Muestra cómo el sistema fiscal privilegia a los grandes capitales: especialistas
Anómalo, que asalariados paguen el mismo ISR que las empresas
Es una situación incongruente porque quienes menos riqueza generan son los individuos, mientras las empresas contribuyen con la mayor parte del PIB, explica el IMEF
Lejana, la meta de empleo para 2005
Los impuestos a la renta pagados por los contribuyentes mexicanos fueron equivalentes en 2004 a los que aportaron las empresas, una situación calificada por especialistas de ''anómala e incongruente'', que exhibe la debilidad de un sistema fiscal que tiende a privilegiar a los grandes capitales.
En una situación que refleja una tendencia mundial -en la que grandes firmas incluso logran evitar el pago de tributos a la ganancia en su país sede- en México las empresas dejaron de aportar al fisco impuestos a la renta en proporción parecida a la riqueza que generan.
''Si las empresas en México generan 80 por ciento del PIB, deberían pagar una porción similar de impuesto a la renta'', expuso Carlos Cárdenas, presidente del comité fiscal del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
La semana pasada, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) dio a conocer que durante 2004 las personas físicas, es decir, los asalariados, contribuyeron con aproximadamente 50 por ciento del total del impuesto sobre la renta (ISR) recaudado por el fisco federal, mientras el otro 50 por ciento lo pagaron las empresas, también llamadas en la jerga fiscal ''personas morales''.
''Preocupa seriamente que sean los individuos, muchos de ellos cautivos, quienes estén aportando la mitad de la recaudación en este impuesto, pues esta proporción es muy superior a la relativa a la riqueza generada por ellos en el país'', comentó Carlos Cárdenas en conferencia de prensa.
Para poner en perspectiva la desigualdad del sistema fiscal, el especialista del IMEF consideró que la proporción que aportan a la recaudación del ISR -un tributo que grava las percepciones, en el caso de los trabajadores, y las ganancias, en el de las compañías- los asalariados y las empresas debe ser proporcional a la riqueza que generan unos y otras.
''Quienes menos riqueza generan, por razones obvias, son los individuos, mientras la mayor parte del PIB es generado por las empresas'', añadió. ''Si las empresas contribuyen con 80 por ciento del producto interno bruto, entonces deberían aportar 80 por ciento del ISR'', añadió.
La situación que se da en México es parte de una tendencia mundial, en la que los sistemas tributarios vigentes facilitan a las empresas reducir al mínimo sus aportaciones al fisco. Un caso fue documentado el 22 de enero por el diario británico Financial Times.
El rotativo informó ese día que General Electric, la compañía privada más grande del mundo por su valor de mercado, reportó un incremento de 18 por ciento en sus ganancias netas, en parte por un pago de impuestos menor al esperado.
''Una serie de cambios legales y victorias en los tribunales han dejado a General Electric con una de las más bajas tasas de tributación entre las compañías estadunidenses'', sostuvo el diario.
En 2005, la Secretaría de Hacienda perdió en los tribunales 25 mil millones de pesos de impuestos por juicios perdidos frente a empresas.
En la misma conferencia de prensa, Gerardo Cruz Vasconcelos, presidente del Comité de Estudios Económicos del IMEF, estimó que la economía mexicana, que tendrá en 2005 un crecimiento menor al de 4.2 por ciento registrado en 2004, generará sólo unos 300 mil empleos formales, una cifra menor a la anticipada por el gobierno el lunes pasado, de casi 400 mil.
''Es dudoso que haya un repunte en el empleo'', dijo el especialista del IMEF.
El organismo estimó que este año las remesas de los migrantes que residen en Estados Unidos alcanzarán 18 mil millones de dólares, frente a 16 mil millones en 2004.