Hablan laicas y religiosas de Chiapas

La iglesia Católica anula a las mujeres y ejerce una doble moral

? La iglesia es de los hombres. Las mujeres soportan el 90 por ciento del trabajo pastoral de base
? Como en El crimen del padre Amaro: callan mientras no trascienda y todos saben que 舠tienen cola que les pisen舡


Gaspar Morquecho

La diócesis de San Cristóbal de Las Casas se ha destacado por su vocación misionera, solidaridad con los pueblos; por su compromiso y opción preferencial por los pobres. Ha jugado un papel central en los sucesos más importantes que se dieron durante las últimas cuatro décadas en el territorio indígena de Chiapas acompañando a los movimientos campesinos e indígenas, a los refugiados guatemaltecos, desplazados y presos políticos; pionera en la defensa de los Derechos Humanos y consecuente en su acompañamiento una vez que los indios se levantaron en armas en 1994. Ese actuar la definió como una 舠diócesis liberadora舡. Sin embargo, otra opción, la 舠preferencial por los hombres舡 permite que el machismo persista en su seno a pesar de que el Trabajo Pastoral de Base lo realizan las mujeres.

Sobre esa situación, religiosas y laicas comprometidas con el proceso de liberación de las mujeres en Chiapas dieron su punto de vista a Triple Jornada.

Una entrevista colectiva

Mujeres, indígenas y mestizas, laicas y religiosas se reúnen en San Cristóbal y reflexionan sobre sus realidades y cómo las viven en los ámbitos de la familia, comunidad, organización social y la iglesia. Perciben que 舠el machismo es igual舡 en cada uno de ellos. Así lo afirmaron en una entrevista colectiva en la que surgieron las peculiaridades de ese machismo, digamos, patriarcal/clerical: 舠Sacerdotes, tu舗neles (Servidor-es), diáconos y catequistas -nos dijeron las religiosas- creen que ellos son los principales, los mandamás, los patriarcas,舡. Ven en las monjas y en las indígenas - consagradas o laicas -, simplemente un 舖apoyo舗. 舠Es tu cruz舡, les dicen, y algunos curas se apoyan en pasajes de la Biblia para anular y someter a las mujeres que soportan el 90 por ciento del 舠trabajo pastoral de base舡.

舠El sacerdote, narraron, se siente con la autoridad de callar a las agentes de pastoral y más feo a las indígenas. Encuentran miles de pretextos para no darnos la palabra. Evitan que en la celebración participen las mujeres. 舖Esto me toca a mí舗, nos dicen, 舖ustedes están aquí para ayudarnos舗. A ustedes les toca cuando no haya quién.舡 En la comunidad las acusan de prostitutas, de 舖andar buscando marido舗 y las desacreditan diciendo: 舠¿Qué podemos aprender de una mujer?舡 A pesar de que en todos los espacios diocesanos hay más mujeres: 舠La iglesia es de los hombres. A las mujeres nos usan para el trabajo舡. Algunas recuerdan al obispo o al sacerdote llegando de un viaje: 舠Dejaban sus maletas en la puerta. Sabían que una religiosa se encargaría de ellas舡. Por eso, para las agentes de pastoral es importante 舠tomar conciencia de género舡, del 舠lugar que les corresponde舡 y que les 舠reconozcan sus derechos舡. Las religiosas ven en la actitud de los varones un 舠producto del sistema舡 y los perciben 舠temerosos de perder sus privilegios舡. Hubo un tiempo que algunas de estas mujeres se dispusieron a dialogar con la 舠iglesia de los hombres舡, sin embargo, no encontraron escuchas.

Mujeres profetas y la 舠opción preferencial por los hombres舡

Algunas de ellas se reconocen profetas y llevan el anuncio de la 舠buena nueva舡 y denuncian la opresión de las mujeres. Ese, dicen, es su compromiso. 舠Ser profeta es algo que adquirimos una vez que fuimos bautizadas舡 explicaron. Para evitar la confrontación 舠brutal舡 estas religiosas y laicas se alejaron de la 舠iglesia institucional舡 y crearon espacios propios.

