Usted está aquí: jueves 3 de marzo de 2005 Sociedad y Justicia Descalifica el Episcopado campaña contra la homofobia que iniciará la Secretaría de Salud

Intenta la dependencia darle "carta de naturalización a la homosexualidad", afirma

Descalifica el Episcopado campaña contra la homofobia que iniciará la Secretaría de Salud

Se apoya en bases antropológicas falsas, tergiversando concepto y lenguajes, sostiene

JOSE ANTONIO ROMAN

Ampliar la imagen Una familia se divierte en los terrenos de Ciudad Universitaria, en el Distrito Federal FOTO Cristina Rodr�ez

Con su anunciada campaña publicitaria en contra de la homofobia, lo que busca en realidad la Secretaría de Salud es darle "carta de naturalización" a la homosexualidad y "legitimar" el derecho a esa preferencia sexual, afirmó la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que criticó severamente dicha campaña anunciada para este mes, y recordó que lo ocurrido con la llamada "píldora del día siguiente" no es un tema olvidado ni cerrado para la Iglesia católica.

Al presentar en conferencia de prensa un documento de ese cuerpo colegiado que fija la postura de la Iglesia sobre el tema, el presidente de la Comisión Pastoral para la Familia, Rodrigo Aguilar Martínez, calificó a la homosexualidad como un "gran desorden" que "científicamente se ha comprobado que se puede curar".

Dijo que a los obispos les hubiera gustado ver una mayor congruencia por parte del presidente Vicente Fox, y se preguntó: "¿Queremos de verdad defender la vida y la familia?" Y en su respuesta, dijo que esto se hace con acciones concretas y no con "imposturas diplomáticas" en donde se pretende quedar bien con todos. A fin de cuentas es en bien de la persona humana y a favor del bien común. "Una decisión errónea en este tema tarde o temprano repercutirá negativamente en la sociedad".

Sin embargo, el también obispo de la diócesis potosina de Matehuala, reconoció que no toda la responsabilidad se le puede atribuir al titular del Ejecutivo, pues ello sería caer de nueva cuenta en el presidencialismo omnipotente. "Veo buena voluntad del Presidente, lealtad y búsqueda del bien, pero los problemas son complejos"; prueba de ello, recordó, ha sido el voto de México en la ONU para prohibir todo tipo de clonación, además de la participación del mandatario en la celebración del Día de la Familia, a efectuarse el próximo domingo.

Acompañado en la conferencia por el presidente de la CEM y obispo de la diócesis de León, José Guadalupe Martín Rábago, y varios colaboradores de la Comisión Pastoral de la Familia, el obispo de Matehuala dijo que el tema de la "píldora del día siguiente" tampoco está olvidado ni cerrado para la Iglesia. "Ahí todavía hay cosas que se deben clarificar y arreglar", dijo.

En el documento, titulado La homosexualidad y campaña contra la homofobia, cuya elaboración se llevó varios días, los obispos señalan que una campaña que promueva que la persona homosexual no sea rechazada es algo digno de reconocer. Ya el catecismo de la Iglesia católica dice: "los homosexuales deben ser acogidos con respeto y delicadeza", evitándose todo tipo de discriminación. No obstante, se pide hacer una distinción entre la "inclinación homosexual y los actos homosexuales".

Citando siempre la Biblia y el catecismo, los obispos subrayan que la práctica del homosexualismo son "depravaciones graves" y que este tipo de actos son "intrínsecamente desordenados" y "contrarios a la ley natural", por lo que no pueden recibir aprobación en ningún caso.

Asimismo, se denuncia que una campaña como la que ha anunciado la Secretaría de Salud, de legitimación del homosexual como algo natural, es parte de una creciente difusión a escala mundial y con fuerte presión de tipo social, político y mediático, la cual ya no habla de sexo -sustentado a nivel biológico, sicológico, social y moral-, sino de "género", como algo únicamente social y cultural, por ello modificable a criterio de la persona, pudiendo elegir entre cinco o más géneros: hombre, mujer, homosexual-lesbiana, bisexual, transexual.

El obispo Aguilar advirtió que si la campaña pretende presentar ante la sociedad a la persona con inclinación moral como una opción personal legítima, "con derecho a ser diferente", asume una aparente postura de humanidad y de respeto a la persona. Pero en realidad se está apoyando en bases antropológicas falsas y engañosas, tergiversando concepto y lenguajes.

No puede sostenerse que así como algunos tienen disposición a una relación y un amor heterosexual, otros tengan derecho a una relación y a un amor homosexual, de manera semejante a la aceptación y el respeto que se le debe tener a la persona no importa que sea diestra o zurda, o por su diferente color de piel.

Los obispos exigieron a la Secretaría de Salud suspender o modificar los espots anunciados para dicha campaña, por unos en los que verdaderamente promuevan las acciones a favor de la familia, el matrimonio y la vida.

 
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