El experto Peter Holland está en México para dictar tres conferencias magistrales

Las herramientas de William Shakespeare: ''imaginación y emoción por el lenguaje''

Más que el conocimiento, el célebre dramaturgo inglés invocaba la intuición, evalúa

CARLOS PAUL

La dramaturgia de William Shakespeare prevalece gracias a las numerosas puestas en escena de sus obras en otros idiomas, pues al traducirlo se hacen versiones muy distintas e interesantes.

En eso, precisamente, radica su vigencia, explica Peter Holland, especialista en la obra y escenificación del célebre dramaturgo inglés.

Como dimos a conocer en estas páginas (28/febrero/2005), Holland visita México para impartir tres conferencias magistrales, las cuales se iniciaron ayer, continúan hoy y mañana viernes, de las 11 a las 14 horas, en el teatro Orientación del Centro Cultural del Bosque.

Es muy difícil destacar cuáles son los elementos más relevantes en la obra de Shakespeare que nos hagan comprenderla, ya que eso -señaló el investigador- depende de quién la interprete.

''Si comparamos la lengua de Cervantes se podría decir que ésta es mucho más cercana al español moderno, lo que no sucede con el lenguaje de Shakespeare respecto del inglés moderno. Por ello, los significados se tienen que actualizar.

''Por tanto, cada país, cada época, hace su propio Shakespeare.''

En la actualidad se conocen ''entre 36 y 39 obras'' de su autoría, comenta aparte el investigador mexicano Alfredo Michell. La cifra no es exacta, pues ''existe un saludable desacuerdo entre los especialistas''.

Conocer cuántas pudo haber escrito ''es una especulación muy difícil''.

Sin embargo, ''si se calcula que escribió dos obras por año y si se considera que su vida productiva fue de entre 20 y 22 años, estamos hablando de aproximadamente de 40 a 44 obras''.

De puño y letra, señala Michell, no existe pieza alguna escrita por el propio Shakespeare, pues todas las conocemos a partir de versiones impresas de la época, que realizó la compañía teatral en la que trabajaba.

El poder, entre los conceptos esenciales

Shakespeare, ironiza Holland, ''era un buen ladrón, pues es importante recordar que las historias que dramatizó las tomó de otras personas, en el sentido de que el teatro es el arte de más trabajo en equipo. El, cuando un actor le sugería o contaba algo, rescribía la escena.

''Nadie le ayudó a escribir ninguna obra -destaca el especialista- y sí era muy flexible a la hora de trabajar con los actores, de quienes aceptaba sugerencias.''

Muchas personas se preguntan cómo es que Shakespeare sabía tanto de muchos temas y situaciones, ''pero esto no es muy complicado de explicar.

''La educación en su época comprendía a muchos escritores latinos. Un estudiante de aquel entonces sabía más que un profesor de ahora, porque aprendían inglés y latín; además fue una época de auge de la cultura, en la que se desarrolló el enciclopedismo.''

¿Shakespeare tenía realmente un gran conocimiento?, se pregunta Holland. ''Creo que no, tenía únicamente una enorme imaginación y una gran emoción respecto del manejo del lenguaje''.

Uno de los conceptos esenciales en su dramaturgia es el poder, cuya visión era la de que ''las personas desean y temen perder el poder y no quieren dárselo a nadie, pero también está la estructura social que da el poder a una persona y cómo algunas no saben qué hacer con él''. Esto, abunda Holland, no es una visión desencantada de la sociedad, es sólo una visión humana, en la que inclusive en los momentos más terribles de una tragedia shakespereana hay señales de integridad, belleza y honestidad.

Entre los temas que el investigador abordará en sus conferencias magistrales se encuentran cómo fue el desarrollo de la obra shakespeareana a lo largo de los años y de qué manera esta obra dramática, al ser consistente en sus valores literarios, ha logrado mantenerse como referente clásico.

La cita es hoy jueves y mañana a partir de las 11 horas en el teatro Orientación del Centro Cultural del Bosque.