Usted está aquí: jueves 17 de febrero de 2005 Cultura El reto de México no es la diversidad cultural, ''sino la desigualdad social''

La gesta zapatista, crucial para definir un nuevo rostro nacional: José del Val

El reto de México no es la diversidad cultural, ''sino la desigualdad social''

A diferencia de lo expresado por Fox, Chiapas está adelante del país, considera el etnólogo

Presentarán La Pluralidad Cultural, colección de la UNAM, en la feria del libro de Minería

ANGEL VARGAS

Construir un modelo diferente de nación para México es imperativo de cara a las nuevas circunstancias del siglo XXI.

Sin embargo, lograr eso resultará imposible hasta que no se asuma ''la realidad de que somos un país de muchos rostros y, como dicen los zapatistas, también de muchos corazones".

El etnólogo José del Val justifica así la necesidad de colocar la pluralidad cultural entre los temas prioritarios de análisis y discusión nacional, aspecto en el que el especialista trabaja desde su cargo de director general del Programa Universitario México Nación Multicultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Como parte de ese proceso de reflexión, dicha instancia universitaria creó la colección editorial La Pluralidad Cultural, cuyos primeros seis tomos serán presentados en el contexto de la versión 26 de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, el próximo 4 de marzo.

''Aunque predominan los textos dedicados a los pueblos originarios, el objetivo (de la colección) es promover una reflexión que no reduce el campo de la diversidad cultural a los pueblos indios, sino que reformula la comprensión de nuestra sociedad al concebir esa diversidad como atributo de todos los ciudadanos, para establecer un marco jurídico que garantice relaciones interculturales explícitas y equitativas a la población completa y dar cauce así a la verdadera democracia cultural", se asienta en un documento de ese programa universitario.

Reorganización de las sociedades

En entrevista, Del Val sostiene que el levantamiento indígena chiapaneco de 1994 ha sido uno de los factores determinantes para situar a la pluralidad cultural como tema prioritario de discusión nacional y con ello dar un paso decisivo para la definición de un nuevo rostro del país.

-¿Asumir esta multiculturalidad de México implica una deuda histórica?

-No necesariamente, porque el modelo de nación adoptado por México en el siglo XIX fue para acabar de romper con la desigualdad que había marcado el periodo colonial. Era la separación entre los indios y los no indios; la ruptura de un modelo que había generado una desigualdad social enorme, una especie de esclavitud.

''Fue así que el país se organizó para acabar con la desigualdad y generó un modelo de nación típico de las naciones de ese periodo, un modelo homogéneo.

''A la luz de la segunda mitad del siglo pasado, con el efecto de la hegemonía de las empresas trasnacionales se empezaron a socavar los modelos de identidad nacional como fundacionales, como definitivos.

''La nacional era la única identidad que importaba en los países y se comenzó a abrir el espacio para que se desarrollaran y florecieran otras identidades.

''En este contexto es que hay un surgimiento de los pueblos indígenas no sólo en México sino en el mundo; pero también de las pequeñas naciones. Vemos así el asunto de los vascos y los catalanes en España.

''En fin, las minorías y los grupos étnicos de todas partes del mundo están reivindicando nuevos derechos. Podrían ser en realidad viejos derechos no reconocidos, pero que se plantean hoy como nuevos derechos para una nueva reorganización de las sociedades."

Soberanía vulnerada

-¿Por qué es necesario replan-tear el concepto de identidad nacional?

-De alguna manera u otra, el problema es que el concepto de identidad nacional se fundamenta en el de soberanía nacional, muy atacado, disminuido, debilitado. Un debilitamiento que también incluye a los organismos internacionales que fundaban su relación en los estados.

''Vemos como ejemplo de lo anterior el debilitamiento de las organizaciones de las Naciones Unidas (ONU) y de la de Estados Americanos (OEA)

''Todos los organismos internacionales están enormemente debilitados porque el modelo de construcción de sus relaciones era la soberanía de los Estados y ésta es vulnerada por el poder hegemónico de las corporaciones trasnacionales."

-¿Hasta qué punto ocurre en la práctica el reciente reconocimiento constitucional de México como nación pluriétnica y multicultural?

-No se da en absoluto. Es un reconocimiento formal, de carácter ideológico que reconoce un hecho indubitable: el carácter multicultural de México.

''Pero todavía estamos muy lejos de comprender el significado de la multiculturalidad y los caminos que debe seguir la transformación de la sociedad mexicana para convertirse verdaderamente en una sociedad intercultural. Es decir, donde las culturas tengan un desarrollo libre y equitativo.

