es un número extraordinariamente importante". Por ejemplo, citó, hace dos años una familia con un ingreso mensual de ocho mil pesos, teóricamente tendría acceso a un crédito de 90 mil pesos; hoy, esa familia de 8 mil pesos mensuales de ingreso (6.14 veces el salario mínimo vigente) puede aspirar a un crédito hipotecario de 250 mil pesos, a 15 años y sin cambios en sus pagos.

DE IGUAL MANERA, continuó, una familia con ingresos mensuales de 15 mil pesos (11.5 veces el salario mínimo vigente), y que sólo podía pretender un crédito de 170 mil pesos hace cuatro años, hoy alcanza uno de 500 mil, a 15 o 20 años sin que nunca varíe su pago mensual. "Esto es lo que ejemplifica mejor todos estos años de estabilidad financiera que los gobiernos mexicanos, en especial este último, ha ganado. Esta estabilidad financiera finalmente se traduce en beneficios tangibles para la familia".

ASI DE LLANA, la buena nueva difundida por Medina Mora (es decir, la primera noticia) se escucha maravillosa. El problema es que siempre hay un pero, y en este caso resulta de proporciones descomunales: en México, 75.85 por ciento de la población ocupada (cifras del INEGI) obtiene un ingreso 20 por ciento inferior al monto referido por el banquero para la obtención de un crédito hipotecario con las espléndidas condiciones descritas.

EL ASUNTO EMPEORA cuando se suma a quienes, formalmente empleados, no reciben ingreso alguno (3 millones 340 mil personas), con lo que la mencionada proporción se incrementa a 83.8 por ciento de la población oficialmente ocupada, es decir, que 84 de cada 100 mexicanos no tienen posibilidad de contratar un espléndido crédito hipotecario con la banca privada que opera en el país, cuando menos no en los generosos términos planteados por el presidente saliente de los bancos trasnacionales que operan en el país.

LO ANTERIORMENTE DESCRITO es en números redondos, porque la cuestión soporta varias cribas: en México oficialmente laboran poco más de 42 millones de personas, y de ellas 92 por ciento tiene una ocupación remunerada.

SIN EMBARGO, en cifras gruesas, casi 15 por ciento de ese total obtiene ingresos hasta de un salario mínimo (alrededor de mil 302 pesos mensuales); 22 por ciento de uno a dos (máximo 2 mil 604 pesos); 21.5 por ciento de dos a tres (tope 3 mil 906) y 17.5 por ciento de tres a cinco minisalarios (nunca más de 6 mil 510). Si se adiciona a quienes laboran sin remuneración, entonces la buena nueva de Medina Mora y sus banqueros "echados para adelante" ni siquiera roza a más de 35 millones de mexicanos, de tal suerte que la primera noticia, en los hechos, no lo es, como tampoco que "las nuevas certidumbres financieras operan en favor de la población", ni mucho menos que "la estabilidad finalmente se traduce en beneficios tangibles para la familia"

DESCARTADA LA PRIMERA noticia, abordemos la segunda, es decir, la difundida por el presidente entrante de la Asociación de Banqueros en México, Marcos Martínez Gavica, quien celebra que la etapa de "saneamiento" de las instituciones bancarias (una vez más: ese chiquero llamado Fobaproa) "se encuentra concluida".

ESTA SEGUNDA NOTICIA va en sentido contrario de la primera (la de Medina Mora), porque esta sí incluye a todos, absolutamente a todos los mexicanos nacidos y por nacer de aquí a una buena cantidad de años. De acuerdo con Martínez Gavica, tendríamos que salir a las calles a celebrar, porque el nuevo presidente de los barones del dinero habría anunciado que del erario ya no saldrían miles de millones para pagar las tropelías de quienes saquearon a las instituciones reprivatizadas en el salinato.

PERO NO, LA referencia de la nueva cabeza visible de los banqueros trasnacionales no camina por el sentido descrito. Ellos ya la libraron, porque negociaron con el "cambio" para que se les cubriera sus pagarés Fobaproa. Para ellos, pues, sí concluyó el "saneamiento".

EL PERO DE la segunda buena noticia, tan descomunal como el de la primera, es que los 104 millones de mexicanos, más los que se acumulen de aquí al 2030, seguiremos pagando -con o sin nuestro consentimiento- los citados destrozos, los que desde luego incluyen los pagarés y la ilegal compra de cartera de los barones del dinero que se encuentran reunidos en Acapulco con motivo de su convención anual, y que celebran que sus instituciones estén "echadas para adelante".

EN REALIDAD, ESTAN "echadas encima" de los que habitamos esta honorable nación.

APUESTA PERDIDA: 15 de febrero de 2005: "los productores mexicanos siempre tendrán un diesel a un precio inferior que los de otros países... si no es cierto, mañana mismo bajamos el precio, porque claro que sí es cierto, y a las pruebas me remito"; 3 de marzo de 2005: el presidente Fox anunció un nuevo subsidio para reducir el precio del diesel agropecuario y venderlo por abajo del estadunidense.

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