Usted está aquí: miércoles 23 de febrero de 2005 Opinión MEXICO SA

MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Los cuatro jinetes del Apocalipsis petrolero

Ya los veremos de asesores de trasnacionales

Las rebanadas del pastel:

NEGRA, MUY NEGRA resulta la perspectiva que los cuatro funcionarios del Apocalipsis refieren para la principal industria nacional: el problema no es si el país tiene o no petróleo, sino que México irremediablemente se hundirá sin la participación del capital privado en ese estratégico renglón.

LEJANA ESTA AQUELLA industria petrolera descrita por el inquilino de Los Pinos apenas dos años atrás, cuando aseguraba que, "afortunadamente", en el gobierno del "cambio" logró revertirse la tendencia "y ahora vamos cada año aumentando el porcentaje de recuperación de reservas petroleras". En el 2000 -versión oficial- se recuperó "nada más" 24 por ciento, pero en 2003 "probablemente lleguemos ya a cifras casi de 50 por ciento, y esperamos que con un esfuerzo continuado de inversión en Petróleos Mexicanos podamos llegar a la meta de que cada barril de petróleo que estemos extrayendo haya un nuevo barril que hayamos explorado, que hayamos invertido en exploración y eso nos permita preservar la riqueza de la cual todos estamos orgullosos".

SE RECUPERABAN RESERVAS, presumía, por las grandes inversiones realizadas. "Lo que el país invertía en promedio de 1983 al año 2000 eran aproximadamente 27 mil millones de pesos por año; en esta administración durante 2001 se invirtió un monto superior a los 55 mil millones, casi el doble de la cifra promedio, para el año siguiente, 2002, el monto de inversión fue de 72 mil millones y para este año 2003 se están invirtiendo casi 110 mil millones de pesos en exploración, una cifra verdaderamente histórica en exploración y producción, eso nos permite verdaderamente alcanzar las cifras que buscamos de ampliar la capacidad de generación de gas y de petróleo".

EL PARAISO, PUES, porque "lo que va a invertir el gobierno mexicano el 2004 (...) es una cifra histórica que no hemos tenido nunca en el sector de energía: aproximadamente 180 mil millones de pesos de inversión, donde participa también, con su propio riesgo y su propio dinero, el capital privado, quiere decir que casi tres puntos del PIB..." Eso decía, convencido que su "reforma energética" no sólo sería aprobada sin complicación alguna, sino aclamada por legisladores y mexicanos de a pie.

NO HA SIDO así, no lo será, y ahora el discurso los cuatro jinetes del Apocalipsis -Fox, Gil Díaz, Elizondo y Ramírez Corzo- amenazan con el caos nacional si al capital privado no se le abre la puerta de par en par (sin mencionar que ya entró, y cómodamente, por la puerta de atrás).

DE LA NOCHE a la mañana, las reservas probadas de crudo se redujeron de poco más de 25 mil millones de barriles en 2001 a cerca de 14 mil millones en 2005, es decir, una caída de 44 por ciento, no obstante que el inquilino de Los Pinos presumía una vertiginosa recuperación en este renglón, producto de "inversiones históricas" durante su gobierno, como él le llama.

DE LA MANO, los cuatro funcionarios del Apocalipsis amenazaron a los mexicanos que de no legalizarse la participación del capital privado en el sector energético nacional, sería preferible que se mudaran al infierno, un lugar placentero frente a un México hundido en la ruina.

UNO TRAS OTRO, armaron el escenario: "es urgente diseñar nuevas fórmulas de financiamiento en materia energética, que asocien las inversiones pública y privada, pues de otro modo no se podrá sostener el ritmo de inversiones que por 20 mil millones de dólares al año requiere Pemex" (Fox); "Petróleos Mexicanos ha hecho inversiones sin precedentes en los pasados cuatro años en materia de exploración, que le han permitido encontrar yacimientos importantes, pero como se encuentran a grandes profundidades se necesita capital extranjero para su aprovechamiento La legislación actual, sin embargo, no da la suficiente flexibilidad para obtener recursos" (Gil Díaz); "en caso de que no se realice una apertura al capital privado nacional y extranjero, el patrimonio de la empresa será negativo y en una década el país se convertirá en importador neto de crudo; los requerimientos de inversión son de 20 mil millones de dólares anuales, cantidad que no puede ser satisfecha ni con mayor endeudamiento ni con recursos presupuestarios. Al pasivo de Pemex se suman pérdidas netas acumuladas, pues en los pasados cuatro años las aportaciones fiscales han representado en promedio 75 por ciento de los ingresos totales y 114 por ciento de las utilidades de operación antes de impuestos, lo que ha provocado una disminución del patrimonio de 167 mil millones de pesos en 1998, a 24 mil millones en 2004, nivel que podría volverse negativo en los próximos años, si no corregimos esta problemática" (Ramírez Corzo); "en un plazo de 10 a 15 años México tendrá que importar petróleo crudo. Con una reforma fiscal, el gobierno tendría recursos propios y dejaría recursos a Pemex para la reinversión; si tuviéramos una reforma energética, entonces podrían fluir recursos de capital privado a ciertas actividades, sin privatizar, ni perder el control, lo que podría contribuir a tener un escenario positivo. La deuda de Pemex ha llegado a su límite, por lo que la inversión que en años anteriores ha realizado por montos de entre 12 y 13 mil millones de dólares anuales deberá parar. Si no fluyen recursos sólo queda la deuda, y ésta tiene un límite. El nivel de inversión óptima que Pemex requiere son 20 mil millones de dólares anuales, pero creo que con 15 mil millones podríamos tener un nivel de inversión aceptable que por lo menos nos libraría de encarar este escenario negativo en los próximos 10 o 15 años; sin embargo, hoy no hay recursos para los 10 ni para los 15 ni para los 20 años" (Elizondo).

ASI EMPEZO ZEDILLO y hoy despacha en un buen número de trasnacionales; después de 2006, a los cuatro ya los veremos despachando como asesores de alguna petrolera internacional... La Comisión Nacional Bancaria y de Valores, que preside Jonathan Davis, "sigue investigando" a Ricardo Salinas Pliego y a Tv Azteca. Lo importante, a juicio del funcionario, "es que se haga a fondo y surta las consecuencias que tiene que surtir". Eso sí, "en México una investigación de este tipo puede demorar mucho"... La nación puede estar tranquila y agradecida: el inquilino de Los Pinos ama mucho a la señora Marta.

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