Usted está aquí: viernes 11 de febrero de 2005 Cultura El Reina Sofía será el museo de arte contemporáneo más grande del mundo

La ampliación del inmueble, a cargo de Jean Nouvel, concluirá en abril

El Reina Sofía será el museo de arte contemporáneo más grande del mundo

Con fibra de vidrio y poliéster, el arquitecto francés ha logrado ''sutilezas y brillos'', dice funcionaria del recinto

Allí se rinde homenaje a México, país invitado de la feria Arco

Respeto a la arquitectura original

MERRY MAC MASTERS ENVIADA

Ampliar la imagen Asistentes observan El perro, obra del artista espa�Salvador D�, que se exhibe en el contexto de la feria Arco en Madrid FOTO Reuters

Madrid, 10 de febrero. Cuando se concluya la ampliación del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, con un costo de 79 millones de euros, prevista para el próximo abril en lo referente a su obra arquitectónica a cargo del francés Jean Nouvel, éste se convertirá en el recinto museístico de arte contemporáneo más grande del mundo, asegura Lola Muñoz, arquitecta del museo.

El Reina Sofía rinde homenaje a México, país invitado de la versión 24 de la Feria Internacional de Arte Contemporaneo (Arco), que se desarrolla del 10 al 14 de febrero, con la exposición individual Gabriel Orozco que se presenta en el Palacio de Cristal, espacio también del museo, mientras que la colectiva Eco: arte contemporáneo mexicano, se exhibe en una sala acondicionada a raíz de esa ampliación. A finales de este mes será abierta la muestra de Germán Cueto.

El objetivo de esos trabajos, explica Muñoz, es la liberación del tercero y último nivel del edificio original, pues al trasladarse la biblioteca a la parte nueva, se ganarán más salas de exposición. De este modo la colección permanente a la vista aumentará 50 por ciento. De hecho, gracias a la ampliación, de 51 mil 717 metros cuadrados, el recinto crecerá más de 50 por ciento, al adquirir 26 mil 892 metros cuadrados más, apunta la entrevistada.

Desde que Jean Nouvel concursó para el proyecto, en 1999, concibió la imponente cubierta como un ala protectora y amable, pero a la sombra de la construcción de Francisco Sabatini, quien retomó la obra en 1768 tras la muerte de José de Hermosilla, que después fue utilizado como hospital.

Ese respeto por el inmueble original, sin embargo, no impide que la extensión sea una manifestación de arquitectura contemporánea. La cubierta, de 8 mil metros cuadrados, cuyo material es igual al de Sabatini, está abierta, porque de lo contrario ''la presión del viento la levantaría", explica Muñoz.

La ampliación del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía consiste en cafetería-restaurante, biblioteca, salas de exposiciones temporales, tiendas, sala de conferencias, bodegas, auditorio, área administrativa y terrazas.

Probablemente lo más llamativo de esas innovaciones son las grandes superficies exteriores de color rojo, para las cuales Nouvel empleó fibra de vidrio y poliéster. Se trata de un material que viene de la industria aeronáutica, que es ligero y resistente a la vez. También se utiliza para las coberturas de los yates y los ferrocarriles de alta velocidad.

Nouvel, recuerda Muñoz, es un arquitecto ''inquieto" respecto a los nuevos materiales que no provienen del mundo de la arquitectura, sino de otras industrias, pero que gusta de estudiarlos para sacarles provecho. De la fibra de vidrio y el poliéster ha logrado ''sutilezas y brillos".

Conseguir el tono rojo correcto fue una tarea complicada, porque éste es un color que a Nouvel le agrada en particular. Para la ampliación, primero se imaginó en ''rojo Ferrari", platica la entrevistada, que después se transformó en un ''rojo Bur-deos o Rioja", como el vino. La arquitecta plantea la problemática de trabajar en Madrid, cuyo cielo tiene luz intensa.

El granito del piso equivale a un nuevo lazo con el edificio original. Otro sería el patio que en la actualidad alberga una escultura de Roy Lichtenstein, en préstamo por dos años de la fundación que lleva el nombre del artista pop estadunidense, cuya exposición inauguró la nueva área de muestras temporales, en el edificio de Nouvel.

Debajo de la plaza se construyen grandes bodegas para guardar las obras de arte. Esto solucionará un creciente problema. Muñoz señala: ''El museo estaba ya en una situación bastante complicada. En esos 10 años (en 1992 se inauguró su colección permanente), ha crecido tanto, por un lado debido a la compra de obra y, por otro, mediante las aportaciones de las grandes compañías. Ahora, por ejemplo, se presentan dos piezas de Braque que una de las empresas más importantes del país cedió por medio de una operación de índole de pago de impuestos. Eso ocurre continuamente en el museo".

La reubicación de la biblioteca significa el traslado de 100 mil volúmenes a su nuevo local de dos niveles que también queda debajo de la plaza y, además, tiene capacidad para 250 mil libros.

Del edificio original se podrá pasar al nuevo complejo que también contará con dos entradas, ya que su perímetro es de un kilómetro.

 
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