México 舠no debe ser basurero
de genocidas舡 Solórzano
Justicia para Alaíde Foppa y otros 45 mil desaparecidos
en Guatemala exigen feministas y familiares de víctimas
舦 Un escándalo permitir que escapara Donaldo
Alvarez Ruiz: Zinzer
Aleyda Aguirre
México no debe ser "basurero
de genocidas", alertó Julio Solórzano, hijo de la
escritora feminista desaparecida en Guatemala, Alaíde Foppa,
en conferencia de prensa organizada para denunciar que el gobierno mexicano
"haya dejado escapar" al que fuera ex Ministro de Gobernación
de Guatemala durante el régimen del general Fernando Romeo Lucas
García, Donaldo Alvarez Ruíz, a quien acusan de la tortura
y muerte de la feminista Alaíde Foppa y de ser el responsable
del asalto y quema de la embajada de España en aquel país.
Es paradójico que a 24 años de la desaparición
de la también poetisa, Alaíde Foppa, lejos de celebrar
que ya está en marcha el juicio en contra de "uno de los
principales responsables del genocidio" guatemalteco, se tenga
que estar lamentando que haya escapado de la justicia mexicana, expuso
a su vez Adolfo Aguilar Zinser, ex embajador de México ante la
Organización de las Naciones Unidas, quien agregó que
ella "murió probablemente a manos de Donaldo. Se tienen
datos muy precisos de que Alaíde Foppa estuvo en la casa de Donaldo
después de su secuestro y fue ahí torturada".
Tanto integrantes de las fundaciones Alaíde Foppa y Rigoberta
Menchú Tum, víctimas, familiares y amigos/as contra la
Impunidad en Guatemala, exigieron al gobierno de México se haga
una investigación a fondo para saber: ¿por qué
Alvarez Ruiz logró escapar de la justicia? ¿por qué
pudo, mejor que en ninguna otra parte del mundo encontrar protección
en México? ¿por qué permaneció 22 años
aquí sin que las autoridades tomaran ninguna medida por los crímenes
que cometió contra gente cercana a nuestro país? Se necesitan
respuestas, demandó Aguilar Zinser y no alegatos de que no pudieron
capturarlo "porque estaban respetando sus derechos humanos".
Julio Solórzano, Marta Lamas, Elena Poniatowska, María
Elena Bustamante, Aguilar Zinser y Ana Menchú Tum, señalaron
que a nombre de los 45 mil detenidos desaparecidos de 1978 a 1982, entre
quienes se encuentra Alaíde Foppa, el gobierno mexicano debe
dar una explicación lógica de por qué huyó
y rechazaron las acusaciones que se han hecho en contra de organizaciones
defensoras de derechos humanos guatemaltecas, en el sentido de que fueron
ellas las culpables de que haya escapado Alvarez Ruiz.
"A Donaldo no se le había localizado en México sino
hasta recientemente, las autoridades sí sabían que estaba
aquí, pero las organizaciones de derechos humanos pensaron que
se encontraba en Estados Unidos y finalmente después de seguir
las pistas de su paradero allá, se supo que estaba en México.
Entonces la Procuraduría General de la República (PGR),
culpó a las organizaciones de derechos humanos guatemaltecas
y en particular a la Fundación Rigoberta Menchú, por una
supuesta filtración ocurrida a los medios de comunicación
unas horas después de que el Tribunal Español emitió
la orden de captura y la solicitud de extradición.
"Esta es una distorsión de la verdad, es una mentira, porque
las autoridades no se enteraron por la prensa, se enteraron cuando menos
cinco días antes de este caso, directamente por la fundación
Rigoberta Menchú -que les proporcionó información-,
por tanto hay una responsabilidad clara que debe ser investigada. El
subprocurador General de la República, responsable de las relaciones
internacionales de la PGR tuvo la desfachatez no sólo de culpar
a las organizaciones de derechos humanos guatemaltecas, sino que además
dijo que el asunto tenía una relevancia menor en tanto que las
víctimas no eran mexicanas, esto tiene también que ser
investigado", explicó Julio Solórzano.
