360 ° DOMINGO 14 DE NOVIEMBRE DE 2004

Sinaloa y narcopolítica
Elecciones en el lodazal

Arturo Cano / Sinaloa

No votes por un narco. Tú tampoco. Escuela, cuna o vieja víctima del narcotráfico, el estado del Pacífico es escenario de una campaña electoral marcada por las acusaciones mutuas, entre candidatos del PRI y del PAN, de recibir financiamiento y sostener relaciones peligrosas con connotados jefes de los cárteles de drogas. El lodazal deja ver sólo una cosa: el combate a la delincuencia no importa tanto como la destrucción del adversario
 
 
Madrazo da su apoyo al candidato priísta 
Jesús Aguilar Padilla
Fotografía: Cuartoscuro
EL CANDIDATO A DIPUTADO lo cuenta y vuelve a contar, siempre entre risas, con una naturalidad propia de la anécdota deportiva. El hombre iba adelante en la camioneta y cuando dispararon se tiró al suelo. Los muertos le fueron cayendo encima. "Cuenta que sentía los balazos y que después escuchó a los narcos decir: ‘ese todavía se mueve’ y pum, pum, más tiros".

El hombre fue el único sobreviviente de la matanza de El Limoncito. Renacido, se fue a vivir a Culiacán, donde consiguió trabajo como velador en una cantina. "Una noche lo asaltaron unos cholos y le dieron de cachazos en la cabeza". Se regresó volando a Cosalá, sigue narrando Miguel Angel Maiqui Corrales, el candidato a diputado. "Me salvé de una balacera y pensé que me iba a morir a pistolazos", le contó al candidato. Ahora, el sobreviviente anda de activista de la campaña del PRI.

¿Y qué pasó con las investigaciones?, pregunta el impertinente reportero. Los comensales lo dicen todo con las expresiones de sus rostros: hay preguntas que no se hacen en Cosalá. Hubo pistas, nombres, algunos cayeron presos, otros fueron ejecutados. Pero aquí se prefiere otra fórmula: decir que todos saben quiénes fueron, pero nunca se sabrá.

Esta es la expresión que más se escucha por estos días en Sinaloa ("cuna de los maestros del narcotráfico", según la definición del gobernador Juan S. Millán). Sean priístas, panistas o perredistas, traen la expresión en la punta de lengua: "Aquí todo mundo sabe que fulano es narco, toda la gente sabe que perengano está ligado…"

La diferencia, esta vez, es que algunas acusaciones llegaron al ring electoral, abiertas, y la disputa por la gubernatura y todos los demás cargos de elección popular se volvió un lodazal, un ir y venir de narcoacusaciones entre PRI y PAN, las dos fuerzas que se juegan la gubernatura.

11 de septiembre no se olvida

El restaurante Morton –carnes sonorenses– está a unos 100 metros de los Cinépolis. Los meseros muestran, cual atracción turística, la huella de un proyectil que atravesó una ventana cerrada durante la balacera del 11 de septiembre, el día en que mataron a Rodolfo Carrillo Fonseca, hermano menor y heredero parcial de Amado Carrillo El señor de los cielos.

Ese día murieron, afuera de las salas de cine, Carrillo, su esposa y un franelero. Horas más tarde cayeron, en un enfrentamiento con la policía, cinco de los presuntos sicarios.

Los crímenes de aquel día brincaron a los medios fuera de Sinaloa por la personalidad del fallecido y porque uno de sus escoltas, herido en la refriega, Pedro Pérez López, era un célebre comandante de la Policía Judicial del estado (habían atentado dos veces contra su vida, a plena luz del día, y en una de las balaceras resultó herido Jaime Cinco, presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos).

Al día siguiente, cuenta un funcionario federal avecindado en Culiacán hace un lustro, los culichis paseaban por el lugar alegremente.

Pero no todos pudieron ignorar el golpe. El director de la Policía Ministerial, Jesús Antonio Aguilar Iñiguez, mejor conocido aquí como Chuy Toño, dejó su cargo "para abrir paso a las investigaciones", como suele decirse en estos casos. Desde hace unas semanas nada se sabe de él. Ha desatendido, claro, los citatorios de las autoridades federales que atrajeron el caso. Aquí se especula que ya está bien "guardado", en calidad de testigo de la DEA.

Otro actor que no hizo mutis fue el Partido Acción Nacional. En la muerte de Carrillo vio la oportunidad de subir el tono de su campaña de "manos limpias" contra las "manos sucias" priístas. Agarraron vuelo los panistas en su afán de demostrar que los tricolores tienen ligas con los narcos, aunque la mayor parte de las acusaciones directas las lanzaron a través de rumores, panfletos sin firma o manifiestos en los periódicos pagados por grupos fantasma.

