Usted está aquí: sábado 5 de febrero de 2005 Espectáculos La permanencia del cine mexicano es casi milagrosa, dice Jorge Fons

Homenaje al director en el festival internacional fílmico de Guadalajara, en marzo

La permanencia del cine mexicano es casi milagrosa, dice Jorge Fons

Me sorprendí que alguien se fijara en el trabajo que he realizado, afirma el cinerrealizador

Se proyectará una retrospectiva con lo más representativo de su filmografía y un documental

JORGE CABALLERO

El cinerrealizador Jorge Fons será homenajeado en el próximo Festival Internacional de Cine en Guadalajara, que celebra su vigésima edición del 11 al 18 de marzo próximo. La distinción consistirá en un reconocimiento solemne a su carrera fílmica y la proyección de una retrospectiva formada por seis de sus películas y un video documental sobre su figura.

Al respecto, el director de Rojo amanecer mencionó: "Siento que es inmerecido... por otro lado es un honor... una mezcla de muchas cosas. Pero ahí está y espero que, ahora que esté en Guadalajara, los organizadores me platiquen las razones para ser merecedor de este homenaje''.

Jorge Fons nació en Tuxpan, Veracruz, en 1939 y egresó en 1966 del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC); fue parte de la primera generación de cineastas con estudios formales de cinematografía en nuestro país. La trayectoria de Fons inicia en 1968 con su debut, junto con Tito Novaro y Manuel Michel en el filme independiente Trampas de amor, dividido en tres episodios (El dilema, Yvonne y La sorpresa), donde él dirigió el último.

En entrevista telefónica Fons comentó: "Me sigo preguntando cuáles fueron las razones para recibir este homenaje, no me atrevo a especular porque realmente uno no espera nada de su obra, sólo realizarla y a partir de ese momento ya ni siquiera le pertenece a uno; en ese sentido, cuando alguien recuerda al cineasta como hacedor de la obra, me sorprendí que alguien se fijara en el trabajo que he realizado''.

El primer largometraje a nivel industrial de Fons fue El quelite (1969), que a pesar de las críticas durante su estreno, demostró su buen oficio. Después dirigió otro episodio de la serie Tú, yo, nosotros (1970). Un año después, la crítica y el público coincidieron en aplaudir Los cachorros (1971), adaptación de una breve historia de Mario Vargas Llosa. Su dominio del cortometraje fue evidente cuando dirigió el tercer episodio de Fe, esperanza y caridad (1972), el cual le valió la postulación sin precedente en la historia de los premios Ariel de la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas, dentro de las categorías de mejor película (por sólo un episodio) y mejor director.

De Los albañiles a El callejón de los milagros

Para el director veracruzano, el cine mexicano desde la década de los 60, "siempre está sufriendo de altas y bajas, pasa por momentos propicios y de repente entra en crisis aguda. Es un cine que sufre muchas dificultades para recuperar sus gastos de inversión; un cine que está a la buena de Dios, esperando apoyos, y que vive del entusiasmo de los cineastas que levantan los proyectos. La principal inversión del cine mexicano es la necedad amorosa de algunos productores y cineastas, ante el escaso apoyo del Estado... es una cinematografía que no tiene espacios amplios y suficientes de exhibición; todo el mundo está dedicado al cine de Hollywood y lo que resta es mínimo para las cinematografías locales, y México no es la excepción. Con este espacio tan restringido, nuestra cinematografía no se vincula con el público nacional; cada película tiene que salir a hacer gestos para que la vayan a ver. La permanencia del cine mexicano es prácticamente milagrosa''.

En 1977, Jorge Fons recibió el Oso de Plata al mejor director en el Festival de Berlín, con su película Los albañiles (1976), obra basada en la novela de Vicente Leñero, donde denuncia con crudeza el ambiente de marginación y frustración de los trabajadores de la construcción. Con todo esto, los siguientes años de su carrera se vieron obstaculizados por contratiempos más bien políticos, por lo que únicamente pudo filmar tres cintas en 17 años, dos de ellas documentales.

El retorno de Fons a la pantalla se convirtió en un acontecimiento clave para la historia de la cinematografía mexicana contemporánea. Se trató de Rojo amanecer (1989), de nuevo una producción independiente, primera cinta en hacer referencia directa a los sucesos violentos del movimiento estudiantil de 1968. Con el inesperado éxito de esta obra, Fons abrió la puerta a una nueva generación de jóvenes cineastas.

Seis años más tarde y ahora con el apoyo del Instituto Méxicano de Cinematografía (Imcine) y de productores privados, presentó una de las mejores películas mexicanas de los años 90, El callejón de los milagros (1995), la que además de ganar el premio del público en la Muestra de Cine Mexicano en Guadalajara de 1995 y recibir diez Arieles y formar parte de la Selección Oficial del Festival de Berlín el mismo año, ganó el Premio Goya a la mejor película extranjera de habla hispana en 1996.

El homenaje a este sobresaliente cineasta se llevará a cabo el miércoles 16 de marzo en el Paraninfo Enrique Díaz de León de la Universidad de Guadalajara.

Los trabajos de Fons que se proyectarán en el homenaje son: La cumbre (2003), Rojo amanecer (1989), Los albañiles (1976), Cinco mil dólares de recompensa (1972), Fe, esperanza y caridad (1972), Los cachorros (1971), El quelite (1969), y Tú, yo, nosotros (1970).

 
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