El que haya escapado es "un escándalo" que debe mantener
atenta a la opinión pública porque representa un acontecimiento
de impunidad que "pone seriamente en entredicho el compromiso de
México con los derechos humanos" evidenció Aguilar
Zinser y añadió otras preguntas: "¿cuándo
entró el gobierno del presidente Fox, por qué no se revisó
su caso? Migración no revisó los casos de las personas
extranjeras que se encontraban en el país bajo la protección
del gobierno de México, algunos de ellos, cuando menos uno, un
genocida. Hasta hace algunos meses se le dictaban disposiciones al señor
Donaldo respecto a qué partes del territorio podría utilizar
como residencia y cuales no... ¿qué complicidades hay
en los aparatos policiacos mexicanos, todavía ancestrales, con
aquel aparato represivo guatemalteco del cual Donaldo fue jefe?"
Si no se aplica la justicia mexicana en el caso de Donaldo Alvarez,
éste será "un episodio bochornoso y vergonzoso de
la política de derechos humanos de México en los últimos
años", lamentó Zinser.
Julio Solórzano recordó que en 1980, cuando su madre,
Alaíde Foppa desapareció, el gobierno mexicano dio todo
su apoyo al organizar una comisión interesada por la vida de
la maestra, sin embargo, una nota enviada por el gobierno de Guatemala,
en la cual se encontraba la firma de Donaldo Alvarez les advirtió
"que esa comisión podría sufrir daños de cualquier
naturaleza, que podría ocasionarle el comunismo internacional
en su afán de desprestigiar al gobierno de Guatemala", luego
de la advertencia, se decidió que esa comisión no viajaría
a Guatemala porque "allá las amenazas sí se cumplían".
Zinser reiteró que el genocidio guatemalteco no fue ajeno a México,
pues nuestro país recibió el influjo de 150 mil refugiados
y refugiadas, de los cuales sólo 46 mil recibieron el reconocimiento
oficial de refugiados. El territorio mexicano, dijo, nunca había
sido invadido por un ejército extranjero, pero el guatemalteco
"incursionó 65 veces y asesinó a por lo menos a 25
personas", el gobierno de México fue de alguna manera "cómplice
del genocidio guatemalteco" en los primeros meses en que éste
se manifestó. "Esta es la contradicción de México
con Guatemala, somos la página honrosa del exilio guatemalteco
que representa a Alaíde Foppa y somos la página deshonrosa
que representa a Donaldo Alvarez".
María Elena Bustamante, hermana de Emir Bustamante López,
también desaparecido "por las fuerzas represivas del Estado
guatemalteco", expresó que aunque en 1996 se firmaron los
acuerdos de paz en ese país vecino de México, hasta ahora,
"no hay un solo detenido que sea castigado por los horrores que
se cometieron", por ello reclamó justicia al gobierno mexicano
y exigió la captura de Donaldo Alvarez.
El arresto de "este hombre va a ser un gesto simbólico y
apenas va a poder reparar lejanamente el daño que se ha hecho",
manifestó la feminista Marta Lamas y agregó que a pesar
de que ya pasaron 24 años de la desaparición de Alaíde,
"le sigue doliendo".
"Es tan injusta la historia de las mujeres en nuestro país
y tan eficaz el ninguneo al que se le somete, que fue necesario un gran
escándalo político para que a Alaíde se le reconociera
como maestra, crítica de arte, poeta, feminista y traductora...
El escándalo de su desaparición, su tortura y su muerte
bajo el gobierno de Romeo Lucas García, que antes había
asesinado a dos de sus hijos guerrilleros, Mario y Juan Pablo, la convierten
en una heroína a quien le hemos dedicado muchas páginas",
dijo en su momento la escritora Elena Poniatowska.
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