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MARGINADAS DE LAS CUPULAS EMPRESARIALES

6 de diciembre de 2004
Las micro, pequeñas y medianas empresas son el sustento del aparato productivo nacional y del empleo. Sus propietarios consideran que los organismos de la iniciativa privada no los representan. Tampoco quieren seguir afiliados a ellos. "Los grandes empresarios sólo se representan a ellos mismos", expresan. Están en busca de voz propia.

María de la Luz González

Son la base de la economía nacional, pues generan 52 por ciento del producto interno bruto (PIB) y 71.9 por ciento del empleo total; no obstante, las micro, pequeñas y medianas empresas (Pymes) tienen nula representación en los organismos empresariales, de los que se deslindan y a los que reclaman falta de apoyo.

"Por supuesto que no nos representan ni queremos que lo hagan. Ellos se representan a sí mismos, a los grandes empresarios y a sus intereses. Se instalan en los programas institucionales y se quedan con los convenios", aseguró en entrevista Pedro Salcedo García, presidente de la Asociación Latinoamericana de Micro, Pequeños y Medianos Empresarios (Alampyme).

Con un padrón de casi 3.5 millones de miembros, las Pymes, sostiene Salcedo, han tenido que organizarse y buscar canales propios de promoción ante la falta de impulso a sus proyectos por organismos, como la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio (Concanaco), Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) y Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), cuyos dirigentes están más enfrascados en el debate político del país que en el desarrollo de programas para apoyar a los micro y pequeños empresarios.

"Todos los líderes empresariales están cortados por la misma tijera. Es una camarilla que secuestra a una asociación y no se abre para nosotros, no dan los servicios que deberían brindar: asesoría, bolsa de trabajo, relaciones gubernamentales. Se han burocratizado y hasta cierto punto amafiado, y les interesa más ir a Los Pinos para promover sus negocios personales que ponerse a trabajar", afirmó Salvador Ortega, presidente de Parque Industrial Iztapalapa, que agrupa a 200 pequeñas empresas.

Para Adolfo Valles Septién, vicepresidente de la Asociación Industrial y Empresarial Tlalnepantla, que agrupa a mil 354 pequeñas empresas, los dos únicos organismos de consulta que, constitucionalmente, deben existir en el país son la Concamin y la Concanaco que, en teoría, deben representar a todas las empresas sin importar su tamaño.

Sin embargo, afirmó, no ha sido así, pues la cúpula empresarial sólo actúa como legitimador de las acciones del gobierno en turno y contra el pueblo. "Nuestra voz nunca ha contado", manifestó.

"El Consejo Coordinador Empresarial no tiene representatividad; la Confederación Patronal de la República Mexicana es un sindicato patronal que debe desaparecer o cambiar de giro, al igual que el Consejo Nacional Agropecuario, y el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios es un absurdo, pues sólo agrupa a los hombres y empresas más ricos del país.", consideró.

La falta de apoyo de la cúpula empresarial ha obligado a las Pymes a buscar esquemas propios de promoción, tanto en los gobiernos estatales como municipales y en las delegaciones del Distrito Federal.

0114ConvComo resultado de ese trabajo, que desarrollan desde hace unos ocho años, las asociaciones de libre afiliación integradas por la pequeña empresa ya participan en foros y espacios que están al alcance de sus afiliados con cuotas menores hasta en 40 por ciento a las que cobran los grandes organismos empresariales a sus socios "que son imposibles de cubrir para una micro y pequeña empresa", explicó Alejandro Salcedo, director del Centro de Desarrollo Empresarial de la Alampyme.

Sin embargo, reconoció, todavía falta mucho por hacer en cuanto a organización de los micro y pequeños empresarios, pues de los 3.5 millones que están registrados, apenas la mitad está afiliado a la Alampyme o alguna otra asociación. El resto lucha solo para subsistir en medio de la burocracia y las cargas fiscales cada vez mayores que abruman a este sector de la economía.

Elías Vanegas Velázquez, director ejecutivo del Instituto Nacional de Recicladores (Inare), organismo que cuenta con mil 200 empresas asociadas en el país, destacó que la mayoría de los micro y pequeños empresarios han estado afiliados a alguno de los organismos cúpula y terminaron por abandonarlos, principalmente por problemas fiscales y la falta de apoyo de las cámaras.

"Las cámaras atienden asuntos propios. Los líderes están más dedicados a hacer política y no consideran importantes a los micro y pequeños empresarios; no nos promueven ni generan información confiable del sector. En las condiciones en que están, ya agotaron su razón de existencia", consideró.

Anuncian batalla legal

La Alampyme y las demás asociaciones de libre afiliación integradas por la pequeña empresa se preparan para dar una nueva batalla a los organismos empresariales, a los que acusan de abrir un frente para tratar de controlarlas mediante las reformas a la Ley de Cámaras Empresariales y sus Confederaciones, aprobada por la Cámara de Diputados el 4 de noviembre pasado.

Las reformas buscan hacer obligatorios la inscripción y el registro en el Sistema de Información Empresarial Mexicano (SIEM) en la cámara que corresponda para todas las empresas, lo cual no obligará al pago de cuota de afiliación, pero sí al del registro.

El presidente de la Alampyme, calificó la medida de anticonstitucional y anunció que las Pymes promoverán los amparos correspondientes, en caso de que el Senado también apruebe las modificaciones, pues la imposición de un registro innecesario atenta directamente contra el frágil equilibrio, sobre todo, de las micro empresas.

"¿De cuánto dinero se van a hacer las cámaras al obligarnos a registrarnos ante el SIEM?" Se trata de una concesión económica que el gobierno está dando a unos cuantos, que supuestamente nos representan cuando no es así", cuestionó.

Destacó que el registro duplica una función que corresponde a la Secretaría de Economía y que la información sobre las empresas del país debe ser manejada por el Estado.

También expuso la inconformidad de los pequeños y micro empresarios con la amenaza de una multa de 200 a 600 salarios mínimos a quienes incumplan con el registro o proporcionen información incorrecta o incompleta, prevista en el artículo 40 de la citada ley, y que se impondrán a denuncia expresa de las cámaras "aquellos que dicen representarnos y defendernos"

Alfonso Otero Torregrosa, presidente de la Asociación Nacional de Industriales de la Transformación, sostuvo que las reformas son el pago del gobierno federal al apoyo que ha expresado a sus proyectos la cúpula empresarial y una forma de dar oxígeno a estos organismos, agobiados por las deudas.

De cualquier forma, las asociaciones integradas por Pymes están dispuestas, una vez más, a dar la pelea y solicitar los amparos que sean necesarios una vez que la ley se publique  §

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