Usted está aquí: miércoles 9 de febrero de 2005 Cultura Innovar en el arte no debe obedecer ''a las instituciones ni al mercado''

Gabriel Orozco inauguró muestra en el Palacio de Cristal del Centro Reina Sofía

Innovar en el arte no debe obedecer ''a las instituciones ni al mercado''

El prestigiado artista mexicano propone un diálogo entre sus creaciones de diferentes épocas

Participa también con obra que exhibirá la galería Kurimanzutto en el contexto de Arco

MERRY MAC MASTERS Y ARMANDO G. TEJEDA ENVIADA Y CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Una exposici�s como un concierto de jazz, donde el artista improvisa un poco sobre lo que ya sabe, pero con nuevas notas y al jugar con la situaci�oncreta, considera Orozco FOTO Carlos Cisneros

Madrid, 8 de febrero. Los tres meses anteriores han sido muy intensos para el artista Gabriel Orozco. En diciembre trabajó mucho para preparar su exposición que hoy se abrió en el Palacio de Cristal, recinto del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, ubicado en el Parque del Buen Retiro.

También estuvo pendiente del catálogo que acompaña la muestra, además de ver terminado el libro que llevaba año y medio en preparación, Textos sobre la obra de Gabriel Orozco, coeditado por Turner-Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) que será presentado el jueves 10, a las 13:30 horas, en el contexto de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (Arco), dedicada este año a México y que este miércoles será inaugurada.

Simón, primogénito del artista

Pero sin duda el suceso que más acaparó la atención de Orozco fue el nacimiento de su primogénito Simón hace 10 semanas en París, por el simple hecho de que allí se encontraban los padres, aunque él es ''ciento por ciento mexicano'', aclara el artista.

Simón se la pasó dormido plácidamente en su carriola, mientras el Palacio de Cristal se llenaba de asistentes a la apertura, incluidas Carmen Calvo, ministra de Cultura de España, y Sari Bermúdez, presidenta del CNCA.

Exhibir en el Palacio de Cristal y no en el Museo Reina Sofía fue buena idea; allí también por la noche se inauguró la colectiva Eco. Arte contemporáneo mexicano.

''Siempre he querido mucho este espacio desde que fui estudiante durante un año en Madrid y venía mucho aquí'', expresa Gabriel Orozco a La Jornada.

Nueva lectura

La luz que penetra por ese recinto madrileño -después de todo un día de lluvia, apareció de nuevo el sol-, aparte de dar la sensación de estar a la intemperie, ofrece una nueva lectura a las piezas tridimensionales creadas por Gabriel Orozco, muchas de las cuales ya son conocidas, porque aquí no hay fotografía ni dibujo.

''Me da gusto -señala el artista- presentar la mesa de billar en un lugar abierto, porque no es lo normal.

''En fin, es totalmente mi elección y me place hacerlo aquí. Hay obra que, a pesar de que sea más vieja, al verla aquí establece una conexión entre las piezas, cosa que hago mucho.

''No creo que un artista deba todo el tiempo tratar de hacer algo nuevo sólo por la demanda de las instituciones. Si no lo hace por la demanda del mercado, tampoco por la de las instituciones.

''Uno debe tener su tiempo de trabajo, resituar obras anteriores y ponerlas en diálogo con obras actuales. Una exposición es como un concierto de jazz, donde el artista improvisa un poco sobre lo que ya sabe, pero con nuevas notas y al jugar con la situación concreta. Entonces, algo de improvisación siempre me ha interesado ya con una estructura de trabajo atrás, claro.''

La muestra de Orozco incluye obras recientes como las terracotas Carbón y Calcetines, hechas con papel maché, ambas de 2005.

El Palacio de Cristal, reconoce, es un lugar hermoso, pero difícil, porque tiende a ''comer'' al artista. Hace votos porque no le pase esto a su exposición.

La estructura arquitectónica Sombra entre aros de aire, exhibida hace dos años en la Bienal de Venecia, por primera vez desde entonces se sacó de la bodega en Milán, Italia, donde se guardaba, para su traslado y montaje en Madrid.

Orozco la describe como ''arquitectura dentro de arquitectura'', aunque en su actual contexto se vuelve ''todo un objeto escultórico, aunque de todos modos se siente una construcción arquitectónica''. La pieza encierra la idea de dislocación o de ''transformar el paisaje al usar elementos existentes'', en este caso a gran escala.

Sombra entre aros de aire semeja una pérgola, pues consiste en un techo con tres columnas. Acaba tan integrada a su entorno que después de un rato las personas están abajo como si no existiera.

Proyección del documental Gabriel Orozco

''Me interesa mucho la funcionalidad -prosigue el artista-. Sigue siendo un techo, una sombra, que la gente habita y transita con naturalidad.''

También es la pieza central de la muestra. Su ''sombra'' es al mismo tiempo una zona de paso, especie de cruce, anota Orozco, de donde se puede ir a toda la exposición que se desenvuele de manera circular.

El edificio tiene algo de circuito, ya que desde el centro es posible desplazarse hace el punto que sea. Y, en el acto, se experimenta un cambio de escala, desde el gran formato hasta los calcetines impresos o la pelota de futbol.

Desde hace seis o siete años el Museo Reina Sofía había invitado a Orozco para exponer, pero fue hasta ahora que se pudo concretar. De paso coincidió con Arco, donde también participa dentro del módulo de la galería Kurimansutto, pero como ''cualquier artista''.

También se proyectará el documental Gabriel Orozco, dirigido por Juan Carlos Martín, este jueves en el cine Doré de la Filmoteca Española.

Asimismo, la tarde de este martes el presidente Vicente Fox y su esposa realizaron una visita privada a la exposición de Orozco, guiada por el propio artista.

 
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