La Matria Mapuche
y el patriarcado occidental
--El seno de nuestra existencia no es la patria sino la Mapu Ñuke,
la madre tierra
--Las resistencias más significativas las han llevado mujeres
Llanca Marín
Mapuexpress-Informativo
Mapuche, La invisibilidad, negación y exclusión del Estado
chileno hacia las mujeres mapuche, que no cuenta con programas que involucren
la situación ni nuestro modo de vida, también se traslada
a gran parte del mismo Movimiento Mapuche. Influenciado por la ideología
patriarcal, occidental y cristiana, ahora vemos cómo organizaciones
mapuche se estructuran jerárquicamente, reproduciendo pequeños
estados patriarcales, con autoridades superiores y comandadas principalmente
por hombres, haciéndole el juego al Estado nacional.
Se vocifera mucho sobre la organización tradicional. En lo mapuche
nadie está sobre otro, distinto a la organización occidental
que representa la forma jerárquica, que dicta los cursos de la
acción de arriba hacia abajo en la mayoría de las relaciones
interpersonales, incluyendo la llamada vida privada. La sociedad Mapuche
siempre ha sido dual en los roles hombre - mujer y la organización
nunca fue jerarquizada. Esto es verdad, pero hoy mucho discurso y muy
poca práctica.
Es necesario cambiar esto y entender que el rol de la mujer ha sido
fundamental y protagónico en la lucha por los derechos del pueblo
Mapuche. No se puede negar e invisibilizar esto al interior del movimiento.
Lo primero que debe erradicarse es la inequidad interna a través
de la modificación de aquellos usos y costumbres (quizás
adquiridos) que perjudican a las mujeres, entenderse que la mujer mapuche
ha estado a la par con los hombres, gestando el movimiento, luchando
por la consecución de los derechos como integrantes de la sociedad
y sobre todo como mujeres.
No es difícil darse cuenta de la invisibilidad. Varias organizaciones
y reconocidos dirigentes la promueven. Nombre de producciones musicales
denominadas "Newen peñi" (newen: fuerza, peñi:
hermano hombre). Consignas articuladas desde lo interno... A la lucha
pu peñi, Marichiwew peñi. Nombres de organizaciones con
identificación exclusivamente masculina o el trasplante de conceptos
políticos-machistas: Mapuche traducido como hombre/varón
de la tierra), Wall mapu traducida como patria.
La reivindicación por los derechos, la justicia, la equidad y
el respeto que se exige empieza por casa. Se habla de reconstruir la
"patria" Mapuche y ¿quién dice que debe ser
patria que significa lo que es del pater/padre? El seno de nuestra existencia
es la Mapu Ñuke, la madre tierra, nuestra MATRIA y nuestro espacio
físico es el wallmapu.
Una importante líder indígena en Bolivia (Leonida Zurita)
señalaba: "si los varones están derramando sangre,
y si las mujeres, al dar a luz, también derramamos sangre con
dolores muy fuertes, ¿por qué no podemos organizarnos
y pelear juntos, hombres y mujeres? Esa idea ha sido muy grande. Pues
la mujer mapuche hace mucho tiempo viene peleando en igualdad de condiciones
en los diversos frentes, en las comunicaciones, en la política,
en las calles, en los campos y muchas veces con mucho más peso
a cuesta: Ser mujer, ser mapuche y ser familia.
Mujeres mapuche protagonistas de la lucha
Fue
una mujer, Patricia Troncoso, prisionera política mapuche quien
estuvo 55 días en huelga de hambre al interior de la cárcel
a fines del 2003, no para exigir en favor de ella, sino por todos los
presos políticos mapuches, con disposición para seguir
luchando y se ponga fin a las injustas persecuciones judiciales, encarcelamientos
y represión en contra del pueblo Mapuche. ¿Quién
más hace un gesto así pensando en todos y todas? Patricia
ha vuelto a retomar la huelga de hambre ¿volverá la indeferencia
como ayer?