"El 11 de septiembre no se olvida", dijo ya en las horas finales de su campaña el candidato panista, Heriberto Félix, un empresario casado con una de las hijas del emblemático Manuel de Jesús Clouthier.

Los panistas han alimentado las versiones de que el gobernador Juan S. Millán estuvo en el sitio del crimen poco antes de que ocurriera, e incluso se desliza la especie de que se habría reunido con Carrillo.

A unas horas de su último acto de campaña, Félix hizo un resumen de la guerra electoral que dio en las últimas semanas. Insistió en su demanda, por ejemplo, de que se investigue el origen de los recursos que el PRI ha gastado en la campaña, particularmente los presuntos negocios del candidato priísta, Jesús Aguilar Padilla, y las cuentas de Joaquín Vega, presidente estatal del PRI.

La guerra comenzó en casa

Todo comenzó, por así decirlo, como un conflicto intercomunitario. La designación de Aguilar Padilla –hombre siempre cercano al gobernador Millán– provocó la salida del PRI del ex secretario de Educación, José Angel Pescador, y del ex senador Mario Niebla. Ninguno de los dos logró desprendimientos de la maquinaria tricolor, pero el segundo, en su despedida, dejó sembrada una acusación sobre presuntos "recursos ilícitos" en la precampaña del favorito de Millán.

Después del 11 de septiembre las insinuaciones y acusaciones de los panistas crecieron en tono y número. Una inexistente Alianza Ciudadana publicó un enorme desplegado tricolor en los diarios locales, con este llamado a los sinaloenses: "Di no al candidato del narcotráfico".

El candidato del PRI, por supuesto, desestima las acusaciones. "Es una estrategia meramente electorera, basada en un hecho fortuito". El "hecho fortuito" es, claro, el asesinato de Rodolfo Carrillo.

Aguilar Padilla dice que algunos de los empresarios más importantes del estado (los apellidos Ley, Coppel y otros desfilan por su boca) se le han acercado para comentarle lo "lamentable" que resulta que el PAN apueste a "que secuestren a un empresario o maten a alguien" para subir en las encuestas. (Los últimos sondeos dan una ventaja de casi 15 puntos al aspirante priísta, pero el PAN ha desestimado todas las encuestas.)

El aspirante priísta admite que un comandante policiaco con licencia (Pedro Pérez López) estaba ahí, pero asegura que fue sin autorización de su mando superior (el desaparecido director de la Policía Ministerial). "Los panistas quisieron hacer tabla rasa, decir que todos estábamos ahí."

Los panistas dolientes
 
 
p-video-ezln-fil-guad
Víctima de la guerra del narco
Fotografía: Cuartoscuro
Del cielo les cayó a los priístas el velorio, el 10 de octubre pasado, de Miguel Angel Beltrán Lugo, mejor conocido como el Ceja Güera. Como fue ampliamente difundido, dos candidatos de Acción Nacional acudieron al sepelio del narcotraficante, asesinado en el penal de máxima seguridad de La Palma.

Saúl Rubio, candidato a diputado, y William Véliz, a presidente municipal de Sinaloa de Leyva, fueron los panistas dolientes.

Dicharachero y "muy carismático", según lo definen aquí, Saúl Rubio se pasó del PRD al PAN, porque en una elección anterior no lo hicieron candidato. En su historia, este personaje que dice haber hecho fortuna con el ganado, presume su participación en la Liga Comunista 23 de Septiembre (un ex miembro de la Liga, que aquí sobran, dijo a Masiosare que Rubio sólo fue simpatizante, como centenares de estudiantes de la Universidad Autónoma de Sinaloa en los setenta).

En los días posteriores, el PAN cerró filas con el que se espera sea coordinador de sus diputados en el Congreso local y trató de minimizar la presencia de sus candidatos en el velorio. Así se acostumbra en los ranchos, dijeron los panistas.

Quizá pagados por el PRI, porque sus recursos son magros, candidatos de la chiquillada partidista se encargaron de reproducir una y otra vez en los medios la declaración de Rubio en pleno velorio: "Mi amistad es sincera, solidaria, y máxime que esta gente coincide con nuestro proyecto, pues definitivamente tengo que estar con ellos".

Rubio le hizo un regalazo al PRI.

El candidato Aguilar Padilla presume su encuesta: "68% de los sinaloenses piensa que los panistas están involucrados con el narcotráfico".

Le pagan con la misma moneda y los electores ya no hallan a quién creerle.

