Usted está aquí: lunes 21 de febrero de 2005 Capital Denuncian vecinos abuso de autoridad de mandos medios y altos de SSP y PBI

Los acusan de invadir áreas comunes y de no pagar cuotas en la unidad Zapotitla

Denuncian vecinos abuso de autoridad de mandos medios y altos de SSP y PBI

El conjunto cumple 13 años de haber sido construido con fondos de la Caja de Previsión

SUSANA GONZALEZ G.

Invasión de áreas comunes, que equivalen a la extensión de sus propias casas, así como incumplimiento en el pago de cuotas para tareas de mantenimiento y actos de intimidación contra los integrantes de la actual administración de la unidad habitacional Zapotitla-Tláhuac, caracterizan la actitud asumida por al menos cinco mandos medios y superiores de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) que forman parte de los condóminos del lugar.

Pese a que al conjunto habitacional está conformado apenas por 36 casas unifamilares, cada una de dos niveles con 90 metros de construcción, los problemas condominales se agudizan entre los policías preventivos y bancarios que ahí viven porque quienes ostentan una jerarquía mayor dentro de la policía capitalina han violado los derechos del resto de los habitantes, denunció un grupo de vecinos.

Son los casos de Víctor Manuel Juárez Sierra y de Gloria Hernández González, ambos con cargo de segundo inspector en la Policía Preventiva y de Juan Esquivel, primer oficial de la Policía Bancaria, quienes son dueños de las viviendas 13, 14 y 15 respectivamente, pero que se apoderaron del área colindante y con ello clausuraron el acceso oficial a la unidad marcada con el número 219 de Manuel M. López, colonia Zapotitla, aprovechándose de que los vecinos podían entrar por la avenida San Rafael Atlixco.

Incluso Juárez Sierra taló un pirul "para lo cual trajo hasta a los bomberos de la Central de Abastos" porque sus ramas estorbaban el segundo piso que pretendía edificar sobre unos cuartos que ya tiene en el terreno invadido. Enfrente, Gildardo Cuéllar López, segundo inspector de la SSP en Xochimilco y dueño de la casa 12, también "extendió su propiedad" al área colindante e incluso "quiso venderla como propia" , mientras otros siete vecinos, que han colocado rejas afuera de sus casas, han reducido las dimensiones de los andadores.

Así lo aseguraron Florencio Sánchez Romero y María Elena Juárez Martínez, del comité de vigilancia de la actual administración, así como Aurora Orozo Montaño, Elizabeth Ruiz Carreón, Sonia Cisneros Rosete y Gabriel García Morales durante un recorrido por la unidad.

En el otro extremo de la unidad, a un lado de la entrada de San Rafael Atlixco, Esperanza Galicia, conocida como "la jefa cisne" porque es titular del Agrupamiento Femenil de la SSP, extendió la reja de su casa (la número uno) y con ello se apropió de un área común destinada originalmente para una tienda, pero que fue recuperada por los vecinos apenas el año pasado para colocar juegos infantiles.

El pleito aún no termina porque, dijeron los vecinos, Esperanza Galicia y otros de los condóminos --que se distinguen por haberse apropiado de áreas comunes, no pagar cuotas, conducirse con prepotencia y tratar a sus vecinos como sus subalternos y ningunearlos-- organizaron hace poco una asamblea para desconocer a la actual administradora, Dulce María Guzmán, aunque la invitación estaba en papel membretado de la delegación Tláhuac del área de Participación Ciudadana, donde la jefa cisne amenazó a sus vecinos con recuperar "con la mano en la cintura" el área en cuestión.

El conjunto cumple ya 13 años de haber sido creado con fondos de la Caja de Previsión de la SSP y las viviendas fueron otorgadas a mandos medios y altos de la Policía Preventiva y Bancaria, pero hasta la fecha sus habitantes no han podido obtener ningún apoyo económico del Gobierno del DF o la delegación Tláhuac para mantenimiento o mejoramiento de sus instalaciones, porque por los problemas mencionados hasta hace poco no contaban con una administración que tuviera personalidad jurídica aunado al problema de la entrada oficial que no existe

Denunciaron que hay una constante presión por tratar de destituir a la actual administradora de la unidad, al grado que "supimos que han tratado de recolectar firmas en la misma SSP, lo cual es absurdo porque quienes tenemos que decidir somos los condóminos", pero advirtieron que como algunos de éstos trabajan bajo las órdenes de ellos se ufanan de tener su apoyo incondicional.

Lo paradójico del caso, expresaron, es que "no viven aquí porque sólo ocasionalmente vienen, como Esperanza Galicia que tenía por costumbre organizar sus fiestas e invadir los cajones de estacionamiento de nosotros para acomodar a sus invitados, sin pedirnos permiso siquiera".

Los condóminos refirieron que en los primeros años de la unidad, entre 1994 y 1996, Esperanza Galicia se hizo cargo de la administración "pero nunca se notó en el mantenimiento, ni entregó cuentas, e incluso llegó a cobrarnos hasta cinco mil pesos por copias, además de que mandaba a su secretaria en patrulla para hacer los cobros".

Las quejas han llegado a la delegación Tláhuac, a la Procuraduría Social y a la Procuraduría General de Justicia del DF con la denuncia TL4-1T1/766/02-08 por los delitos de despojo, daño en propiedad ajena y lo que resulte, pero sin que hasta el momento hayan recuperado el área común donde debe ubicarse la entrada oficial a la unidad, "mientras los invasores pretenden que notifiquemos a las autoridades el cambio de entrada, pero eso implica cambiar escrituras y toda la documentación de la unidad".

 
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