En noviembre del 2003, en medio de la huelga Patricia dijo: "No
tan solo los que están interesados en tenernos encarcelados guardan
silencio. También diferentes organizaciones mapuches que dedican
sus esfuerzos a mendigar los recursos del Estado y que suelen capitalizar
luchas que ellos no han dado ni darán por que es más fácil
depender del Estado. También las organizaciones sociales y de
derechos humanos, que 舑cada septiembre- rasgan vestiduras por
los derechos humanos, se hacen cómplices con su silencio de quienes
hoy nos atropellan y golpean舰. Yo continuaré con la huelga
hasta donde alcancen mis fuerzas"...
Fueron también mujeres mapuche en territorio pewenche las que
soportaron más de una década de opresión dando
muestra de firmeza y dignidad en contra de los poderosos: Una transnacional
(ENDESA) y el Estado chileno que instalan su megaproyecto, la represa
Ralco. Las ñañas (señoras de edad) Quintreman lucharon
hasta el fin y muchas organizaciones mapuche, jerarquizadas en su conducción
por "varones" quedaron en deuda al momento de defender decididamente
la territorialidad de nuestro pueblo. Para más, algunos "dirigentes",
sin lavarse la boca, se atrevieron a criticar la decisión de
las ñañas al ceder ante tantas presiones, cuando se encontraban
prácticamente solas.
María Huenchún se llama la mujer de Boyeco que defiende
su familia, las comunidades, el territorio y sus recursos y que lucha
para erradicar un basural que tanto daño les ha causado. "Quiero
vivir tranquila con mi familia en mis tierras, no nos moveremos de aquí,
pero tampoco quiero que nos presionen más, queremos que nos devuelvan
nuestro respeto, nuestra paz y se termine con el desprecio que varios
winkas (blancos) han tenido hacia nosotro(a)s, ya hemos perdido demasiado
y por eso lucharé por nuestra dignidad, queremos que se vaya
el basural de nuestras tierras, queremos volver a como estábamos
antes de la llegada de este vertedero", señaló Huenchún
en una carta dirigida a las autoridades de gobierno y del congreso el
año 2002. Prácticamente sola, María sigue luchando.
En
el Puelmapu, Argentina, una mujer, Verónica Huilipán,
es quien ha encabezado la lucha contra la petrolera trasnacional Repsol
YPF que no solo ha causado graves impactos territoriales por la extracción
de hidrocarburos en comunidades mapuche de Loma la Lata, sino que incluso
han envenenado a la población con "elementos tóxicos".
Huilipán denunció directamente el caso ante la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, marcando todo un precedente,
ya que era primera vez que una delegada de pueblos originarios hacía
la representación de casos en dicha instancia internacional.
Crecen represión y racismo en Chile
En los últimos años ha existido un cuadro creciente y
escandaloso de actos de violencia contra mujeres mapuche como una expresión
más de la violación a los derechos humanos y aumento sostenido
de racismo en Chile, siendo numerosos los casos que lo demuestran. Menciono
algunos:
1998: El caso de la profesional mapuche Bernardita Calfuqueo que sufrió
discriminación racial primero y agresión física
después de parte de una funcionaria municipal y del alcalde de
Lumaco, Rolando Flores. El caso de Jeannette Paillán comunicadora
social, el día 24 de octubre de ese año, en momentos en
que se encontraba desempeñando su trabajo, en la comunidad de
Cuyinco de Arauco, fue agredida físicamente por un civil nunca
identificado aunque fue en presencia pasiva y cómplice de carabineros.
Los casos de agresión física por guardias privados de
la Forestal Bosques Arauco, por defender sus derechos territoriales,
a las mujeres de la comunidad de Cuyinco (VIII región) donde
María Quiñelen, dirigenta mapuche y María Fren
quedaron heridas, esta última debió ser hospitalizada
e intervenida quirúrgicament, en el Hospital de Concepción.
El
caso de María Isabel Curihuentro, mujer mapuche, dirigenta de
una organización de mujeres mapuche, quien recibió serios
golpes de puño por parte del antropólogo y funcionario
gubernamental, Luis Inaipil Saavedra, durante la clausura del Tercer
Congreso Chileno de Antropología, realizado en la Universidad
Católica de Temuco, en represalia por la denuncia hecha por organizaciones
mapuche sobre antropólogos de Estudios de Impacto Ambiental involucrados
en el despojo de territorios indígenas para la construcción
de megaproyectos (carreteras, represas, etcétera).
