Usted está aquí: jueves 3 de marzo de 2005 Cultura Rescatan murales de Montenegro emplazados en el Centro Histórico

Mañana se realizará la pesentación formal luego de la terminación del proyecto

Rescatan murales de Montenegro emplazados en el Centro Histórico

Se trata de La fiesta de la Santa Cruz y Reconstrucción

Fundación auspiciada por Carlos Slim ha canalizado 200 millones de dólares para el mejoramiento de esa zona de la capital

MERRY MAC MASTERS

Ampliar la imagen Vista parcial de La fiesta de la Santa Cruz, mural de Roberto Montenegro, en imagen captada en 2001. Este viernes ser�dados a conocer de manera oficial los resultados de los trabajos de restauraci�OTO Marco Pel�

Después de varios años de trabajos llegó a su fin la recuperación del conjunto muralístico de Roberto Montenegro (1881-1968), emplazado en el cubo de la escalera del claustro oriente del antiguo Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo, en el Centro Histórico.

Ahora ese recinto es ocupado por el Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble, del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). La obra será presentada de manera formal este viernes.

El acto es promovido por la Fundación del Centro Histórico de la Ciudad de México, instancia auspiciada por el empresrio Carlos Slim, que en 2004 suscribió un acuerdo de colaboración con el World Monuments Fund (WMF).

Como se dio a conocer en estas páginas (23/enero/2001) el WFM otorgó 40 mil dólares para ese proyecto, mientras que el INBA tendría que aportar una cifra semejante.

A la fecha, la Fundación del Centro Histórico de la Ciudad de México ha canalizado 200 millones de dólares para el mejoramiento de esa zona.

Caída del aplanado

En el cubo de la escalera del antiguo Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo se encuentran los frescos realizados en dos etapas por Montenegro: La fiesta de la Santa Cruz -también conocido como La reconstrucción de México por obreros e intelectuales-, hecho entre junio de 1923 y enero de 1924 en el muro oriente, y Reconstrucción, fechada en 1931, y que ocupa los muros norte, sur y poniente.

El mayor daño se observaba en la parte inferior del muro norte, donde se había caído el aplanado con la subsecuente pérdida de la pintura.

No eran problemas nuevos. En 1951, Clementina Díaz y de Ovando escribió en su libro El Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo, que ''la parte inferior del mural Reconstrucción ya está totalmente destruida''. Los sismos de 1985 también dañaron la estructura arquitectónica.

Sin embargo, la realización de los trabajos se complicó. Hace dos años (La Jornada, 27/mayo/2003), Walter Boelsterly, titular del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble, explicó: ''Tuvimos un problema combinado. Primero, el temblor del año pasado causó una apertura de grietas y un reactivamiento de viejas grietas (en los muros), así como de una de las grietas de la cúpula, muy agresivo.

''Se empezaron a hacer trabajos de restructuración e imper-meabilización. Cuando se tomaron las lecturas de humedad en el muro -ya sabíamos que venía una humedad importante por capilaridad y por los mantos acuíferos-, empezamos a tener manifestaciones muy agresivas de agua.

''Se propuso abrir una pequeña zanja en la base de los muros para que se colocaran allí los aerodrenes (ajugeros que favorecen la ventilación) de cerámica y de carbón, para que allí estuviera escurriendo el agua y ya no subiera al mural.

''Cuando empezamos a hacer esto nos encontramos con un enterramiento, con un piso original del edificio y con unas cámaras que habían sido rellenadas. Entonces, la obra se ha desviado un poco en términos de atender eso, dado que tuvimos que dar parte al Instituto Nacional de Antropología e Historia, que dispuso que se llevaran las piezas descubiertas.''

Iluminación en proceso

Ya para ese entonces, del mural de Roberto Montenegro se estraparon tres fragmentos: el retrato de Eisenstein, el de la maestra y otro espacio más de las construcciones, para trabajarlas aparte. Los decorados que estaban debajo de las arquerías de la escalera también fueron estrapados.

Al respecto, Boelsterly apuntó: ''Entonces, prácticamente lo que es el primer nivel se va a estrapar para poderlo independizar, tanto de las problemáticas de humedad como del movimiento del inmueble''.

En la actualidad está en proceso de colocarse una iluminación apropiada, porque sin ella no se puede apreciar el conjunto muralístico.

 
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