Jornada Semanal, domingo 23 de enero  de 2005        núm. 516

NAIEFYEHYA
TORTURA (I DE III)

EL CAMINO A ABU GHREIB
PASA POR MONTEVIDEO
EN EL PRINCIPIO FUE ABU GHREIB…

La derecha y la ultraderecha estadunidenses se empecinan en calificar los actos de abuso y tortura cometidos por sus soldados en Irak como acciones justificadas en contra de los peores criminales que ha eructado el infierno, como el lógico y justo desahogo de un grupo de héroes sometidos a un alto nivel de estrés o bien como inofensivas bromas estudiantiles. Como declaró Guy Womack, el abogado del único militar que ha sido sometido a un juicio marcial, Charles Graner (uno de los sonrientes rostros que dieron la vuelta al mundo posando con sus rehenes iraquíes): "En todas partes de los EUA grupos de porristas forman pirámides seis u ocho veces al año. ¿Es eso tortura?" Asimismo, argumentó que el uso de correas para controlar a los presos no sólo era aceptable sino normal y que en Texas los reos son comúnmente lazados. La versión oficial del gobierno de Bush es que Graner es un sádico fuera de control y es el líder de una pandilla de soldados indisciplinados que cometió estos actos violando los altos estándares morales y de conducta del ejército. En cambio los demócratas creen que Graner y sus depravados cómplices sólo estaban poniendo en práctica las órdenes de sus superiores y que los verdaderos culpables son Donald Rumsfeld y su cabal neocon. Podemos especular que Graner y su jauría son bestias sediciosas capaces de cometer toda clase de atrocidades. Es obvio que la práctica sistemática de órdenes venía desde arriba. Lo que resulta notable es la amnesia, ignorancia o hipocresía de quienes vieron en las aberrantes fotos de Abu Ghreib hechos insólitos y sin precedentes en la historia de las fuerzas armadas estadunidenses. La indignación de la mayoría de los políticos y los analistas haría pensar que es la primera vez que sucede algo semejante y que Graner ha mancillado una tradición impoluta.

DAN MITRIONE, SUPERSTAR

La obra de Graner es la herencia del trabajo de vanguardistas e innovadores como Dan Mitrione, el celebrado agente de la CIA que durante los años cincuenta y sesenta dejó en América Latina una estela de dolor y desolación. Mitrione, quien inspiró al personaje de Philip Michel Santore, interpretado por Yves Montand en la cinta de Costa-Gavras, Estado de sitio (1973), no fue el primer ni el peor torturador del Cono Sur, pero fue un esmerado pionero que aparte de proveer el equipo necesario para modernizar los rudimentarios sistemas de tormento usados en esa parte del continente, entrenó y capacitó policías y militares en lo que denominaba "el arte de la tortura". Mitrione creó una escuela de tortura "científica" y la volvió práctica rutinaria e indiscriminada, primero en Brasil y posteriormente en Uruguay. Aparte de enseñar técnicas comunes como los toques bajo las uñas, en los genitales y en los ojos, Mitrione popularizó el uso del "hilo dental eléctrico", un finísimo cable que se metía entre los dientes para aplicar corrientes directo a las encías de los rehenes. Asimismo, usaba recursos económicos para obtener confesiones: ponía grabaciones de niños y mujeres llorando en el cuarto contiguo a donde tenía a su víctima, para convencerla de que sus hijos y/o esposa estaban siendo torturados o violados.

Es importante señalar la absoluta dedicación y sacrificio de Mitrione, quien construyó un calabozo insonorizado en el sótano de su hogar para poder llevar trabajo a la casa. Cuenta el ex agente de la CIA y ex torturador cubano, Manuel Hevia Cosculluela, que en una ocasión asistió a un curso que dio Mitrione a un grupo selecto de oficiales. Esa ocasión empleó a cuatro vagos recogidos a las afueras de Montevideo para demostrar los efectos de la electricidad aplicada en diferentes partes del cuerpo. Los cuatro vagos murieron por su patria.

Mitrione enseñaba que primero había que humillar al preso, hacerlo sentir indefenso y aislarlo de la realidad. Inicialmente había que golpear e insultar, luego sólo golpear y más tarde, durante los interrogatorios, se debía usar un instrumento y sólo debía aplicarse la cantidad de dolor necesario, "el dolor preciso en el lugar preciso, en la cantidad precisa para obtener el efecto deseado". Mitrione fue secuestrado por los Tupamaros y como el gobierno uruguayo (con la aprobación de Washington) se negó a cambiar su vida por la libertad de los presos políticos, fue ejecutado el 10 de agosto de 1970. Su muerte fue motivo de duelo nacional en Uruguay y a su entierro asistieron entre otras celebridades Jerry Lewis y Frank Sinatra.