Ellas comentaron a Triple Jornada como anulan a las mujeres en la Iglesia: 舠Te desacreditan, ponen en tu boca lo que no has dicho, se burlan o te callan. Cuando iba a intervenir, un obispo atajaba: 舖Yo ya sé que vas a decir舗. Es una forma de anularte. Otra es, burlarse. 舖Nuestros amigos舗 hacen chistes sexistas de lo que dice una mujer o no te pelan pero si un hombre dice exactamente lo mismo les parece una gran idea. En Chiapas, cuando cuestionas el trato hacia las mujeres indígenas, un cura te puede decir 舖no tienes derecho de meterte con la cultura舗, según ellos, ¡No la puedes tocar!舡

Para estas mujeres, la complicidad de los hombres en la iglesia se refleja en la película Los crímenes del padre Amaro: 舠Es una realidad el abuso sobre las mujeres. Es algo permitido y donde se practica una doble moral. Son hombres con una formación que concibe a la mujer como un demonio, como una tentación. Ven en las mujeres una amenaza sexual e intelectual. Necesitamos relaciones diferentes pero hay en los hombres un miedo espantoso舡.

Para las indígenas la situación es más complicada: 舠En la comunidad se juntan la cultura y la doctrina de la Iglesia y eso se convierte en un peso mayor para las indígenas. Ahí las cuestionan y vigilan sus reuniones舡. Afuera no las escuchan los Príncipes de la Iglesia. Algunas religiosas y laicas dieron a conocer al obispo las formas de opresión y los abusos que viven en la Diócesis, sin embargo, afirmaron: 舠el obispo calló. Ahora, el obispo otorga más espacios a los sacerdotes. Prefiere a los presbíteros y a las religiosas de hábito. Ahora es 舖lo que diga el padre舗 y con las laicas no quiere nada舡. Esa diferenciación aparece en todos los ámbitos de la vida diocesana: un sacerdote tiene garantizado un 舠salario舡 y las religiosas una 舠ayuda舡. 舠Al parecer, dicen las laicas y religiosas, ni se dan cuenta (obispo y sacerdotes) en esa dinámica de complicidades.舡

En el colegio y la congregación

Algunas mujeres se iniciaron en la vida religiosa en la infancia. La disciplina, la formación en los valores cristianos y educación de calidad en la 舠escuela de monjas舡 atrae a los padres de familia o llama a las jóvenes que 舠escapan舡 de alguna forma violencia intrafamiliar y se van a vivir los votos de 舠pobreza, castidad y obediencia舡, es decir, la disciplina del colegio, la sumisión, libres de pecado con la confesión semanal y a vivir, también, la lucha de clases. En el colegio puede haber 舠hermanas舡 y 舠hermanitas舡. En las congregaciones sucede que la 舠pobreza舡 es relativa y que las verdaderamente pobres y sin estudios se conviertan en las 舠hermanitas舡, es decir, en las sirvientas de las pudientes. Las que tenían que pedir limosna, casa por casa, para continuar estudiando. Hasta hace unos 20 años, las 舠hermanitas舡 eran las sirvientas de los curas. Actualmente las 舠hermanitas舡 son las encargadas de hacer la comida cuando se 舠reúne el equipo舡. Si antes las 舠hermanitas舡 eran mestizas luego fueron indígenas.

Algunas congregaciones en San Cristóbal van rompiendo con esa tradición: se reúnen, se piensan como iguales y acuerdan la 舠rotación de servicios舡: La que hoy manda, mañana obedece; la que hoy orienta, mañana asea los baños. Sin embargo, hay religiosas -adultas mayores- que se siguen asumiendo como 舠hermanitas舡. Finalmente la Iglesia cobija: 舠Tenemos que recordar que la Iglesia también es un espacio que garantiza -a hombres y mujeres舑 techo, trabajo, salario, alimentación, educación, vacaciones, atención médica y 舖se está bien con Dios舗 y, salir de ahí... cuesta舡, comentó una ex novicia.