El diario Noroeste, virtual vocero de la campaña panista, publica su propia encuesta, según la cual 59% de los sinaloenses piensa que el involucrado con los narcos es el gobernador Millán. Ese mismo sondeo indica que 10% piensa que el involucrado es Aguilar Padilla.

Lodo puro disfrazado de porcentajes.

El bipartidismo de las maquinarias
 
 
Heriberto Félix Guerra, candidato panista a la
gubernatura
Fotografía: Cuartoscuro
Los candidatos del PRI y el PAN niegan que en sus campañas haya dinero del narcotráfico. Pero les resultaría imposible negar que, en ambas, hay mucho dinero. Los perredistas calculan que los principales contendientes rebasaron los topes de campaña (27 millones de pesos por partido) hace rato.

La propaganda es abrumadora. Los anuncios en televisión y radio pasan a todas horas. Y más tarda un partido en diseñar un espot ingenioso que el rival en pagarle con la misma moneda. Las ciudades y las carreteras están repletas de pasacalles y anuncios espectaculares. Los periódicos, retacados de planas enteras o dobles planas de propaganda. A la guerra también entran asociaciones civiles, grupos de profesionistas e incluso individuos que pagan (o prestan sus firmas) para atacar a uno u otro candidato.

El PRI y el PAN son dos maquinarias electorales gigantescas que prácticamente borran a las demás opciones.

El PAN gasta mucho dinero, siguiendo fielmente las reglas de nuestra democracia de marketing. El PRI igual. La diferencia estriba, quizá, en que el PRI sigue siendo el rey de la estructura. Tiene una sobre otra. La territorial, la ciudadana, la red de Casa Amiga (servicios para las señoras pobres), la de los maestros. Todas cuestan, pero todas sirven.

El PAN quiere competir en ese terreno. Para esta campaña, por ejemplo, dice tener un listado de 270 mil votantes potenciales y un promotor por cada 50 electores. Su problema, según indica la escasa presencia de su propaganda en las colonias populares, es que aún no puede superar la geografía clasista y extender su penetración de las clases medias a los sectores pobres. O no lo suficiente para arrebatarle al PRI la hegemonía en esos lugares.

Quizá por eso imita al PRI. Aquí dicen que nunca se había visto al PAN usando técnicas "típicamente priístas" como la siguiente: los promotores del voto recorren las colonias regalando boletos para rifas de aparatos electrodomésticos. Las rifas, por supuesto, se celebran cuando ya los candidatos han pronunciado sus discursos y sólo participan quienes acuden al mitin.

Los medios impresos son la Cenicienta de la propaganda electoral (las hermanastras televisión y radio se meriendan casi enteras las prerrogativas de los partidos). Pero no son los únicos beneficiados. Estas campañas han dado un respiro a los vendedores de ropa. Solamente el PRI, a juzgar por su "ola roja", ha vestido con playeras y camisas a todo Sinaloa. En los mítines priístas, las playeras se reparten como estampitas y algunos presumen las más escasas: por ejemplo, la que los legendarios Tigres del Norte mandaron a hacer en apoyo del candidato Aguilar Padilla.

Aquí nomás PRI

Martha Vera, guasavense con cinco hijos, votó por Vicente Fox. Ahora va con el PRI. Nomás porque la convencen los candidatos, dice. ¿Y cómo ve a los del PAN? La señora Vera no alcanza a responder porque se aparece una mujerona ruda que increpa al reportero, pide credenciales y acto seguido se declara "priísta de corazón".

Al fondo, en el mitin, habla Beatriz Paredes. La mujerona ruda, Ofelia González, presidenta de una seccional, despotrica contra la familia Leyson (priístas de toda la vida) que se han pasado al PRD y luego al PAN (bueno, uno se fue al PRD, pero luego regresó al PRI, y otro es ahora candidato panista a la presidencia de Culiacán).

La división en Guasave lo ha convertido en un foco rojo para los priístas. Pero la señora Ofelia no duda del triunfo de su partido. Se explica: "Aquí siempre ha ganado el PRI… Nuestros padres eran priístas y nosotros lo somos, es como ser católicos… El PRI tiene los colores de la bandera, por algo será… El PAN me ofreció 300 pesos diarios, pero yo nunca me vendería… Aquí va a ser el PRI (el que gane) porque todo el tiempo ha sido".

El PRI, esa fe en la infalibilidad de la estructura y en la solidez de las tradiciones populares.

