Usted está aquí: miércoles 9 de febrero de 2005 Capital CIUDAD PERDIDA

CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

El retorno de Marcelo Ebrard

En sus manos, la política social del GDF

Duda de las filtraciones

PARA NO darle muchas vueltas a la vuelta o para no hacer de eso práctica común es necesario advertir que el regreso de Marcelo Ebrard al gobierno de la ciudad parece, cuando menos, un gesto que, para muchos, manda el mensaje de la lucha contra la injusticia, pero para otros es un acto de provocación.

EBRARD SE encuentra, hasta hoy, sujeto a un proceso judicial que no por injusto deja de ser un hecho que lo tiene al borde de la inhabilitación para ejercer funciones públicas, por eso su nombramiento también resulta sorpresivo.

SABEDORES que somos todos del tamaño de las venganzas que se ejercen desde Los Pinos, no es descabellado pensar en la reacción muy violenta de quienes montaron la injusticia contra Ebrard.

SI BIEN es cierto que el ex jefe de la policía no merece la acusación que le imputa la Procuraduría General de República, también lo es que dependerá de él, de nadie más, borrar el sello de superficialidad y prepotencia que lo caracteriza.

LOS ULTIMOS tiempos seguramente le han enseñado mucho a Ebrard, cuya lucha principal, ahora, será demostrar que quien le ha dado toda su confianza no se ha equivocado. El tiempo lo dirá. Mientras, aquí queda el espacio para sus opiniones.

Angeles Quevedo de Estrada

ME PARECE que lo del infiltrado es una tentativa de la gente de Fox para despertar el sentimiento compasivo de los mexicanos que tan fácilmente se nos desborda y ver si por ahí pueden levantar la imagen del Chente. La verdad, ese repetir con tanto énfasis el "terrible peligro" que corrió su integridad, más que llamar a mi preocupación deja la sensación de un teatro armado ex profeso... En todo caso, me parece muuuy oportuno el escándalo que se pretende armar, justamente cuando el PAN anda por los suelos en las preferencias electorales, además de muy sospechoso que se haya filtrado una información que, de alguna manera, exhibe al señor Presidente como corrupto a partir de su propia tesis en cuanto a que, si es la gente que está a su servicio "¿cómo es posible que no esté enterado de quiénes son los que le sirven de forma tan cercana? Desde luego que está de acuerdo, o se hace el ignorante o peca de descuidado, porque el señalado como colaborador del narco es un servidor público de cuyo entorno y antecedentes debió estar bien enterado." Palabras más o menos, eso es lo que dijeron Fox y sus complotados respecto de López Obrador, cuando apareció lo de la corrupción de Bejarano y Ponce, por más que el primero ya no estaba al servicio del jefe de Gobierno, y el segundo resultó sin culpas en la auditoría del GDF. Entonces ¿sólo Andrés Manuel es alcanzado por la corrupción de sus colaboradores? Hay que ser parejos ¿no? Esto, repito, si la parafernalia no fue armada ex profeso para despertar la compasión de la gente.

Alonso

CON RELACION a la supuesta gratuidad de los servicios médicos y hospitalarios que proporciona el Gobierno del Distrito Federal, según afirmación de López Obrador, me permito hacerles una atenta invitación a que concurran a cualquier hospital del gobierno capitalino y verifiquen la veracidad de la afirmación. Les adelanto que podrán verificar tres cosas: 1. que no son gratuitos; 2. que nunca hay medicamentos, mismos que deben adquirirse por el paciente "por fuera", y 3. el pésimo estado de los hospitales y la deficiente calidad en la atención. El comentario no es con ánimo de defender programas federales, sino por la mera circunstancia de denunciar un hecho que se encuentra a la vista de quien quiera verlo, pues los que por alguna u otra razón hemos tenido la necesidad de recurrir a los servicios médicos y hospitalarios de los nosocomios capitalinos, conocemos una realidad distinta a la que se declara.

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