Formar religiosas en obediencia es fundamental para la institución patriarcal. Las postulantes tenían prohibido 舠vivir amistades particulares舡, enamorarse y tener relaciones sexuales: 舠Tu cuerpo, tu pensamiento y tu corazón deben estar comprometidos en la construcción del Reino舡, les decían. Así, estas mujeres aunque viven en 舠comunidad舡, estaban solas. Les anulaban la posibilidad de construir complicidades que confrontaran a la 舠autoridad舡. La prohibición de 舠amistades particulares舡 pretendía evitar el frecuente lesbianismo. Por otra parte, la figura masculina era impuesta en todos los ámbitos y a veces al extremo: Jesús es el modelo a seguir y las religiosas -vírgenes o no-, sus esposas. No pocas congregaciones responden al nombre de un 舠santo varón舡 y las mujeres con faldas largas se cortan el pelo y usan zapatos varoniles pues, 舠deben ocultar su sexualidad y evitar ser objetos de tentación舡.

Si bien, en el ámbito eclesial la misión podía ser un castigo, en la década de 1960, la 舠opción preferencial por los pobres舡 acercó a las jóvenes a la vida misionera. La iglesia Católica requería de nuevos cuadros pues la planta de religiosas estaba formada de mujeres adultas y, un alto porcentaje, de adultas mayores. Entonces fue vital la promoción de jóvenes. Mujeres postulantes que se van a desafiar en el ejercicio de la castidad. En un ámbito donde el sexo es tabú, donde no se dialoga y se reprime la sexualidad, pero también, donde se practican, se viven 舑clandestinamente-, las diferentes preferencias sexuales. Ahí, los noviazgos, el homosexual o la lesbiana, son sólo un rumor y no se condenan mientras no trascienden públicamente: 舠Todos saben que tienen cola que les pisen. Les cuesta trabajo 舖aventar la primera piedra舗 pero, cuando creen que la comunidad se pone en entredicho, todos avientan la piedra舡

Durante la entrevista, con una de las ex religiosas, llamaron la atención algunos conceptos militares: 舠esquema militar舡, 舠consejo de guerra舡. Al preguntarle a qué se refería, nuestra entrevistada habló sobre la disciplina rígida, el cumplimiento de horarios y labores, la obediencia a la 舠superiora舡 y los castigos. De la estructura y mandos mencionó al 舠consejo general舡 y la 舠superiora general舡. En cuanto a la situación de las mujeres en la diócesis la ex novicia dijo: 舠Los hombres son la cara pública de la iglesia pero las mujeres soportan el 90 por ciento del trabajo pastoral de base. Son las encargadas de la promoción y atención de la salud, las que forman y atienden las cooperativas, las que cubren los espacios educativos y de formación. Son la mayoría. Los curas se ocupan de la misa y los sacramentos舡

Una diócesis con apertura

En la diócesis participan laicas, mujeres que llevan una vida consagrada y, las religiosas de las congregaciones. La mayoría realizan un trabajo pastoral de base, es decir, 舠en cercanía con el pueblo舡. Otras se desempeñan en hospitales o en el colegio. 舠Buscamos ser autogestivas, autosuficientes y desarrollar un trabajo intercongregacional y con las laicas. Estamos organizadas en siete quipos para atender a 2 mil 500 comunidades asesorando en los ámbitos de la salud, educación y proyectos económicos. En la conquista de derechos promovemos los de la mujer creyente, la que impulsada por la Palabra de Dios va al rescate de las raíces culturales y de la madre tierra. Buscamos ampliar la visión del mundo de las mujeres舡, dijo Josefina Arteaga, canciller de la Diócesis de San Cristóbal. En cuanto a la situación de las mujeres en la Iglesia refirió: 舠Somos fruto de una sociedad machista y la Iglesia también, donde el hombre es el que aparece y atrae la atención. En los roles sociales eclesiales hay desconfianza en las mujeres. No pueden ocupar cargos y algunos párrocos limitan la acción femenina en la evangelización. Los hombres manejan la economía, el dinero, es decir, el poder. Esa dependencia económica hace que una se las pase negras. Sin embargo, subrayó, es más difícil en otras diócesis. Don Samuel (Ruiz García) permitió un proceso, abrió instancias y ahora participan hombres y mujeres. Un ejemplo es la cancillería en la que, desde 1985 ó 1986, participan las mujeres.舡

Triple Jornada: ¿No será que los 舠espacios舡 que hoy ocupan las mujeres en la diócesis son una descarga de trabajo para los hombres?
Canciller: Esa pregunta me la llevo para reflexionar.