Eslóganes a prueba

"Juntos vamos por más", lanzó el PRI en su eslogan de campaña. La referencia obvia a la continuidad del gobierno de Juan S. Millán sirvió para el pitorreo de los opositores y para la invención de libelos y panfletos, como el siguiente, pegado en un teléfono de Culiacán: "3 mil muertos en seis años, ¿vamos por más?" El PRI decidió cambiar su consigna: "Vamos por más para ti".

Los candidatos del PAN aparecen en anuncios espectaculares, mostrando sus palmas abiertas: manos limpias contra corrupción priísta, es la idea.

Respuesta priísta en un anuncio de televisión: a cuadro, la "V" que popularizó Fox en 2000; corte a la palma de una mano. "Si con dos acabaron con el país, imagínate lo que harán con cinco deditos".

La "ola roja" y la moral

La ronca voz de Roberto Madrazo celebra por anticipado: "Nada podrá parar el triunfo de la ola roja", dice, en alusión al nombre mexiquense que se dieron los priístas de Sinaloa en esta contienda.

Es el cierre de campaña del domingo 7 de noviembre. Madrazo hila un discurso cumplidor. La bomba la soltó ya en una visita anterior, cuando refirió un episodio oscuro en la historia de Maquío: la renta de bodegas de su propiedad al narcotraficante popularmente conocido como Don Neto (Ernesto Fonseca Carrillo). "Son hechos que vienen desde hace más de 25 años, vinculando a la familia del candidato con el narcotráfico", dice Madrazo, en su salpicadura con olor a viejo.

La declaración arma un escándalo local. El diario Noroeste, propiedad de la familia Clouthier, dedica varias de sus ediciones a lavar la imagen del patriarca y acusar a Madrazo de ser un hombre "sucio y sin moral".

El torpedo

Heriberto Félix, candidato del PAN, ha hecho de la oferta de empleo el eje de su campaña. Secretario de Desarrollo Económico del gobierno de Millán, Félix renunció a su cargo para asumir la candidatura, luego de que su cuñado, Manuel Clouthier hijo, decidiera no buscar la gubernatura.

Su paso por el gobierno de Millán ha sido una de las debilidades de su campaña, puesto que ahora critica ferozmente al gobierno al que sirvió más de cinco años.

Dirigente empresarial, Félix llegó a ser vicepresidente nacional de la Canacintra. En los cargos que ha ocupado, se dice aquí, ha influido el poder de su familia política, pues es marido de Lorena Clouthier, hija de Maquío.

En estas tierras se le describe como un hombre conservador, que con su esposa da pláticas a parejas casaderas y es miembro del Movimiento Familiar Cristiano.

Según el candidato del PRI, el suegro de Félix le puso como apodo El torpedo, "por su gran capacidad para hundir cualquier negocio que tuviera". Aguilar Padilla dice que Félix recibió la ayuda de Maquío al menos para tres negocios, entre ellos una fábrica de cocinas y que todos los hundió.

Actualmente, Félix posee la franquicia de los restaurantes Sushi Factory, además de bodegas y naves industriales en renta.

Su bandera principal, además de la lucha contra los narcopolíticos, ha sido la oferta de crear 100 mil empleos.

Es héroe del empleo y víctima. Félix denunció haber recibido amenazas de muerte y, desconfiado de la policía local, logró la protección de elementos del Estado Mayor Presidencial, según un reporte del semanario Río doce.

Más allá de las precauciones, en las últimas horas de campaña Heriberto Félix le dio la razón a los rumorólogos del PRI y otros partidos: dijo que, de haber fraude, habrá lucha poselectoral.

Lodo para todos
 
 
Foto: Archivo de La Jornada
Quizá en previsión de futuras confrontaciones, a mediados del año el gobernador Millán visitó, acompañado del ahora candidato, al embajador de Estados Unidos, Anthony Garza. La visita fue leída aquí como la bendición de la DEA que todo político sinaloense necesita.

¿Los narcos están metidos en las campañas?

Los medios locales inflan la nota de la presencia de agentes de la Agencia Federal de Investigaciones y divulgan el rumor de que antes de hoy habría un "golpe deslumbrante" del gobierno federal que favorecería al PAN.

Se da por hecho la llegada de 450 agentes de la AFI que nadie ve. Aun así, el gobernador Millán declara: "Si vienen a hacer escándalo político será muy grave".

Personeros del PRI pagan desplegados de plana entera donde se denuncia, número de averiguaciones previas incluido, a integrantes del equipo de campaña de Heriberto Félix en fraudes, asaltos y complicidad con narcos.

La dirección estatal del PAN reitera su demanda de investigar qué hacían agentes policiacos de guaruras de Carrillo, la supuesta presencia de Millán en el lugar, los recursos de campaña del PRI, presuntos negocios de su candidato e incluso exige investigar a Eduardo Vega, director de Control de Averiguaciones Previas de la PGR, por ser hermano del líder del PRI estatal.

