Usted está aquí: sábado 5 de febrero de 2005 Estados Reubican en Nuevo Montes Azules a 160 familias desalojadas de la selva Lacandona

Reciben 20 hectáreas y un solar; las tierras evacuadas fueron entregadas a indígenas

Reubican en Nuevo Montes Azules a 160 familias desalojadas de la selva Lacandona

ANGELES MARISCAL Y VICTOR RUIZ CORRESPONSALES

En lo que fue la más grande reubicación que hasta el momento se ha llevado a cabo en la selva Lacandona, 160 familias abandonaron este viernes unas 300 hectáreas de esa región chiapaneca.

Los poblados de los que salieron fueron El Ocotal, El Suspiro, Nuevo Tumbalá, Sol Paraíso, Las Ruinas y Nuevo Petalcingo, que tenían en posesión desde hace 20 años, los cuales eran reclamados por indígenas lacandones, a quienes se les hizo la entrega formal de las tierras desalojadas.

Los pobladores fueron instalados en el poblado 11 de Julio o Nuevo Montes Azules en unas 35 hectáreas del municipio de Palenque, donde se construyeron 250 viviendas.

A cada una de las familias les fueron entregadas 20 hectáreas y un solar. A Nuevo Montes Azules serán llevados los habitantes de al menos otros cinco de 30 poblados de la selva Lacandona.

El traslado de indígenas fue organizado por la Secretaría de la Reforma Agraria, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, la Secretaría de Gobierno y autoridades locales.

Desalojo en Chimalapas

De su lado, el director general de Seguridad Pública de Oaxaca, José Manuel Vera Salinas, informó que más de 120 personas de origen chiapaneco, en su mayoría armadas, abandonaron un predio de la reserva de la biosfera de Los Chimalapas, invadido a principios de enero.

El funcionario informó que ante unos 100 agentes de la Policía Preventiva de Oaxaca, los ocupantes salieron de una parte del predio La Gringa, que pertenece a San Francisco La Paz, municipio zoque de Santa María Chimalapa, que había sido invadido por habitantes del municipio de Cintalapa, Chiapas, "sin base legal alguna".

Detalló que la acción en esa zona, ubicada a unos 450 kilómetros al sureste de la ciudad de Oaxaca, tuvo el propósito de "hacer valer la ley y el estado de derecho en la entidad, así como defender la soberanía estatal, sin menoscabo de las armas del diálogo y la negociación".

Los policías preventivos constataron en el lugar que más de 120 personas efectuaban labores de roce en aproximadamente 70 hectáreas y gran parte de ellas portaban armas de fuego, quienes al notar la presencia policaca se dieron a la fuga.

Algunas personas que permanecieron en el lugar accedieron a dialogar y llegaron al acuerdo con Vera Salinas de retirarse y esperar a que la Secretaría de la Reforma Agraria aclare la situación jurídica del predio.

 
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