''El problema no es el reconocimiento de que hay diversidad, sino que por ser diversos son desiguales. Entonces, lo que debe eliminarse es que el contenido de la diversidad esté siempre asociado a la desigualdad".

Reivindicar derechos culturales

-Hay quienes plantean que reconocer la multiculturalidad puede implicar el riesgo de balcanización del país.

-Un modelo de separatismos no es posible en México, porque no son grupos de orientación nacionalista, sino de reivindicación de derechos culturales.

''Eso de que el reconocimiento de los derechos de las minorías y las diferencias significa la balcanización es el petate del muerto de los poderosos, que quieren seguir imponiendo su modelo de subordinación total. Es más, lo que sí produce la balcanización y la fractura de los países es la desigualdad.''

-¿Qué riesgos existen en caso de que no se reconozcan esas diferencias culturales en México?

-Vivimos en conflicto. Tenemos una guerra pendiente en Chiapas, pero el escenario puede extenderse a toda la nación.

''Por eso cuando hay comentarios desafortunados de algunos funcionarios, como del presidente Vicente Fox, quien dice que lo de Chiapas quedó atrás, es como no entender un poco que lo de Chiapas está adelante de México.

''Es decir, no se dará una transformación del país si antes no se modifica esa situación. Es, de hecho, el principio de la transformación. Y Fox fracasó. Lo primero que hizo al tomar el poder fue intentar hacer una transformación de esas cuestiones y no pudo. Por eso seguimos padeciendo ese freno y la ignominia, porque los zapatistas y los grupos indígenas de Chiapas están peor que hace 10 años.

''Lo de Chiapas es un caso, pero se trata de una realidad que se extiende a todo el país. El Estado tiene que asumir su responsabilidad con la población y lo que vemos es una 'desresponzabilización' de su parte.''

- ¿Y qué sucede con la sociedad civil?

-El problema de la sociedad civil es que constituye un mecanismo de protesta, pero no genera transformaciones políticas profundas, porque quien sigue teniendo el control del aparato de Estado y de las instituciones de justicia y de seguridad es el gobierno. Mientras la sociedad civil no tenga poder de ejercer derechos no tiene ningún sentido su acción. Señala, protesta, escandaliza, pero no tiene acción específica. Es decir, está atada de manos.

Transición estancada

-¿Existen las condiciones necesarias para redefinir ahora el proyecto nacional de México?

-La expectativa era que quien lograra desbancar del poder al partido hegemónico creara condiciones para eso y el gobierno actual no lo ha hecho. Sólo ha intentado continuar con el proyecto nacional anterior exactamente igual. No ha habido ningún cambio ni transición. Parte del problema que tiene ahora México es ese: la transición estancada.

''Existen las bases necesarias para redefinir este proyecto. La sociedad tiene ideas y criterios, pero no hay condiciones políticas para esta discusión y se tomen decisiones. Por eso fracasan las reformas del Estado, como la energética, la fiscal, la indígena; no se crean las condiciones para llegar a acuerdos y tomar decisiones.

''El grupo que se entronizó en el poder continúa manejándolo de la misma manera, preocupado exclusivamente de las variables económicas y no de las determinaciones sociales, que es lo esencial. Deberíamos tener un gobierno para que se ocupe de la sociedad y no de pagarle al extranjero."

-¿A qué atribuye que la multiculturalidad sea un tema relacionado exclusivamente con lo indígena?

-Porque hay una tendencia a creer que los diferentes son los indios. No asumimos que los diferentes somos todos y que precisamente para poder entender un poco qué es la interpelación de los derechos culturales de un pueblo determinado, tenemos que asumir cuáles son los derechos culturales de todos los demás.

''Y no lo estamos asumiendo. Estamos creyendo e intentando reducir la diversidad cultural a los pueblos indígenas y generar modelos segmentados de derechos, cuando deben de ser modelos generalizados de derechos culturales, para que en cualquier grupo cultural pueda florecer su identidad y diferencia. Para que esto se transforme en políticas de Estado, la sociedad debe asumir sus verdaderos retos. El reto en México no es la diferencia cultural, sino la desigualdad social. Lo tuvo en la Independencia, la Reforma, la Revolución y lo seguimos teniendo ahora. Es decir, nos encontramos al igual que cuando se construyó la nación mexicana: tenemos a la sociedad fracturada por la mitad otra vez."

 
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