Los que no se ven

El candidato Aguilar Padilla se va al análisis macro. El narcotráfico es un problema hemisférico. Ni Bush puede con él, menos un gobierno municipal. Y claro, pasa revista a los 50 millones de consumidores de drogas en nuestro vecino del norte, a los problemas de valores, a la violencia, drogas y sexo que se transmiten por televisión. "Están en todo –aterriza–, nada más habría que revisar las ventas de carros aquí en Sinaloa… o en Tijuana y Ciudad Juárez".

¿Los narcos en campaña? "Todo mundo sabe quién está financiando las campañas de los candidatos panistas en Choix", dice Aguilar Padilla.

El priísta admite que puede haberlos en todos los partidos, pero asegura que los priístas han sido "escrupulosos" para que no se les cuelen.

–Colombia nos alcanzó, candidato.

–Aquí se sienten, pero no se ven, y quien los puede ver –aquí o en Tijuana o en Juárez– amanece con 200 tiros.

Puede que a muchos ojos sean invisibles, pero bien que asomaron la cabeza en las campañas del lodo.



 
Estampas

El lavador que quiso ser diputado

Rolando Andrade pasó muy mal sus últimos años por culpa de una fiesta. Su hijo Romel sacó la peor parte en un pleito con otro muchacho. El joven salió de la casa de Andrade, acompañado de otros dos muchachos, sus parientes. No se les volvió a ver. Las familias trataron durante años de conocer el paradero de sus hijos. Romel se fue a vivir a Estados Unidos. Los muchachos tenían un pariente muy bien relacionado con El Mayo Zambada. Se cuenta que El Mayo mandó llamar a Andrade: "Aparecen o aparecen", le dijo. Durante el gobierno de Renato Vega la amenaza de aprehensión pesó siempre sobre Rolando Andrade. Un día, el señor Andrade, con fama de lavador de dinero sucio, buscó al presidente estatal del PRD, José Luis López Duarte. Quería fuero. Ofreció financiar las campañas a cambio de que lo hicieran candidato a diputado. El nunca fue diputado. Los muchachos nunca aparecieron.

El orgullo de Cosalá

Es uno de los orgullos de los cosaltecos, que ya van por su tercer gobernador. En la casa donde nació Leopoldo Sánchez Celis hay una placa metálica que conmemora el hecho. El candidato del PRI, de visita en su pueblo, señala esa placa.

Miguel Angel Félix Gallardo, fundador de una dinastía de narcotraficantes, fue, por supuesto, policía judicial del estado. Además de escolta de la familia Sánchez Celis.

El sudor de un alcalde

Era una buena noticia. Pero al alcalde de Elota le cayó mal. Sudaba el alcalde cuando le dijeron que estaba autorizado para cobrar impuesto predial en la playa, zona federal, y así engordar las arcas municipales. "¿Y cómo les voy a cobrar si todos son narcos?

El ecologista radical

Fue candidato a la presidencia municipal de Mazatlán. Su rival panista ganó y generosamente lo nombró director de Ecología. Pero el ecologista se la pasaba creando problemas: multaba a todo mundo por cualquier cosa y las quejas se acumulaban en el escritorio del alcalde, quien ya no hallaba cómo deshacerse de él. La fórmula estaba a la mano, cómo no se le había ocurrido antes, caray. El alcalde le dijo al funcionario que había una propiedad donde estaban cortando mangles. Todo mundo –menos, al parecer, el ecologista– sabía que ésa era un terreno de narcos. El funcionario ecologista fue a poner la multa. Renunció al día siguiente.



 
Numeralia

Desde 1998 el PRI ha ganado con márgenes de alrededor de 20%, aunque siempre con un abstencionismo cercano a 60%.

En 1998, Juan S. Millán obtuvo 48.2% de los votos, contra 33.2% de Emilio Goicochea, hoy secretario particular del presidente Vicente Fox. El PRD, que en esa contienda obtuvo 18.4%, comenzó desde entonces a caer en picada. Hoy, con su candidato Audómar Ahumada, ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, ronda apenas el 5% de las intenciones de voto.

En la pasada elección federal (2003), el PRI obtuvo 52.1% de los sufragios contra 25.7% del PAN y 12.8% del PRD.

En estos comicios también se renuevan los 40 lugares del Congreso local y las 18 alcaldías. Actualmente, el PRI tiene mayoría absoluta con 21 diputados y gobierna 14 ayuntamientos.