1999. El 8 de enero, Clara Antinao caminaba usando su vestimenta tradicional
mapuche en la calle Morandé en Santiago (capital de Chile), cuando
fue bruscamente detenida por carabineros, quienes le advirtieron que
debía abandonar inmediatamente el lugar, ya que no estaba permitido
el acceso de personas vestidas de mapuche en las cercanías de
La Moneda (palacio presidencial). A finales de ese año, varias
mujeres mapuche resultan heridas por la violencia de carabineros de
Chile en desalojos. Entre ellas, Juana Quidel, de 75 años de
edad, con una fractura expuesta en una pierna, María Luisa Quiñel,
no-vidente y Ema Quidel embrazada.
En el mismo año, la Machi (autoridad tradicional espiritual)
de Temulemu, María Claudina Ancamilla, fue cobardemente agredida
por carabineros, aquí un trozo de su relato integrado al Informe
CODEPU: "ese día me encontraba cerca del aserradero cuidando
mis animalitos cuando me vieron los Carabineros. Como cinco, me tiraron
al suelo golpeándome con palos y patadas diciéndome 'qué
andas haciendo aquí vieja de mierda' perdí el sentido
y cuando lo recuperé le dije ¡déjame vivir, no maten
, quiero mi vida, soy sola! Entonces no me apalearon más"
El resultado de la brutalidad policíaca fue: traumatismo encéfalo-craneal,
probables fracturas costales múltiples, fractura clavicular izquierda,
contusión abdominal complicada y hematomas en glúteos
y piernas.
Otro caso en el mismo conflicto, es el de Adelaida Painemal Traninao,
a quien no tan sólo golpearon a ella y su familia, sino que le
hicieron pedazos puertas y ventanas de su casa y le sustrajeron todas
sus herramientas de trabajo, dinero, tres corderos y una yunta de bueyes.
En el año 2001, una niña Mapuche, Daniela Ñancupil,
a sus 12 años, fue víctima de uno de los actos de mayor
violencia y represión por parte de carabineros recibiendo una
cruel y cobarde balacera. Ella misma, en un acto de gran valentía
tuvo la fortaleza para denunciar los intentos de secuestro de que fue
objeto cuando se le intentaba acallar para que desistiera de las denuncias
judiciales en contra de la policía.
En el mismo
2001 se llevó el brutal desalojo de mujeres mapuches del edificio
de la intendencia. Ejecutado, por orden de la Intendenta y el Gobernador,
por efectivos policiales en contra de una treintena de mujeres que intentaban
entrevistarse con las autoridades por la injusta y arbitraria detención
de sus esposos desde el sector Quinahue (Galvarino). El resultado, un
número indeterminado de heridas y una veintena de detenidos.
Las autoridades de gobierno de la época declararon que era lamentable
que se involucren niños, mujeres y ancianos en el conflicto mapuche.
Las mujeres respondieron: "de este modo se expresa el paternalismo
propio del winka, sin ninguna visión de género quieren
a las mujeres mediatizadas por los hombres. Nosotras, como mujeres mapuche,
no participamos de ese orden patriarcal que construye a las mujeres
como seres marcados por la inferioridad, subordinadas y dependientes
de los hombres; nos conducimos por nosotras mismas". Además,
afirmaron que "lo que nos diferencia, es que enfrentamos las situaciones
sin más armas que nuestras voces, mientras ustedes tienen la
fuerza de Carabineros para intentar silenciarla".
Es tiempo de unirnos para frenar esta creciente ola de racismo y violencia
contra las mujeres mapuche, y defender los derechos de todas las mujeres
(mapuche o no) a su seguridad, protección, paz, libertad e identidad.
Asimismo, debemos seguir creando los espacios necesarios al interior
del movimiento para que se respeten debidamente los derechos de las
mujeres mapuche y se planteen decididamente frente al Estado como parte
de las reivindicaciones prioritarias.
Debemos marcar la diferencia
¡Somos Matria, somos vida!