Desde 舠espacios con dignidad舡 las religiosas buscan la participación de las mujeres para 舠gestar lo nuevo舡. Sin embargo, prevalece la figura del varón como objetividad mientras que la mujer 舠es la que hace舡, se sigue pues, 舠con la lectura tradicional de la Palabra舡, por lo cual las teólogas hacen su propia lectura antropológica de la Biblia destacando el papel de las mujeres que aparece en los textos 舠integradas a la misión de Jesús舡. La 舠tradición de la lectura舡, explica que un grupo minoritario de mujeres en esa diócesis acepte 舠lo que diga el varón, el sacerdote, el obispo, el Papa. Mujeres a las que hay que despertar sin condenarlas y como mujeres ayudarnos a crecer juntas舡, enfatizó la canciller.
En la diócesis hay unas 200 religiosas y de 20 a 30 laicas trabajando en diferentes equipos. Según los acuerdos del Sínodo (1995-1999) y el Plan Diocesano Pastoral (2004) todas las mujeres de esa jurisdicción deberían trabajar en la 舠línea de la liberación舡: 舠En la diócesis, casi todas las religiosas dicen 舠trabajar por la mujer舡. Unas lo hacen con pastoral general en las comunidades, otras con las mujeres de los Tu´neles; en el área de Salud, de Derechos Humanos, con artesanas o cooperativas; otras con niñas y jóvenes, sin embargo, identificarse con el área Diocesana de Mujeres o comprometerse como asesora para animar la Coordinación Diocesana de Mujeres (CODIMUJ), son muy pocas las agentes de pastoral que lo hacen.

舠En la CODIMUJ tenemos como objetivo leer la Palabra de Dios con ojos, mente y corazón de mujer. Comprender e identificarse con esto es, para cada mujer, un proceso difícil, largo, doloroso y gozoso a la vez. Es difícil, pues la formación doctrinal, teológica y religiosa que recibimos o que se imparte en la iglesia Católica hasta hace unos años, es de mentalidad varonil, de corte patriarcal. El mirarse desde otra perspectiva supone para la mujer un cambio de mentalidad y buscar otros ángulos de ubicación antropológicos, otras fuentes teológicas, acercarse a la Palabra desde otra perspectiva. No se trabaja por la mujer, la mujer se 舖trabaja a sí misma舗 y se descubre y se reconoce persona digna con derechos y obligaciones, que sea sujeta y responsable de sí misma, que decida por ella y se reconozca hija amada del Dios de la Vida, que decida su vida y no esté sujeta a patrones y normas sociales y culturales preestablecidos. ¡Es un reto!舡, afirmó la hermana María del Carmen.
La religiosa negó que ese actuar las lleve al individualismo o a buscar la supremacía de género. Buscan equidad frente a normas, patrones, ideologías, sistemas y legislaciones pensadas, creadas y ejercidas por la mentalidad varonil. Buscan, dijo la religiosa, 舖un mundo donde quepan todos los mundos舗. El reto es un cambio de todo con la participación e incidencia de lo femenino en todo. Aseguró que la iglesia Católica ve con buenos ojos que la mujer se promocione mientras, 舠no se salga de los cauces patriarcales, que no sea autónoma.舡

María subrayó algunos logros del proceso: 舠Las mujeres nos vamos entendiendo como personas adultas, con dignidad y derechos. Con fuerza y valor para ir cambiando cosas, aportando a la compresión, interpretación y reflexión de la Palabra de Dios desde esta perspectiva de equidad que fortalece la fe, la práctica liberadora de la iglesia y donde se visibilizan las mujeres. Es un logro crecer en dignidad, humanidad, y no buscar protagonismo ni revancha y la compresión que vamos adquiriendo de nosotras mismas, de los por qué de nuestras vidas, historias y realidades舡

-- imprimir artículo

-- regresar a índice de reportajes